Dos gobernadores y 36 empresas lograron traer a la Argentina sus aviones en 2023 a pesar de las restricciones para importar
Se otorgaron permisos a diversos empresarios y provincias durante la gestión del Frente de Todos en medio de las dificultades para acceder al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)
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Son cerca de 30.000 los argentinos que dependen del diálisis para sobrevivir y los que, en noviembre del año pasado, temían que se interrumpan sus tratamientos o se los reduzca a cada dos o tres días cuando cuando escuchaban, en los hospitales o en la televisión, que había decenas de asociaciones médicas en reclamo de carácter urgente por la falta de insumos médicos. El Gobierno admitía una crisis, pero aseguraba que se aprobaban todas las solicitudes de importación de insumos. Carla Vizotti, la exministra de Salud, culpaba a la “especulación financiera” de las empresas encargadas de hacer llegar estos insumos al país. Para explorar una salida, el 8 de noviembre se reunieron las autoridades nacionales con el sector para encontrar una solución provisoria de “priorización”. No ingresaba una aguja, pero a tan solo días de ese encuentro, el sistema oficial daba por oficializada la llegada al país de un avión ATR-42600 0km, una aeronave privada de US$18.936.842,84, equivalentes a un quinto de lo que las empresas de salud demandaban del Gobierno para solventar la escasez de insumos.
La aeronave es de propiedad de la empresa petrolera Chevron. Hoy la usa para volar a ejecutivos y directivos de las operadoras de Vaca Muerta para facilitarles los traslados, particularmente desde El Trapial a Neuquén Capital. La fecha de oficialización de la llegada del avión fue el 21 de noviembre de 2023, según la base de datos de Aduana a la que accedió LA NACION, que ya se encuentra en manos del juez en lo penal económico, Javier López Biscayart, que investigará el escándalo de importación de aeronaves en la gestión anterior.
La hipótesis sobre el negocio de la brecha cambiaria, de por si no delictivo, se combina potencialmente en las operaciones, algunos ilícitos entre los que se contempla contrabando por sobrefacturación, lavado de dinero e infracciones aduaneras. Pero, en 2023, la sospecha es distinta, por la dificultad de acceder al dólar oficial: ¿Cómo hicieron ciertas personas o empresas para que se los autorice a traer bienes suntuarios y lujosos cuando hasta los más esenciales ese encontraban con trabas para llegar a destino?
Entre mediados de 2022 y fines de 2023 se acumularon miles de millones en deuda comercial. Se estiman US$50.000 millones. Hasta entre julio y agosto del año pasado, la mayor limitación estaba en el otorgamiento del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), el paso oficial de autorizaciones inaugurado por Sergio Massa como ministro de Economía, que reemplazó a las SIMI, que a su vez habían reemplazado a las DJAI, y así sucesivamente. El nivel de discrecionalidad en el otorgamiento, que involucraba principalmente a la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, disparó innumerables sospechas de pago de sobornos. A su vez, se sumaron restricciones para acceder a los dólares oficiales. Es decir que, además de complicarse la aprobación de las SIRA, luego se ampliaron los plazos y/o no se respetaban las fechas pautadas para que los importadores accedan al MULC (mercado único y libre de cambios) para hacer pagos al exterior. Quienes podían asumir el costo o tenían casas matrices que avalaban la operación, pagaban al dólar contado con liquidación.
El 2023 fue el año de menor cantidad de importaciones de aviones y helicópteros con 149 operaciones concretadas contra más del doble en 2021. Hicieron compras Aerolíneas Argentinas y otras empresas comerciales como Flybondi, Jetsmart y Aviaser. Al excluir a las grandes compañías y a los organismos de seguridad o defensa, o empresas públicas, el total de importaciones terminadas suma cerca de US$152 millones y 38 importadores distintos. Fuentes de la gestión anterior anotaron números un tanto distintos: dijeron que fueron US$185 millones los solicitados en SIRA, de los cuales US$99 millones fueron anuladas, US$44 millones no tuvieron acceso al mercado del dólar oficial y US$42 millones si lo hicieron, pero con autorizaciones para el MULC de 360 días, es decir, pateadas a este año.
El caso de Chevron no es el único en esa época, aunque sí es el más caro. Unos meses antes de la importación de este avión, y contra todo pronóstico dado el contexto político y cambiario, la compañía anunció una inversión de más de US$500 millones con los mismos beneficios que les otorgó Cristina Kirchner en 2013. Bajo ese régimen, se les permitía exportar un 20% de la producción que resultara del proyecto sin retenciones y disponer libremente de las divisas generadas, sin obligación de liquidarlas en el país.
Dos fuentes de la industria contaron a LA NACION que se trató de una importación que estaba trabada, pero que logró salir a flote. En parte, habría sido porque la empresa formuló un reclamo para que le otorguen el permiso, en el que se habría especificado que se pagaría la operación con dólares de su casa matriz. Un detalle adicional: el avión comprado se vende cerca de los US$24 millones, US$5 millones menos de lo reportado, monto sobre el que se pagan impuestos y derechos de importación. Conocedores de la adquisición dijeron que se debe a que hubo una rebaja debido a que no “personalizaron” algunos elementos de la disposición interna de la aeronave.
Lo llamativo de esta importación es que, de acuerdo con el CUIT reportado a la Aduana, la aeronave llegó bajo titularidad directa de la filial local de Chevron pero en decenas de páginas de aviación se reporta que la operación se encuentra bajo American Jet SA, que también lo publicitan en sus redes. Se trata de una empresa de taxis aéreos que, además, es de las pocas que logró importar otro avión en 2023: un Beechcraft 1900, matrícula LV-KKQ, por US$2.825.000, oficializado el 19 de septiembre de 2023. El avión se utiliza para operaciones de empresas mineras, principalmente en Salta. Fuentes cercanas a la empresa dijeron que el avión se compró con un esquema de pago en cuatro años.
Tampoco fueron solamente empresas las que importaron en esos meses. Dos provincias pudieron hacerse de nuevos aviones: Santa Cruz y Santiago del Estero o, en términos de sus gobernadores, Alicia Kirchner y Gerardo Zamora.
El gobernador del norte trajo dos, desde Estados Unidos. Adquirió un Beechcraft Super King Air 200, para pasajeros (matrícula LQ-KKX) por US$2.950.000, y un AT 802, un avión hidrante anunciado en 2022 luego del escándalo de la compra millonaria de un Boeing 737 para el mismo propósito por cerca de US$15.000.000, para luego darse cuenta que para apagar incendios no podía utilizarse debido a que no puede operar cerca de zonas urbanas. El AT 802, comprado por US$2.642.080 y oficializado el 5 de julio de 2023, llegó a cubrir ese desperfecto de planificación.
La provincia sureña importó, también desde Estados Unidos, un avión sanitario Pilatus PC-24, 0km, matriculado LV-KJY, que Kirchner nunca pudo usar. Fue oficializado el 19 de septiembre de 2023 y “bautizado” dos días después como “La Cruz del Sur”. Actualmente se lo ve en idas y vueltas a Rio Gallegos, usualmente como “medevac” (evacuación médica). En enero, se reportó que el avión estaba parado por aparentes inconvenientes técnicos, que fueron explicados por fuentes cercanas a la exgobernadora de la siguiente manera: “Siempre un vuelo que permite ajustes con los técnicos de software y esas cuestiones de ajustes naturales, incluidas dentro del procedimiento de entrega”. A su vez, aclararon que se pagó con fondos del tesoro provincial (pesos), que la necesidad surgió a partir del desgaste en la pandemia de los otros dos aviones provinciales y que se hizo una licitación internacional que resultó en un valor final de US$14.671.000.
Hubo otras empresas, y también empresarios, que importaron en estas fechas. Otro caso fue el de Aeromax, sociedad vinculada a GDM, empresa especializada en biotecnología vinculada a la soja (dueña del 45%del germoplasma global de soja, según su publicidad) que importó la segunda aeronave más cara, en el período. Compraron, por US$4.450.000, un King Air 250 cuya operación fue oficializada el 16 de noviembre de 2023. Fuentes cercanas a la empresa dijeron que no se accedió al mercado de cambios para la adquisición, sino que se pagó con fondos de libre disponibilidad de la compañía en Estados Unidos.
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