Coronavirus en la Argentina: dos cifras convencen al Gobierno de que por ahora no hace falta endurecer la cuarentena
Pese al crecimiento de la cantidad de casos de coronavirus registrado en los últimos días, el Gobierno nacional considera que, por el momento, no será necesario retroceder en el proceso de flexibilización de la cuarentena que empezó hace una semana.
El razonamiento de los funcionarios encargados de la estrategia sanitaria, compartido por los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y de provincia de Buenos Aires, se sostiene en dos indicadores: el nivel de ocupación de las unidades de terapia intensiva (UTI) y la tasa de letalidad. Como esas cifras no aumentan al ritmo del incremento de casos, e incluso hay días en que bajan, en la Casa Rosada concluyen que la situación está lejos de salirse de control.
Aunque tienen abordajes distintos, en el equipo de Axel Kicillof y de Horacio Rodríguez Larreta coinciden en una misma proyección, cuando quedan seis días para tomar una nueva decisión: si la tendencia se sostiene como hasta ahora, no se retrocederá, pero tampoco se avanzará con nuevas aperturas.
"La tasa de letalidad es baja porque el sistema de salud nunca llegó a saturarse. Nuestra guía es el nivel de ocupación de las UTI. Si esa cifra sube, tendremos que volver a cerrar, que es lo que se hace en los países que ya superaron lo peor de la pandemia. Mientras tanto, hay que aprender a convivir con el virus, sin relajarse y manteniendo todas las medidas de prevención", dijo a LA NACION un ministro que interviene en la estrategia sanitaria.
Ayer, el nivel de ocupación de las UTI en AMBA era de 64,3% mientras que hace una semana estaba en 63,2%. Casi igual.
Es decir, la cuarentena dependerá más del nivel de ocupación de UTI y de la tasa de letalidad que de la cifra de contagios. Con la curva de los dos primeros indicadores aplanada, los gobiernos nacional, porteño y bonaerense intentarán seguir adelante con las medidas de recuperación económica.
Acatamiento
De forma subsidiaria a la cuestión sanitaria, los tres gobiernos también observan el clima social. El ministro de Salud Ginés González García apuntó a la "indisciplina"."Yo venía viendo algunos síntomas que no me gustaban, algunos números. Pero creí que iban a empezar a bajar como consecuencia de la cuarentena anterior. Evidentemente no tuvo el efecto que habían tenido las cuarentenas anteriores", dijo el funcionario el alusión a la cuarentena estricta que precedió a esta etapa. Un reconocimiento de que ya no existe una relación lineal entre las medidas anunciadas, el nivel de acatamiento y los contagios.
Cerca de Kicillof señalaron a LA NACION:"No estuvo bueno lo que vimos en los últimos días, la gente estuvo bastante desorganizada. Lo vimos en la calle, en las fotos". Y acotaron: "Las medidas parten de la razonabilidad epidemiológica, pero tienen que tener un eco en la sociedad. No podemos tomar decisiones de acuerdo a los deseos de la gente, pero tampoco podemos tomar medidas que no se cumplan".
En La Plata no quieren bajar la guardia ni relejarse. Advierten que "la situación fue crítica cuando se flexibilizó y sigue siendo crítica". "Probablemente haya que decir que hasta acá", acotan.
En la Ciudad, hay un clima de mayor optimismo. "Nosotros miramos primero el eje sanitario. Eso nos dice que el R está en 1,05, que la cantidad de contagios se mantiene alta pero estable, que las UTI del sistema público tienen un 60% de ocupación y las del privado, un 70%. Luego está lo social. Sería durísimo que los comerciantes vuelvan a bajar la persiana, esperamos no ir para atrás", dijo a LA NACION un alto funcionario porteño tras la reunión de seguimiento y estrategia que se hace los sábados en Uspallata.
Todas las administraciones tienen sobre la mesa, además, sondeos de opinión. En Nación aseguran que "el 68 % está entre muy de acuerdo y algo de acuerdo con la cuarentena" y en provincia dicen que la aprobación llega al 76%. En Ciudad marcan: "alrededor del 20% pide seguir con la cuarentena, otro 20% pide terminarla y en el medio un 40% pide sostenerla, pero más flexible".
Testeos y letalidad
De acuerdo con la mirada del gobierno nacional, el aumento en la cantidad de contagios responde, antes que nada, al incremento en el número de testeos, resultado de la intensificación de las tareas de búsqueda activa de los contagios. Mientras que el viernes 17 se realizaron 11.053 pruebas de diagnóstico, ayer se alcanzó el récord de 16.218, un incremento semanal del 47%. El número de testeos que se hace en la Argentina sigue siendo bajo en comparación con otros países y el índice de positividad (cantidad de casos positivos sobre el total de pruebas) sigue por encima del 33%, mucho más alto que en el inicio de la pandemia. En el área metropolitana está por encima del 40%.
De todos modos, en la Casa Rosada destacan que la tasa de letalidad viene bajando. Hace un mes era de 2,22% muertes sobre el total de los contagios y hoy se redujo a 1,84%. Si la curva de ocupación de UTI se mantiene estable, el sistema sanitario podría llegar sin saturarse al final del invierno, calculan en la Casa Rosada. Advierten, de todos modos, que esa cifra también depende de la evolución de los contagios.
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