Doce años después, la Argentina se asoma a un nuevo tiempo político
Y de pronto los argentinos nos encontramos a siete días de comenzar a elegir a nuestro próximo presidente. Contrariamente a lo que algunas voces manifestaron en estos últimos años, no se produjeron ni renuncias anticipadas, ni vacío de poder, ni juicios políticos, ni tampoco el kirchnerismo se transformó en un régimen autoritario dispuesto a perpetuarse en el gobierno por fuera de las reglas democráticas.
Por el contrario, Cristina Kirchner entregará el poder en un contexto de relativa calma y orden social. El ciudadano medio tiene trabajo, recibe su sueldo al día, consume en cuotas y puede tomarse vacaciones. Los servicios públicos que utiliza funcionan aceptablemente y son gratuitos o muy baratos. Está preocupado por la inseguridad y la inflación y, en menor medida, por la corrupción.
Muchos reciben ayuda del Estado a través de algún subsidio o han accedido a una jubilación mediante la moratoria previsional. Pareciera poco para un país con la potencialidad de la Argentina, pero son muchos los que con eso se conforman.
Podría darse una situación competitiva entre el FPV y Cambiemos. También podría ocurrir que Scioli supere el 40%
Luego de tres gobiernos encabezados por los Kirchner, el país se asoma a un nuevo tiempo político.
Independientemente de quien gane, el próximo ciclo político será distinto porque el contexto económico e internacional cambió, porque se espera una renovación de los equipos de gobierno, un giro en la política exterior, una distención en la relación con los medios y la Justica, una nueva articulación de la relación Nación-provincias, una oxigenación de las formas de hacer y entender la política y una modificación del programa económico, que dejará de ser de economía del aguante (para llegar al final de mandato) a un programa que tendrá que encarar las restricciones y decisiones postergadas, pero con un horizonte temporal mayor.
En este marco, la encuesta de Poliarquía Consultores que hoy publica la nacion permite contar con algunas certezas de cara a las elecciones del 9 de agosto.
La primera es que Daniel Scioli será el candidato más votado y el FPV la fuerza política que mayor caudal electoral obtenga.
La segunda es que el Frente Cambiemos, con Mauricio Macri a la cabeza, será la segunda fuerza y se convertirá en la principal alternativa con vistas a las elecciones de octubre.
La encuesta también indica que el peronismo disidente obtendrá un importante caudal de votos que resultarán clave en el resto del proceso electoral. Además es casi seguro que Margarita Stolbizer, y muy probablemente Rodríguez Saá y el FIT, superarán el umbral electoral de 1,5% exigido para participar en las elecciones generales.
Pese a ello, la encuesta no puede dar una respuesta definitiva a dos interrogantes fundamentales: ¿cuán lejos del 45% quedará Daniel Scioli? ¿Cuál será la diferencia entre el FPV y el frente liderado por Macri, Carrió y Sanz?
La diferencia entre los dos escenarios depende de que apenas un 3% del electorado se vuelque hacia uno u otro lado
De acuerdo con distintas hipótesis del comportamiento de los indecisos -y sin considerar el margen de error muestral que este tipo de estudios posee- el resultado del domingo próximo puede dejar planteado dos escenarios muy diferentes.
Por un lado, podría darse una situación competitiva entre el FPV y Cambiemos, con una diferencia entre ambas fuerzas cercana al 5 por ciento. Sin embargo, también pudiera ocurrir que Daniel Scioli supere la barrera del 40% y obtenga una diferencia de casi 10 puntos sobre Cambiemos y aún mayor sobre Mauricio Macri.
Sostener esto no significa decir que puede llover o puede no llover, sino que la diferencia entre los dos escenarios depende de que apenas un tres por ciento del electorado se vuelque hacia uno u otro lado. En este sentido, todo lo que suceda en los próximos siete días revestirá de enorme importancia electoral.
Las declaraciones acertadas o infortunadas, los spots publicitarios, las apariciones televisivas, las noticias económicas, los cierres de campaña, el nivel de participación el día de las elecciones, el trabajo de fiscalización.
En cada detalle se pone en juego la elección. En los pocos días que restan entre hoy y los comicios se definirá buena parte el futuro político del país.
El autor es director de Poliarquía Consultores
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