Disparan contra un testigo de la causa AMIA a 15 años del atentado
Claudio Lifschitz había trabajado como prosecretario del juez federal Juan José Galeano, quien fue uno de los investigadores del hecho; dijo a lanacion.com que su custodio de la Policía Federal le salvó la vida
El día en que se cumplen 15 años del atentado a la AMIA, Claudio Lifschitz, uno de los principales testigos de esa causa, denunció que a las 2.40, en Merlo, un auto salió al cruce del que él conducía y, según relató a lanacion.com , un hombre bajó y le efectuó tres disparos.
"Mi custodio de la Policía Federal, que iba a mi lado, me agarró del cuello, me tiró hacia abajo y me salvó la vida mientras repelía el ataque con su pistola", explicó.
Los tres disparos atravesaron el parabrisas, agregó Lifschitz, y uno dejó un orificio en el cabezal de su asiento y otro en el respaldo del mismo. "Fueron dos disparos al pecho y uno a la cabeza."
La denuncia la radicó en la Comisaría 1ª de Merlo e interviene la Unidad Fiscal 3 de Morón. Tanto Lifschitz como su custodio ya prestaron declaración y el sumario se caratuló "tentativa de homicidio".
Las denuncias. Desde 2000, Lifschitz realizó graves denuncias sobre encubrimiento e irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA, pues había trabajado como prosecretario del entonces juez federal Juan José Galeano, quien investigaba el hecho.
En sus denuncias involucró a altos funcionarios de la SIDE del menemismo y al propio Galeano. Sus testimonios gravitaron mucho en el extenso juicio oral contra la llamada conexión local del atentado y volvieron a poner sobre el tapete las presuntas irregularidades de la investigación, como el pago de 400.000 dólares al ex doblador de autos Carlos Telleldín para que acusara a unos policías bonaerenses. Todos fueron sobreseídos, aunque hace pocas semanas la Corte ordenó volver a investigar a Telleldín .
Custodiado. El 7 de marzo pasado Lifschitz fue secuestrado en Devoto y en una camioneta le tajearon en la espalda la palabra "AMIA" y le grabaron con fuego un número de seis dígitos en el antebrazo izquierdo. Pocos días antes del secuestro había efectuado una nueva denuncia por encubrimiento contra autoridades de la SIDE y contra la presidenta Cristina Kirchner.
Años atrás también fue víctima de otro atentado con disparos y la Justicia le otorgó una custodia.
En sus denuncias, Lifschitz siempre sostuvo que meses antes de la voladura de la AMIA, ocurrida el 18 de julio de ese año, la SIDE había infiltrado en Buenos Aires una célula iraní que planeaba el atentado, pero a último momento los agentes secretos le perdieron el rastro.
Sus denuncias dieron origen a la causa de los encubrimientos que investiga el juez federal Ariel Lijo. Como la investigación del atentado está virtualmente paralizada y en 15 años no arrojó resultados concretos, la del encubrimiento se ha convertido en la más importante. En ella se encuentran procesados, entre otros, el ex jefe de la SIDE menemista, Hugo Anzorreguy, Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, y el ex titular de la DAIA, Rubén Beraja.
"Las denuncias me arruinaron la vida –agregó Lifschitz- porque además del secuestro y de los intentos de matarme, casi no tengo trabajo. Nadie contrata a un abogado penalista que las 24 horas de su vida tiene un custodio policial a su lado. Pese a los esfuerzos del juez Lijo, el Ministerio de Justicia se niega a incluirme en el régimen de protección de testigos que contempla una nueva identidad y ayuda para trabajar."
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