Discurso completo de Javier Milei en la Fundación Libertad
El mandatario se presentó en la cena anual con un mensaje con duras críticas hacia la oposición, la clase política y los economistas que supieron poner en duda su proyecto original
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El presidente Javier Milei fue le principal orador de la cena anual de la Fundación Libertad y allí brindó un discurso en el que se explayó en los logros económicos y criticó duramente a quienes ponían en duda las propuestas iniciales de su gobierno.
Milei tomó la palabra luego del discurso del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y aprovechó la ocasión para mostrar los resultados de su gestión, pero también para criticar en duros términos a la oposición y a los economistas que contradijeron alguna de sus iniciativas. Además, aseguró que si las demás fuerzas políticas no apoyan a la ley de Bases, el proyecto igualmente será aprobado.
Tras su alocución, Milei se abrazó con el expresidente Mauricio Macri, quien lo escuchaba desde una de las mesas más cercanas al escenario, y tuvo palabras de elogios para su gabinete y equipo, dirigidas hacia Federico Sturzenegger, Luis Caputo, y Patricia Bullrich.
El discurso completo de Javier MIlei en la Fundación Libertad
Hola a todos. Si no, no soy yo, bueno buenas noches. Muchas gracias a la Fundación Libertad por permitirme ser parte de esta reunión, que además honrado por tantas personalidades como el presidente Macri, como el presidente de Lacalle Pou, como el presidente Aznar, la doctora Bullrich, genia Patricia. Así es que, obviamente que al momento de que uno tiene que elegir una ponencia, digo tiene que acostumbrarse y acomodarse a lo que son las necesidades del momento y al lugar donde está y dada la discusión digamos que hoy está tan presente en Argentina sobre el tema de la inflación, sobre la discusión del tipo de cambio y ese tipo de cuestiones y dado que estoy frente a un público calificado, un público que está acostumbrado a recibir análisis económico, la intención de esta charla es básicamente contarle cómo es nuestra visión de cómo enfrentar y atacar y exterminar de una vez por todo el problema de la inflación en Argentina, que tiene una fecha de inicio clara que es cuando se creó esa institución nefasta que está en Reconquista 266 llamada Banco Central de la República Argentina.
Por ende la presentación se llama “Dineros, precios, política monetaria e inflación”. Otra cosa que descubrí que en la interacción con distintos economistas locales, es que la gran mayoría de los economistas locales, profesionales y de renombre, no tiene ni idea de algo tan importante en esto que es el problema del ancla nominal y porque básicamente no entienden que es el dinero. Es decir, Keynes en ese tratado nefasto llamado “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” , causó un daño tan grande que todavía, digamos, seguimos heredando algunos problemas de definición de marco conceptual, que hace que nos equivoquemos tanto y tan seguido los economistas. De hecho, recién en el auto repasábamos un chiste que decía “las últimas cinco recesiones, ¿cuántas pronosticaron los economistas? Nueve”. Digo, más allá de los chistes de esto, entonces digo, resulta fundamental y clave entender qué es el dinero. O sea, lo que uno se da cuenta es que discuten el problema de la inflación y no entienden qué es el dinero.
Está el coloso de, está Federico Sturzenegger. Qué placer, lo acabo de ver. Gracias, Federico. Entonces, básicamente lo que yo voy a hacer es una introducción sobre qué es el dinero y a partir de ahí, digamos, voy a derivar la naturaleza monetaria de la inflación, voy a desmitificar algún tipo de cuestiones que andan dando vuelta, y después voy a discutir la coyuntura presente, sobre el trabajo enorme que está haciendo Luis Caputo, Santiago Bausili y todo su equipo, de quién estoy verdaderamente, profundamente orgulloso.
Entonces, lo primero es, si no hubiera dinero ¿cómo sería la economía? Bueno, la economía sería una economía de trueque donde se intercambian bienes por bienes. Ahora, en una sociedad chiquitita eso no es en principio un problema, pero en una sociedad más grande sí es un problema. Porque ustedes tienen un problema que se llama la doble coincidencia, es decir, ustedes tienen que encontrar a alguien que quiera comprar lo que ustedes tienen y al mismo tiempo digamos matchear, o sea, que además quiera lo que ustedes tienen.
Por lo tanto, ese proceso se hace muy, muy difícil. Pero al margen de que ese proceso sea extremadamente difícil, aparece un segundo problema que es el problema de la indivisibilidad. Porque sí, yo puedo querer comprar pan, el panadero quiere comprar el servicio análisis económico, pero digamos, o sea la cantidad de kilo de pan que me tiene que dar para que yo le hable una hora de economía, no mapea, al menos hoy y después de mi paso por la presidencia muchísimo más, porque tengo que seguir laburando después. Entonces, ahora, frente a esa situación, el hombre no se quedó llorando. O sea, no es que se puso a llorar en un rincón, digo y lloraba por el problema de la doble coincidencia y la indivisibilidad. Le buscó la vuelta. Y le buscó la vuelta y descubrió que había bienes que se intercambiaban muchísimo más que otros. Es decir, entonces, no es que compraba esos bienes que se intercambiaban mucho porque en principio los quería tener, sino que los adquiría para poder usarlo de medio indirecto para comprar otros bienes.
Es decir, la idea del bien de intercambio indirecto. Es decir, y cuando aparece el bien de intercambio indirecto, lo que está apareciendo ahí es, justamente, el dinero. Es decir, ese bien que oficia como bien de intercambio indirecto, justamente ahí nos encontramos con la aparición del dinero. Entonces, por ejemplo, cuando el hombre era nómade, el primer dinero que apareció, ¿cuál era? el ganado. ¿Por qué? Porque el ganado era lo que comían y como eran nómades, les permitía moverse con el ganado. Consecuentemente usaban el ganado como moneda. Después el hombre se volvió sedentario, entonces descubrieron que había otras formas más eficientes de utilizar dinero.
Una de las cosas que consumía mucho el hombre era el pan. ¿Entonces qué empezaron a usar como bien de intercambio indirecto? El trigo. Entonces no es que compraba ni vendían trigo porque les interesaba el trigo per se, sino que, en realidad, lo usaban mucho porque era un bien de intercambio indirecto. Ahora, no solo eso. Después, por ejemplo, digo cuando uno dice el término salario. ¿Y por qué era salario? Porque básicamente se pagaba en sal. ¿Por qué era tan importante la sal? Miren, si había personas que les iba muy bien en la antigüedad era la gente que llevaba por todos lados especies, porque les permitía que tenga gusto a algo la comida. ¿Ustedes se fijaron lo que es comer la comida sin nada de condimento? Es una inmundicia. No sé qué es lo gracioso, pero traten de hacerlo. Es una cosa horrible, en especial fíjense que lo que les pasa cuando se ponen a dieta. Hay algunas dietas que son un poquito más complicadas, sobre todo la de gasto público.
Más que aplausos, digo, deberíamos estar regocijándonos que por primera vez le estamos dando duro y parejo al gasto público, estamos cumpliendo el sueño de Rothbart. Es increíble, ¿no? Digamos, una caída real del 35% del gasto público, vamos muchachos, eso es sacar al Estado del medio. Es decir, la verdadera presión fiscal es el tamaño del Estado. Si le pegamos semejante recorte, vamos que les estoy devolviendo libertad a lo loco.
Es más, volviendo al tema de la sal, por qué la tradición de darle la sala a la otra persona, de ponerla y no dársela directo en la mano. Porque dicen que si no sería mala suerte. Y cómo era el tema del pago, digo venía al tipo con un saco, imagínense, entonces le pagaba con un saco de sal. Imagínense si cuando ustedes estaban manipulando la sal, se caía y era mala suerte. Era una pérdida instantánea seguro. En ese contexto, por eso digamos que se apoyaba la sal y se pesaba y ahí se hacía el intercambio. Ha habido otras monedas, como ser el tabaco. Es más, hay una, cuenta una historia Milton Friedman, en una de sus conferencias, que dice que en la Alemania digamos, después la Segunda Guerra, cuando viene la hiperinflación, usaban clavos, usaban coñac y dice que es la definición de dinero líquido más líquida que había conocido. O sea, había encontrado el verdadero M1. Digo chistes de economistas, no se hagan problema. La próxima charla vengo con los subtítulos.
¿Ahora cuál era el problema con todo ese tipo de dineros que habían aparecido? Que eran mercancías, o sea que tenían un valor de uso como mercancía, pero también servían para hacer transacciones entonces, y eso oficiaba como dinero. O digamos, cuando trabajamos en microeconomía y empezamos en equilibrio general, hablamos de numerario. ¿Ahora cuál es el problema de ese tipo de monedas? Bueno que uno no vive un solo período. O sea, podían oficiar de unidad de cuenta, podían oficiar de medio generalizado de pago, pero ¿qué pasa? No preservaba el valor. Y como la economía, digamos, afortunadamente no es de un solo período, sino que es intertemporal, que incluye varios períodos, se degradaba con el tiempo. Es decir, como si tuviera tasa de interés negativa. Entonces qué es lo que descubrió el hombre, el hombre buscó los metales. Y así es como aparecieron dos monedas, que es el oro para las transacciones grandes y la plata para las transacciones más chicas. Entonces, vean que lo más importante de todo esto, o sea, por qué yo hago toda esta historia de por qué aparece el dinero, cómo aparece el dinero, para entender que el dinero es un bien de intercambio indirecto.
Y al ser un bien de intercambio indirecto, qué quiere decir, que su demanda es una demanda derivada. Es decir, yo no demando dinero para llevármelo al traje de madera, yo demando dinero para hacer transacciones. Y básicamente quiero utilizar ese dinero para financiar un sendero de consumo a lo largo de toda mi vida. Es decir, por eso uso dinero. Ahora, si yo entonces el dinero tiene esa connotación, esa característica. ¿De qué depende entonces la demanda de dinero? Y ahí es donde nos empezamos a encontrar con estos problemas. Porque si yo lo estoy definiendo de esta manera, la demanda de dinero tiene como contraparte el sendero intertemporal de consumo. Es decir, mi programa de consumo a lo largo de toda mi vida. Ahora y si yo me pongo a derivar la demanda de consumo de cada uno de estos bienes, que es lo que va a determinar cómo contraparte la demanda de dinero, de qué depende esa demanda de bienes de consumo. Y en el fondo, esa demanda de bienes de consumo va a depender de lo que, en paz descanse, decía Robert Lucas Junior, que depende de los parámetros profundos.
Es decir, depende de las preferencias, depende de la tecnología y depende de las dotaciones. Digo, por lo tanto, si las dotaciones están dadas, las preferencias están dadas y la tecnología, digamos, es un caso digamos, sin que se haga alguna suposición sobre el progreso tecnológico que también está dado y si lo quieren asumir, digamos, lo van a poner adentro del modelo. En el fondo, como diría un físico, en condiciones normales de presión y temperatura, la demanda de dinero debería ser una cosa absolutamente granítica, que tiene como contrapartida mi sendero intertemporal de consumo que depende de los parámetros profundos que son datos dados.
Esto es, esto es un tema demasiado interesante porque, digo, qué es lo que sucede. Porque, si entonces la demanda real de dinero que es esto que acabo de decir y que sin presencia de ese ente nefasto que emite papelitos, digo, debería ser una cosa bastante dura, granítica. Y eso debería igualarse a los saldos reales. Es decir, la cantidad de dinero dividido el nivel de precios. Entonces, fíjense que ahí ustedes se encuentran con la teoría monetaria de la inflación, porque ustedes van a determinar que el nivel de precios va a venir dado por el cociente entre la oferta de dinero y la demanda de dinero. Y ahí cuando ustedes incremente la cantidad de dinero, lo que van a hacer es determinar el nivel de precios. Es lo que se llama el problema del ancla nominal. Es más cuando ustedes derivan las funciones de demanda de cada uno de estos bienes, como son homogéneas de grado cero, ustedes determinan los precios relativos y al determinar que el dinero es el numerario, lo que hace el Banco Central es que queden todos los precios determinados en dinero. Es decir, determina la escala nominal de la economía. Es decir, el famoso ancla nominal. Es decir, la forma en la cual yo estoy anclando el nivel de precios es fijando la cantidad de dinero.
Entonces, si desde que asumimos en diciembre la base monetaria está constante, pese a que compramos 15.000 millones de dólares, pese a que se nos dispararon los puts, pese a que tuvimos que pagar los pasivos remunerados, la contracción por BOPREAL y la contracción por superávit fiscal ha sido tal que compensó todo eso y dejó la base monetaria constante, por eso está bajando la inflación.
Después voy a seguir con los temas que tienen que ver con la actualidad, pero, o sea cuando dicen algunos economistas profesionales, asumo que algunos digamos, por ignorancia, otros por resentimientos, otro porque, digamos, o sea si se quisieran suicidar, lo mejor que podrían hacer es tirarse de lo más alto de su ego. Digo, quedarían hechos un huevo frito, abajo. “No hay plan de estabilización” , ¿y cómo es que baja la tasa de inflación? ¿qué es, magia? No. Dejamos constantes la cantidad de dinero.
Es más, digo, cuando ustedes hacen la configuración de un programa de estabilización tiene básicamente tres elementos centrales: tienen una política fiscal, tienen una política monetaria y tienen una política cambiaria. En el plano cambiario, nosotros nos encontramos con una brecha del 200%. Es increíble, porque aparecen algunos economistas diciendo “el atraso cambiario” , esos mismos que dicen que hay un problemas de atraso cambiario son los mismos que decían que había que poner el dólar a 600 y tenían una hipótesis inflación más alta. Nosotros lo pusimos por el equivalente a 1000 y tenemos menos inflación. Digo, podrían ser por lo menos no sé, coherentes para ser intelectualmente no tan deshonestos. Ese es el primer, una de las cosas. La otra parte es la política fiscal, déficit cero, ¿qué decían? “no, es imposible conseguir el déficit cero en el 2024″ y nosotros empezamos a orejear los números y decía y hablábamos con Dota y me decía, me parece que alcanzamos el déficit cero en marzo. Para qué. Me puse nobulis. El pobre Guillermo Francos sufriendo. ¿Qué tal Guillermo cómo está?
Tiren la Ley Bases, hagan lo que quieran, total con esto, digamos con el programa, vamos a lograr todo esto a pesar de la política y vaya que lo estamos haciendo. ¿Y con qué nos encontramos? que eso que era imposible lo logramos en el primer mes. En enero alcanzamos el equilibrio financiero, es decir tuvimos superávit primario y además pagamos los intereses, o sea alcanzamos el equilibrio financiero. Entonces, qué dijeron digamos la manga de pifiadores, en lugar de reconocer que le pifiaron, “Nah, bueno, es muy poquita de motosierra y mucha licuadora”. Digo, pregunten qué pasó con la obra pública. Pregunten qué pasó con las transferencias discrecionales. Pregunten qué pasó con los intermediarios de los planes. Pregunten qué pasó con la cantidad de empleado público. Me parece que la motosierra es un poquitito más grande, de hecho, la mayor parte del ajuste es motosierra y les voy a decir algo, digo, a veces la licuadora si se vuelve permanente, también en motosierra, digo que quede claro entonces.
La motosierra final es cuestión de tiempo, hasta que terminemos de estabilizar. Es más, y a aquellos que dicen: “No, bueno, pero ustedes no son liberales subieron los impuestos”. Ah, ¿subimos los impuestos? Yo suelo utilizar un ejemplo muy interesante para entender el robo que es la política monetaria, que es el caso de una economía que hace transacciones en oro. Supongamos que tenemos una economía que hace transacciones en monedas de oro y aparecen ahora por acá un par de amigos míos, aparece un físico y aparece un químico y me traen la fórmula para convertir el plástico en oro, entonces, ¿qué empezamos a hacer? Empezamos a comprar plástico. Entonces, ¿qué empezamos a hacer? empecemos a falsificar oro. La pregunta es, si yo a ese oro lo tuviera guardado en mi casa, o tengo un problema de autoestima y entonces quiero alardear de que tengo toda una casa de oro y no es de oro, digamos es de oro falso, entonces, agarro y hago todo eso. Digo, hasta ahí no es ningún problema porque, yo ahí no estoy cometiendo ninguna estafa, hasta ahí no hay nada, o sea lo único que estoy haciendo es falsificando”.
El problema aparece cuando ese oro falso, yo lo meto adentro de la economía como si fuera bueno y cuando hago eso, ¿cuál es el problema? estoy aumentando la oferta de oro y al aumentar la oferta de oro, el poder adquisitivo del oro cae, es decir, que todos los precios expresados en unidades de oro suben, ¿eso se llama cómo? Inflación. Es decir, donde la verdadera estafa no es la inflación, la verdadera estafa es el señoreaje. Es la emisión monetaria la verdadera estafa, porque yo les hago una pregunta, si ustedes tuvieran una economía en crecimiento y el Banco Central emite acorde al crecimiento de la demanda de dinero como consecuencia del crecimiento de la economía, suponiendo que el consumo fuera una fracción constante del ingreso, digo así queda todo perfecto en términos de la estructura que usé. Entonces, ¿qué es lo que sucede? la inflación es cero, ¿no hay estafa ahí? sí que hay estafa, sí que hay estafa.
Entonces, digo, claro cuando quieren hacer la cuenta del impuesto inflacionario no le da. Porque cuando calculan la tasa, le da la tasa inflación dividido uno, más la tasa de inflación. Entonces, como es cero, entonces, no le da. En realidad, sí hay estafa. ¿Por qué hay estafa? porque si no hubieran emitido, hubiera deflación, es decir la deflación es algo sano. Es decir, la deflación, digo, de hecho, para los clásicos que se dedicaban a mirar todo el día que estaba pasando en la economía y después escribían, para ellos no eran un problema. Por eso recomiendo enfáticamente un libro maravilloso de Philip Bau, que se llama Defendiendo la Deflación. Lo que pasa, que cuando hay deflación, o sea, hay algunos que ganan y hay otros que pierden. Bueno, sí digamos, tienen más exposición los que pierden y bueno, claro, digo entonces, la deflación es mala. Pero no es mala porque deriva de hecho del propio crecimiento económico, implica devolverle recursos a la gente.
Esto quiere decir que la verdadera estafa es la emisión monetaria. Esto es muy interesante, porque el gobierno delincuente que nos precedió, en los cuatro años de gobierno emitieron 28 puntos del PBI, manga de chorros. No solo eso, porque de esos 28 puntos del PBI, en el último año emitieron 13 puntos del PBI. Y si ustedes consideran entre, digamos, la emisión directa y la emisión indirecta, y si ustedes consideran que la base monetaria, no la amplia, sino la base monetaria básica es 2,6% el PBI, nos dejaron implícitos, solamente en eso una multiplicación del nivel de precios por cinco veces. No solo eso, además nos dejaron un Banco Central quebrado, donde había una relación de pasivos remunerados de cuatro veces a uno. No solo eso, sino que además nos dejaron sobrante monetario. Claro, cuando ustedes hacían toda la cuenta, digamos, básica, eso daba que nos íbamos a encontrar con una inflación en torno al 15.000%.
Digo, ese chico, el soviético, el que está en la Provincia, “Eso era una exageración” decía, “eso no pasa”. Y la realidad es que cuando nosotros, digamos, entramos en diciembre, en la primer semana, los precios venían creciendo al 1% diario. Eso anualizado daba 3.700% anual. Dicen: “No, pero si sumo 1 más 365 veces, me da 360″ O sea, ni siquiera saben el cálculo de cómo es la inflación, que es una exponencial. Así estamos.
Después cuando ustedes toman las dos primera semanas, porque el gobierno anterior había dejado un montón de controles de precios y los liberaba todos justo antes de que asumiéramos nosotros. Ahí la inflación se aceleró al 7500% anual. Y hay algunos caraduras, hay colegas, intelectualmente deshonestos, que niegan que había una inflación, una hiperinflación plantada, que niegan que había un potencial de hiperinflación de entorno al 15.000%. Y cuando ustedes toman la inflación mayorista, la inflación del mes de diciembre mayorista dio 54%, eso anualizado da 17.000. Es decir, nosotros asumimos con una tasa de inflación mayorista corriendo el 17.000 por ciento y esa inflación que corría al 17.000 por ciento, es decir al 54% mensual, dada la obra enorme que está llevando a cabo todo mi equipo, hoy esa inflación mayorista es del 5%. Es decir, la bajamos en 90% al ritmo del que crece la tasa inflación y no tenga duda que la vamos a exterminar.
Entonces. Tenía toda una parte donde me peleaba con Keynes, pero la voy a omitir. Sí, porque digamos me pongo un poco denso, intenso. Voy a tratar de mantener las formas. Entonces, lo primero que, entonces es interesante. Porque, claramente, nosotros tenemos un programa de estabilización, un programa de desinflación. Porque por algo baja la inflación. No es que baja por arte de magia. Es más, hay otro elemento central de por qué baja la tasa de inflación. Una de las cosas enormes, que es digno de admiración, es el trabajo que está haciendo Santiago en el Banco Central y todo su equipo, Santiago Bausili. ¿Esto por qué es tan importante? Porque, miren, cuando ustedes tienen un Banco Central quebrado, es decir que quiere decir que los pasivos valen más que sus activos, la única forma donde ustedes corrigen la quiebra, tradicionalmente, es mediante un tremendo fogonazo inflacionario, de modo tal que los pasivos monetarios se achiquen. Y cuanto más quebrado están, la tasa de inflación que ustedes necesitan es muchísimo más alto para dejar en equilibrio el patrimonio neto. Entonces, en la medida que, ustedes tienen un nivel de precios de hoy, en la medida que ustedes van a una quiebra del Banco Central y necesitan licuar eso, implica precios más altos, una inflación más alta. Entonces cuando ustedes toman el nivel de precios que deja en equilibrio el balance del Banco Central, respecto al nivel de precios que tiene hoy, unen eso, les da una línea y la pendiente de esa línea es la tasa de inflación.
Entonces, conforme ustedes empiezan a limpiar el balance del Banco Central, lo que están bajando es, la tasa de inflación. Esto es un tema muy interesante. Es decir, el trabajo que hace el Banco Central es fundamental, el saneamiento es fundamental para bajar la tasa inflación. Pero qué quieren que le diga si había uno que decía “no podés dolarizar, si no hay fideos y no hay tuco, y me invitás fideos con tuco”. Se equivocó, pero es más fácil tirar volquetes de estiércol antes que reconocer el error. De hecho, una de las cosas, una de las cosas, miren, digamos si los que están murmurando se comieron el vaso, lo siento. La vida es así. De hecho, fíjense que nosotros teníamos varias propuestas de dolarización. En la medida que íbamos avanzando algunas se nos caían, otras quedaban en pie. La única que me quedó en pie es la que habíamos propuesto nosotros, que era tomar los pasivos del Banco Central. Perdón los activos del Banco Central pasarlo a títulos de Mercado, que obviamente tienen un descuento enorme, sí, y con esos títulos ponerlos contra los dólares, y haciendo todas las correcciones que esos títulos subieran de precio y eso ofrecía un negocio enorme. Bueno, les aviso que cuando nosotros asumimos, los bonos estaban en 18 dólares, póngale 20 para redondear. Hoy los bonos están arriba de 60, recibimos el riesgo país en 2900 hoy estamos en 1150. Es decir, además, estamos haciendo una caída del riesgo país como pocas veces visto en la historia argentina. ¿Y saben qué? Eso predice que para adelante la economía rebota. Por eso, digamos, están tan nerviosos. Por eso utilizan causas nobles, para tratar de desestabilizar un gobierno porque saben que van a perder y no vuelven más.
Por lo tanto, fíjense que cuando nosotros recibimos ese déficit Monumental de 15 puntos del pbi, 5 en el tesoro y 10 en el Banco Central, hoy, entre el ajuste que hicimos en el tesoro y el ajuste que lleva hecho el Banco Central, de 15 puntos lo bajamos a 13. No solo eso. Cuando termine el año, le habremos devuelto al sector privado 15 puntos del PBI en ahorro. ¿Quieren saber cómo va a crecer la economía? Va a subir como pedo de buzo. “Pero no hay ancla nominal” , menos mal. Bueno, eso, digamos, entonces hay una ancla, digamos el caso del ancla nominal que cuando ustedes fijan la cantidad de dinero. Obviamente que no es la única forma de anclar. Hay cosas que verdaderamente a mí me parecen divertidas, no. Porque vienen economista y dicen “no, bueno, porque no hay un plan integral, porque debería definir la matriz productiva de los próximos, digamos no sé, 5 años”. ¿Qué quieren un plan quinquenal? No soy Leontief, no soy un comunista. Soy liberal libertario, creo en la libertad, creo que eso lo tienen que determinar los empresarios, no un burócrata fatalmente arrogante desde una oficina. O cuando dicen “no, bueno, pero deberías fijar el sendero de precios, salarios”. Digo, de vuelta muchachos, soy liberal, yo creo en el sistema de precios. Es decir, ustedes para determinar, para poder saber cuál es el vector de precios, deberían, de vuelta, conocer las preferencias, la tecnología y las dotaciones.
Pero si ustedes además lo quieren hacer intertemporal, lo tienen que hacer desde hoy hasta el fin de la historia. Y además, con lo cual tienen que saber cómo se va a mover la población, cómo va a moverse, digamos, las preferencias, cómo van, digamos, a moverse la tecnología. Es más, cosas que ustedes antes creían que no estaban en las dotaciones pasan a hacer dotaciones, o miren si digamos conquistamos Marte y nos traemos recursos de Marte, son un montón de cuestiones. Para poder acertar todo eso, uno tendría que ser omnisciente, omnipresente y omnipotente. Es decir, deberían ser Dios. Digo, mire por mucho que le pese a los políticos, no son Dios. Les diría que son peores que el ser humano promedio. Porque cuando, miren, cuando yo entré en política, digamos, y después de un tiempo, me preguntó un periodista, así de manera media agresiva, me dijo “bueno, pero usted que entró en política y se vive quejando de los políticos, qué piensa ahora” , entonces le dije que me equivoqué, me dijo “vio que al final que no eran tan buenos” , no, no, me equivoqué para mal. Son mucho peor de lo que imaginaba.
Por eso el sistema de la libertad funciona mucho mejor, porque digamos o sea, está, digamos, decir que son monos con navaja es insultar a los monos. Entonces, cómo voy a estar fijando precios. “No, tiene que fijar el sendero de los precios” , están locos. Soy liberal. Me da urticaria hacer eso. Entonces, no solo eso. Ni que hablar, me imagino que podrían ponerse a buscar los informes que reciben de muchos economistas profesionales que decían que había que poner la tasa de interés, real positiva. Hoy la pelota de los pasivos remunerados, hubiéramos emitido en los últimos tres meses, cuatro bases monetaria. El problema es cuando explota la pelota, no habrá aparecido Federico con las LEBACS, después con las LELIQS, y de ahora serían los pasivos remunerados. Que, dicho sea de paso, el gobierno anterior fue tan amigable que nos dejó todos los pasivos remunerados a un día. Como verán, estaba fácil. Es tan fácil desde la tribuna. El otro día hablaba con el profesor De Pablo y le reconocí un error mío, digo de tiempo atrás, y el error era, yo había entrado en mi Sendero Rothbarthiano, entonces estaba intenso. Y cada vez que hablábamos de política económica, yo como que me enojaba porque lo veía como muy condescendiente. El profe De Pablo entrevistó a todos los ministros de economía y presidentes del Banco Central desde la mitad del siglo XX en adelante.
Eso a mí me generaba una situación muy particular. De hecho, de almorzar entre tres y cuatro veces por mes, pasamos a ser algo más distanciados, para preservar la amistad. A pesar de que habíamos visto mundiales juntos, habíamos pasado fiestas juntos. El profe De Pablo con sabiduría seguro que dijo “andá, aprendé y volvé”. Y el otro yo le reconocí mi error, porque una de las cosas que yo siempre traté de hacer como analista era tratar de incorporar las restricciones. Bueno, ahora descubrí que son más. O sea, es un poquitito más difícil. Entonces, digo, desde la tribuna es bastante fácil. Porque aparte hay algo interesante, que es, saben qué, mire usted van a ver un partido de Argentina, el partido Argentina es muy lindo, las banderas, los cánticos, todo lo que usted quiere, es fabuloso. Pero los goles los hace Messi. Es decir, si ustedes quieren ganar, digamos, tienen que empezar a hacer goles. O sea, y la verdad que yo con mi equipo siento que tengo a varios Messi adentro del equipo. Siento que Toto es Messi, siento que Patricia es Messi, siento que Sandra es Messi, siento que Diana es Messi, siento que cada uno, pienso que Guillermo Messi, que todos ellos son un Messi en su puesto, por decirlo de alguna manera. La verdad que estoy muy feliz con el excelente equipo que formamos. Digamos, para hacer esto hay que meterse. Hay que meterse. Sino nos van a gobernar los orcos. Y otra cosa que recomiendo, digamos, para tener en cuenta que los orcos lo entienden perfecto, pero parece que nosotros los liberales no somos tan vivos y no nos damos cuenta, el poder es un juego de suma cero. Si lo tenemos nosotros, no lo tienen ellos. Y eso sí, eso lo entienden ellos. Pueden tenerlo los bolsos de López y lo van a seguir negando. O sea, ustedes, lo van a encontrar afanando y lo van a negar y nosotros empezamos “no porque en realidad” como dijo un imbécil, “este no es un gobierno liberal porque no liberó la droga”. O que no bajamos los impuestos y sucede que le estamos devolviendo a los argentinos 15 puntos del PBI en términos de no señoreaje. Es decir, bueno si hay una sustitución de impuestos, pero digamos en el neto, digamos, el gasto público en términos reales está cayendo. Digamos lo que diría Rothbard, la verdadera presión del Estado está cayendo. Es decir, digo, estoy cobrando menos. Digamos, o sea, en el fondo voy a tener menos impuestos, porque tengo un estado más chico. La otra forma de tener un ancla nominal es utilizando, lo que se llama, sistema de metas de inflación. Pero, digo, ahí, digamos, el ancla es una cosa más complicada, porque en rigor, si ustedes lo quieren pensar en términos de cantidad de dinero, no lo tienen. Porque cuál es el problema. Porque si estoy fijando la tasa de interés, entonces no fijo la cantidad de dinero, y si no fijo la cantidad de dinero, no puedo fijar el nivel de precio. Entonces, tengo lo que se llama un problema del ancla nominal. Y eso se resuelve, de qué manera. Cuando tengo las expectativas de inflación, al tener, digamos, determinado los precios esperados, entonces si las expectativas están ancladas puedo determinar los precios de hoy, puedo determinar la demanda de dinero y al determinar la demanda de dinero determino la cantidad de dinero y el sistema queda anclado. Eso sí, digamos, hay que tener anclada las expectativas. Miren, yo creí que tener un Banco Central que hiciera las cosas bien, digamos, era posible. Es más, mi gran ilusión fue que cuando tuvimos el mejor Banco Central de la historia, que fue el que presidió Federico, yo creí que podíamos tener Banco Central hasta el 28 de diciembre del 2017. Digamos, que se lo llevaron puesto y así fue lo que desgastilló el retorno del kirchnerismo. Entonces, en ese sentido, ahí a mí digamos el Banco Central, solo es cuestión de tiempo, ya lo voy a agarrar.
Más allá de esto, lo que quiero, entonces, ahora es básicamente terminar con lo que nosotros hemos hecho. Cómo es que estamos logrando bajar la tasa inflación y básicamente de vuelta, como dije antes, un programa de déficit cero, donde atacamos de cuajo el gasto público, donde, obviamente, que en la primera parte sobrereaccionamos y el ajuste equivalente. ¿Ustedes escucharon el otro día lo del títere? Fue increíble. Diciendo “ay qué ajuste insignificante”. Dejó un déficit de más de 5 puntos del pbi, nosotros lo llevamos a cero dos positivo y si lo toman en términos anualizados, hicimos un ajuste de 7 puntos del PBI, y el caradura dice “resultado insignificante”. Les cuento que, en los últimos 123 años de historia, Argentina tuvo déficit en 113. Quiere decir que tan fácil lo que estamos haciendo no era.
Por otra parte, el saneamiento del Banco Central hizo que de tener un déficit cuasifical de 10 puntos del PBI, digamos, hoy ya está en cuatro y va camino a tres. Es decir, cuando vengan las próximas tasas de inflación y volvamos a bajar la tasa, otro punto más le vamos a echar. Entonces, cuando ustedes computan lo que ajustamos en el Tesoro y lo que buscamos en el Banco Central, ya llevamos ajustado de los 15 puntos, 13 puntos. No existe registro histórico en la historia de la humanidad de un ajuste de semejante calibre en tres meses. Pero no solo eso, sino si ustedes se fijan, tanto los analistas como el Fondo Monetario Internacional, cuando nosotros llegamos estaba esperando una inflación del 250%. Digo, para Argentina. En un caso optimista. Bueno hoy el Fondo espera que Argentina, la inflación este año cierre en 150%. Para que cierre en 150% de acá a fin de año la inflación promedio tiene que ser del 5 y medio. Es decir que hacia fin de año está claro que la tasa de inflación, dado donde arrancamos, va a estar bastante por debajo del 5%. Es decir, lo estamos logrando. Estamos terminando con la inflación.
Es más, no solo eso, sino que además, el Fondo siempre suele ser como muy agresivo en las proyecciones. Esta vez se quedó corto con el ajuste y se quedó corto, digamos, con el tema de la inflación porque está bajando más rápido. Es decir, siempre que parecían ser el cuco de las cosas que proponían, nosotros lo estamos haciendo mucho más rápido. Por otra parte, hay otra digresión, digamos, que tiene que ver con el tipo de cambio real. Sobre el inicio de la presentación mencioné el tema de algunos que son muy deshonestos intelectualmente, diciendo que el tipo de cambio había que ponerlo en 600 y la tasa de inflación le daba más alta. Y ahora se quejan por el tipo de cambio de 1.000 y empiezan “no porque hay apreciación cambiaría”. Ahí hay también, digamos, hay una respuesta a esto, digamos, también con mucha sabiduría del profe De Pablo. Una cosa es hacer economía, otra cosa es hacer aritmética. Y hay mucha gente haciendo aritmética y poca economía. Aviso que no todos cometen este error. Digamos les spoileo el resultado, lo que dice Arriazu tiene razón. Ahora voy a explicar. Arriazu dice que Argentina, si estabiliza dado la estructura fiscal que tiene, va a convivir con una moneda muy apreciada.
En ese contexto, esto no es menor, si tenemos que convivir con una moneda muy apreciada porque como los precios internacionales están dados en tanto y en cuanto el fisco no se quiera correr del medio, la consecuencia es que se va a pagar en términos de menores salarios reales, por lo tanto si queremos levantar y mejorar la calidad de vida de los argentinos hay que atacar al déficit fiscal, hay que atacar al gasto público y no solo a nivel nacional, hay que atacarlo también a nivel provincial y a nivel municipal, hay que barrer con el fisco en todas las dimensiones.
Esto es, la fuente de nuestro empobrecimiento, la fuente de que la gente no le alcance la guita, la fuente de que haya tantos pobres tantos indigentes y que haya un montón de argentinos cagándose de hambre es culpa de los malditos políticos que no quieran bajar el gasto público.
Volviendo y para cerrar a los problemas del tipo de cambio real, que es una discusión que tanto le gusta tener a todos digo, el primer problema es si, supongamos que miramos la serie, digo, ustedes lo que van a ver es que digamos, la serie parece la montaña rusa, pero una montaña rusa interminable digo lo primero que yo diría es, una serie que tiene tanta volatilidad, sube baja, digamos, parece el electrocardiograma de un tipo que está haciendo una maratón, digo, el primer problema es, che ¿alguien me puede explicar qué valor tiene tomar una medida promedio? Digo con todo ese desvío estándar y con toda esa volatilidad ¿alguien me puede explicar qué sentido tiene tomar una medida promedio? Ya es un problema grave.
El segundo problema grave de eso es fijarlo en un momento del tiempo ¿y quién dijo que ese era el de equilibrio? Digo, ustedes se dan cuenta que, antes dijimos de la fatal arrogancia porque había que conocer el vector de precios o sea había que conocer el vector de precios de ese momento, para eso teníamos que conocer las preferencias la tecnología y las dotaciones de toda la economía desde hoy hasta la eternidad. Bueno, ahora incorporen la economía mundial, es decir, ahora ya no les alcanza con saber todo eso para la Argentina, digo lo tienen que saber para todo el mundo.
Es decir no se puede ser tan fatalmente arrogante y no solo eso, el disparate digamos o sea se corona de manera superlativa, cuando además digamos, eso les daría poder explicar las condiciones de oferta y demanda de todos los bienes de todo el mundo en un momento del tiempo, esto quiere decir que ustedes me pueden decir, no sé, que el tipo de cambio real que estaba en la fecha, no sé ¿cuál es el que más usan los informes de ahora? por decir algo, 2007, lo digo aleatoriamente, no sé, 1997, 1985, cuando quieran, la pregunta es: ¿las condiciones de oferta y demanda de todos los bienes de economía son idénticamente iguales a la de ese momento para decir que el tipo de cambio real tiene que ser ese mismo?
Digo, caemos en el problema de la fatal arrogancia o caemos en el problema de la imbecilidad furiosa, no sé ¿te gusta tanto el centrismo idiota? Porque ya que lo quiere, que lo apliquen y lo hagan de esa manera o digamos lo que yo sugiero, agarren toda la teoría neoclásica, un montón de pedazos, hay que tirarla de vuelta y hay que volver a abrazar la economía austríaca que son las que verdaderamente abrazan las ideas de la libertad. Así que, muchísimas gracias y les voy a decir algo ¿saben qué? A pesar de la política, lo vamos a lograr.
¡Viva la libertad carajo!.