Fuerte polémica por los superpoderes en la primera sesión virtual en Diputados
Con la tecnología como protagonista estelar, la Cámara de Diputados celebró con éxito la primera sesión remota en su historia. Con la mayoría de los legisladores conectados de manera a distancia y una minoría presente en el recinto, la Cámara baja, comandada por Sergio Massa,dio media sanción a los primeros proyectos de ley en tiempos de pandemia, inaugurando así una nueva dinámica de debate que se extenderá mientras se prolongue la cuarentena.
Oficialismo y oposición acordaron, para el debut, un temario acotado y consensuado para no prolongar demasiado la sesión. Tras seis horas de sesión, dos fueron las iniciativas aprobadas y giradas al Senado: una de ellas dispone eximir del impuesto a las ganancias las horas extras y las guardias obligatorias que realice el personal de la salud, de las Fuerzas Armadas y de las fuerzas de seguridad abocados a la lucha contra la pandemia. Con 254 diputados presentes (sólo hubo tres ausentes) el proyecto se aprobó de manera unánime: si bien todos pudieron expresar su voto de manera telemática, unos pocos debieron hacerlo a viva voz o mostrando su pulgar hacia arriba.
La segunda establece un programa de protección al personal de la salud que incluye la obligación de realizar tests de diagnóstico y la aplicación de estrictos protocolos y de medidas de bioseguridad en los establecimientos sanitarios. El proyecto fue aprobado también por unanimidad.
En el cierre de la sesión, los jefes de bloque celebraron que el debate se hubiese celebrado sin contratiempos ni fallas técnicas y agradecieron a los equipos técnicos de la Cámara. "La pandemia no tiene fecha; ojalá que la curva se siga inclinando hacia abajo y que los colegas que vemos en las pantallas puedan volver pronto al recinto. Porque el debate en el Parlamento es face to face, porque el Congreso también es control. Esta es una transición, nada más", enfatizó Mario Negri, jefe del interbloque Juntos por el Cambio.
A su turno, el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, elogió al presidente Alberto Fernández por haber priorizado, en esta pandemia, la salud de los argentinos pese a las presiones que, dijo, ejercen sectores de la economía y de la oposición para que se acelere la salida de la cuarentena. "Golpean a un gobierno cuando se toma una decisión correcta", cuestionó.
Desde Consenso Federal, Jorge Sarghini instó al Gobierno a retomar la senda del diálogo con la oposición para sortear las graves dificultades económicas que provoca la pandemia. En este sentido, cuestionó con dureza, al igual que Negri, el decreto presidencial 457/2020 por el cual el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, podrá manejar sin límites ni control del Congreso los recursos del presupuesto.
Dicho decreto, publicado el lunes último, suspende el límite del 5% que establecía el artículo 37 de la ley de administración financiera para reasignar partidas presupuestarias por parte del Poder Ejecutivo. A juicio de la oposición, con este decreto el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tendrá "superpoderes" para disponer del presupuesto a discreción mientras dure la pandemia.
"Lamentamos muchísimo el dictado del decreto 457/2020 dos días antes de que nos diéramos la posibilidad de sesionar –criticó Graciela Camaño (Consenso Federal)-. Usted presidente (en alusión a Massa), como yo, desde el Frente Renovador, fuimos artífices de que el gobierno anterior (de Mauricio Macri) se pusiera limites (en materia presupuestaria). No queremos que reaccionen, sino que deroguen el decreto".
Desde Juntos por el Cambio, Cristian Ritondo, jefe del bloque Pro, remarcó la actitud de colaboración que demostró la oposición desde que se desató la pandemia y la contrastó con la decisión del Gobierno de cercenar, por medio de un decreto, una de las facultades propias del Congreso, el manejo del presupuesto. "Los tapabocas sirven para prevenir los contagios, pero no nos van a hacer callar", enfatizó Ritondo. "Representamos al 41% de los argentinos que nos puso en este lugar. Ese decreto debe ser derogado", insistió.
"La pandemia no habilita a la suma del poder público, a una vocación constante por la concentración constante del poder, por el atropello de las facultades de este poder legislativo", asestó Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica.
También José Ramón, del Interbloque Unidad para el Desarrollo Federal, cuestionó el decreto. "El jefe de Gabinete debe venir muy pronto a este recinto a dar explicaciones ", reclamó.
Desde el oficialismo, el diputado Leonardo Grosso se encargó de retrucar las críticas opositoras. "No se trata de ‘superpoderes’. Empecemos a evaluar los ‘superproblemas’ y la ‘supercrisis’ que nos dejó el macrismo en la Argentina".
La sesión transcurrió sin mayores contratiempos. No fueron en vano los ensayos ni las reiteradas capacitaciones que, en tiempo récord, se impartieron a los legisladores. Tampoco las mejoras que, en materia de infraestructura, mejoraron la conectividad dentro y fuera del recinto. Al momento del inicio de la sesión, 240 diputados dieron quorum y, acto seguido, aprobaron el protocolo que establece las reglas de juego para las sesiones remotas que se llevarán adelante durante la cuarentena. El primer desafío fue superado: la votación, que se hizo de manera remota -y que presentó fallas durante el primer simulacro-, arrojó 248 votos positivos y dos negativos, de los diputados radicales Aída Ayala y Alvaro de Lamadrid. Sólo siete diputados debieron decir a viva voz el sentido de su voto.
Aprobado el protocolo, los diputados se abocaron al temario. Como primera tarea, Massa le tomó juramento a José Luis Patiño, de Juntos por el Cambio, y de Claudia Bernazza y Lisandro Bormioli, del Frente de Todos, quienes reemplazarán a los exdiputados Elisa Carrió (Coalición Cívica), Daniel Scioli -embajador argentino en Brasil- y Andrés Larroque, recientemente nombrado ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense.
Sentado en su sitial de presidencia, Massa se mostró tranquilo y confiado, aunque también estricto en el manejo de los tiempos y de los discursos de los legisladores para evitar que la sesión, de por sí compleja e inédita, se desmadre. Así, no dudó en rechazar que se votara de manera nominal una propuesta de Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda, para que se incorpore en el temario un proyecto de su bloque político para gravar las grandes fortunas. La iniciativa del diputado de izquierda fue rechazada a mano alzada.
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