Diputados: la oposición pidió sesionar el miércoles 9 para rechazar el veto de Milei al financiamiento de las universidades

Un amplio sector de la oposición dialoguista y el kirchnerismo pidieron una sesión especial en la Cámara de Diputados, el próximo miércoles 9, a las 11, para defender la ley de financiamiento universitario vetada esta madrugada por el presidente Javier Milei tras la masiva marcha de estudiantes, docentes, sindicatos y partidos opositores que se extendió ayer en distintas ciudades del país.

Al pedido de sesión que adelantó el bloque de diputados radicales, que encabeza el cordobés Rodrigo de Loredo, se sumaron en las últimas horas planteos similares de Unión por la Patria y las bancadas Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica.

Para ser presentados los pedidos de sesión se requería, primero, que el Poder Ejecutivo comunique a ambas cámaras del Congreso el veto de Milei, algo que se concretó este mediodía, lo que dio pie a los bloques opositores a requerir oficialmente la sesión al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

El escrito de los radicales cuenta con el apoyo de todas las tribus de la UCR: además de la firma del presidente del bloque, lo acompañan Facundo Manes, Pablo Juliano, Danya Tavela y Carla Carrizo, entre otros. En la cuenta que hacen en la bancada radical quedan afuera los cinco diputados conversos que defendieron el veto de Milei al aumento para los jubilados, aunque no se descarta que al menos dos de esos legisladores busquen una alternativa para tomar distancia esta vez de la Casa Rosada.

En la UCR hay optimismo por la sesión en ciernes. No solo porque representantes de todos los sectores de la oposición participaron en la marcha de ayer y por el influjo que los rectores de las universidades de todo el país tienen sobre los representes de las provincias, sino porque referentes de otras bancadas adelantaron su intención de sesionar el 9. Y finalmente pusieron la firma.

“La semana próxima vamos a estar en nuestras bancas, sesionando y poniéndole un límite a las pretensiones autocráticas del presidente. La universidad pública es parte de nuestra identidad nacional y motor de la movilidad social ascendente”, adelantó la bonaerense Cecilia Moreau, de Unión por la Patria. “Si hay veto, hay insistencia. Y si hay insistencia, la ley se cumple! Nos vemos el 9 en Diputados”, coincidió el socialista santafesino Esteban Paulon, que integra el bloque de Miguel Pichetto.

Pero lo que completa el entusiasmo opositor sobre la posibilidad de lograr los dos tercios que se necesitan para insistir con la ley es que, a diferencia de lo que sucedió con la movilidad jubilatoria, el bloque de Pro no se alinearía completamente con la Casa Rosada. Así se lo anticipó Cristian Ritondo al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, este lunes, cuando se vieron en Balcarce 50.

Sin los diputados de Pro, el Gobierno no estaría en condiciones de llegar al tercio (87 diputados, si los 257 estuvieran presentes en la sesión) que se requiere para bloquear el intento opositor de rechazar el veto. En rigor, el oficialismo quedaría muy lejos de ese número, ya que los 36 diputados de Pro representan –a su vez– más de un tercio de las voluntades con las que habitualmente cuenta la Casa Rosada. Con que decidieran no acompañar el veto solo 10 legisladores macristas (el número que calculan los radicales), las matemáticas se volverían muy empinadas para La Libertad Avanza.

Además, la oposición descuenta que sectores que se abstuvieron –y con eso favorecieron en las cuentas al oficialismo– cuando la Cámara baja intentó revertir el veto a la movilidad jubilatoria, esta vez respaldarán la recomposición presupuestaria de las universidades. Apuntan en particular a los ocho diputados de Innovación Federal, el bloque que responde a los gobernadores de Salta, Río Negro, Misiones y Neuquén.

La interna radical

“La identidad del radicalismo para mí está asociada a la universidad. Lo que pasa con esta ley es que Milei desprecia la universidad. Como desprecia el radicalismo, desprecia la universidad pública. Entonces yo creo que los que voten en contra realmente dejan de ser radicales”, afirmó el diputado platense Pablo Juliano, enrolado en el sector de Manes.

“Cuando marché ayer, cuando me voy a sentar en la banca, lo que estoy pensando es en el esfuerzo absoluto que hace una familia, un padre, una madre, una abuela, cuando te mandan la encomienda, cuando te mandan a estudiar, cuando te están pagando otro alquiler por fuera de tu casa, cuando mantienes otra casa más. Cuando venís del interior te cuesta un Perú estudiar. Y lo que el Gobierno no está entendiendo es que la universidad está llena de esas ilusiones, de ese esfuerzo. Entonces, los radicales que no entienden esto, para mí no entienden nada”, agregó Juliano, en otro mensaje destinado al interior de su bloque.

Después de quedar en el centro de la polémica por el voto de los cinco radicales conversos, que después de visitar a Milei en la Casa Rosada cambiaron su voto en favor de la movilidad jubilatoria para defender el veto presidencial, en la UCR esperan acotar el impacto en la sesión del miércoles.

Entienden que el tucumano Mariano Campero y el correntino José Federico Tournier (un liberal que desembarcó en el bloque en reemplazo de un radical que asumió como ministro de Gustavo Valdés) podrían volver a votar con La Libertad Avanza. Esperan, en cambio, que Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén) acompañen la defensa de la ley, se ausenten o se abstengan. Cervi ya adelantó, en diálogo con FM Milenium, que estaba “evaluando” su voto.

Tras la fallida insistencia por la movilidad jubilatoria, cuando la Convención Nacional de la UCR, con influjo de Lousteau y Manes, suspendió las afiliaciones de Campero, Arjol, Picat y Cervi, el cordobés De Loredo, con el apoyo de los radicales más cercanos al Gobierno, como el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, repudiaron las sanciones y evitaron que los cinco conversos fueron expulsados del bloque.

En esa reunión de la bancada, De Loredo logró aprobar –con la resistencia, nuevamente, del sector de Manes y Lousteau– una nueva mecánica para las votaciones del bloque: de ahora en más, antes de cada sesión, los diputados radicales someterán a debate cada proyecto y lo que decida la mayoría deberá ser votado luego por todos los integrantes en el recinto.

Con ese criterio, Campero, Arjol, Picat, Tournier y Cervi deberán votar en contra del veto de Milei, ya que la postura mayoritaria del bloque es defender el presupuesto universitario. Si no lo hacen, la mecánica establecida por De Loredo fallará en su debut. O derivará en la fractura del bloque.

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