Diputados: el oficialismo quiere que la sesión para aprobar la ley ómnibus se realice antes del paro de la CGT

Tras frenéticas negociaciones de última hora, el Poder Ejecutivo accedió a buena parte de los planteos que formularon los bloques de oposición dialoguista de la Cámara de Diputados para modificar el megaproyecto de ley que envió el presidente Javier Milei al Congreso. De todas maneras, pese al voluntarismo libertario, el oficialismo y este sector de la oposición acordaron convocar a sesión especial la semana próxima, por lo que quedó desactivada la posibilidad de sesionar este sábado.

En principio, el cronograma conversado por los funcionarios del gobierno con los referentes de los bloques oficialistas incluye la posibilidad de que la ley ómnibus obtenga dictamen el próximo martes, mientras que para el jueves quedaría la sesión para la media sanción en la Cámara baja. Un día antes, el miércoles, la CGT realizará un paro general, con movilización a las puertas del Congreso, para rechazar el tratamiento de la iniciativa.

Pero según pudo saber LA NACION, el gobierno quiere ahora que la sesión se realice el mismo martes, un día antes de la huelga de la central sindical. Para ello, debería conseguir que el dictamen se emita el lunes.

Anoche, los bloques dialoguistas -Pro, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal- recibieron las contrapropuestas del gobierno de manos del ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial Santiago Caputo. Este fin de semana se abocarán a estudiarlas y su objetivo es llegar al martes próximo a una reunión plenaria de las comisiones para emitir dictamen. Según trascendió, buena parte de las propuestas opositoras fueron receptadas por el oficialismo, lo que augura un buen clima a la hora de la redacción de la letra fina del texto.

“Fue una buena reunión. Los representantes del Gobierno se mostraron receptivos a nuestros planteos, lo cual vemos como positivo -enfatizó el jefe del bloque radical, Rodrigo De Loredo, quien convocó de inmediato a una reunión de su bancada para analizar las contrapropuestas-. Los cambios son muchos, lo que se nos entregó fue un punteo de las principales modificaciones, veremos después cómo viene la letra chica”.

En efecto, el oficialismo propuso modificar al menos cien artículos del proyecto de ley, entre ellos los dos puntos más conflictivos y sobre los que la oposición dialoguista acordaron rechazar en conjunto: la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria y la ampliación de las retenciones al 15% de las economías regionales. Respecto de la cuestión previsional, el Gobierno accedería a que los haberes jubilatorios sean actualizados mensualmente por el índice inflacionario a partir del primer mes de este año; también ofertaron eliminar el artículo del texto, según trascendió de fuentes parlamentarias.

Por otra parte, el Ministerio de Economía no concedería una baja generalizada de los porcentajes de retención, aunque aceptaría reducir a cero las alícuotas que afectan a las economías regionales que, según el texto oficial, trepan al 15%.

“Hay disposición para llegar a un acuerdo y llevar el megaproyecto de ley al recinto la semana próxima –adelantaron fuentes de Pro-. El Gobierno aceptó varias de nuestras sugerencias, se modificaron más de cien artículos. De todas maneras, hay algunos puntos que debemos seguir discutiendo, pero a priori hay voluntad de avanzar juntos en la redacción del dictamen final”.

El despacho de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, fue el escenario de las reuniones que, por separado, mantuvieron el ministro Francos y el asesor Caputo con los jefes de los bloques dialoguistas. Primero desfilaron Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal, de Pro; luego fue el turno de Rodrigo De Loredo, de la UCR y de Miguel Pichetto, de Hacemos Coalición Federal. A Pichetto lo acompañaban Emilio Monzó, Nicolás Massot, Ricardo López Murphy, Juan López, Florencio Randazzo y la presidenta del bloque Innovación Federal, Pamela Caletti.

“Las novedades son buenas y las estamos trabajando en el bloque -celebró la diputada Karina Banfi, de la UCR-. Es una propuesta general que nos permite avanzar con el bloque radical y con los otros bloques que venimos trabajando”.

Según relató el cordobés De Loredo, los pedidos de emergencia solicitados en el proyecto de ley quedarán acotados y, con ellos, las facultades legislativas a delegar en el Poder Ejecutivo. Asimismo se excluiría del texto el artículo por el cual el Gobierno pretende la aprobación del megadecreto de necesidad y urgencia que dictó en diciembre último, el cual ya recibió varias objeciones judiciales.

Si bien los bloques dialoguistas insistieron en que el texto solo contuviera el paquete fiscal y se excluyeran los capítulos referidos a la justicia, seguridad, salud y educación para debatirlos en sesiones ordinarias, el Gobierno se mantuvo firme en la redacción original. “De todas maneras se introducirán cambios en esos capítulos, según nos adelantaron los funcionarios”, indicó.

Lo que sí quedó afuera del proyecto es el capítulo referido a la reforma electoral por el cual el Gobierno pretendía instaurar el sistema de elección de diputados nacionales por circunscripciones uninominales. “Ese tema no se va a discutir en este proyecto”, confirmó De Loredo. La derogación de la ley de primarias, sin embargo, quedaría en el texto. “El radicalismo no está de acuerdo con derogar la norma, será un tema a discutir”, sostuvo el cordobés.

Respecto de las privatizaciones de empresas públicas, el Gobierno accedería a excluir a YPF del listado de empresas a privatizar, tal como reclamaban los opositores. Sin embargo, no cedería en el caso del Banco Nación. “En cualquier caso, toda privatización de empresas deberá pasar por el filtro del Congreso a través de la Comisión Bicameral de Privatizaciones, eso estaría acordado”, indicaron desde el radicalismo.

Los intentos del oficialismo de forzar los tiempos para debatir el proyecto en el recinto pasado mañana se encontraron con la negativa férrea de los dialoguistas. Incluso la bancada de Pro, más cercana al Gobierno, le transmitió a Menem que lo más conveniente era postergar el debate a la semana próxima para tratar de llegar a un acuerdo lo más cerrado posible que impidiera sorpresas durante la sesión que, se estima, será maratónica.

“No había posibilidades materiales para redactar un dictamen serio en los tiempos que proponía el oficialismo”, advirtieron desde el bloque Hacemos Coalición Federal. Esa bancada, junto con la UCR e Innovación Federal, avanzaban en las últimas horas en la redacción de un texto propio alternativo al del oficialismo ante la posibilidad de que el Gobierno no introdujera los cambios pretendidos por los dialoguistas.

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