Diferencias por Israel: la Cancillería evita escalar las diferencias con Massa, pero sostiene su postura
Desde el Palacio San Martín convalidan el respaldo del candidato al gobierno de Tel Aviv “para diferenciarse aún más de Milei”; de todos modos, sostienen su condena al terrorismo y a la respuesta israelí en Gaza
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El palacio San Martín se mantuvo en prudente silencio público desde el domingo por la noche, cuando Sergio Massa calificó de “horrible” el comunicado firmado por el canciller Santiago Cafiero, en el que además de volver a cuestionar la matanza perpetrada por el grupo terrorista Hamas cuestionaba a Israel por el bombardeo de un campo de refugiados, en plena franja de Gaza.
“Es entendible lo que dijo Sergio. ¿Para qué pelearse con Israel en plena campaña?”, justificaron desde la Cancillería. Sin tomárselo como un ataque personal, cerca de Cafiero sostuvieron que la postura de Massa-que ya había criticado ese comunicado a través de su retuit a un posteo senador tucumano Pablo Yedlin-se relaciona con su “búsqueda de diferenciarse de (Javier) Milei”, también en el terreno sensible de la política internacional.
Por cierto, Massa viene haciendo punta en su apoyo al Estado hebreo, por encima aún de la postura de Milei, confeso estudioso del judaísmo y contrario al ataque terrorista contra Israel. Durante la entrevista con Luis Majul en LN+, el domingo por la noche, Massa recordó que durante el segundo debate presidencial “fue el único” que prometió que, de llegar a la Presidencia, incluirá a Hamas en el listado de organizaciones terroristas, donde el gobierno de Mauricio Macri incluyera en 2019 a Hezbollah, otra organización proiraní que ataca a Israel desde Líbano.
El lunes de la semana pasada, Massa concurrió al hotel Four Seasons, donde la DAIA llevó adelante un repudio al ataque de Hamas y una condena al terrorismo. Milei, que había sido invitado, dejó su silla vacía aunque allí estuvieron, en su representación, la diputada electa Diana Mondino y el excandidato a jefe de gobierno porteño, Ramiro Marra.
Las posturas de Massa coinciden con las de la DAIA, la AMIA y el Congreso Judío Mundial, cuyos dirigentes fueron recibidos el viernes por el presidente Alberto Fernández. En esa reunión, en la que también estuvieron Cafiero y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, los directivos comunitarios volvieron a reclamar más acción en las gestiones que el propio canciller lleva adelante con Qatar, Egipto y la Cruz Roja, entre otros, para interceder para la liberación de los 21 rehenes con pasaporte argentino, secuestrados el 7 del mes pasado y en manos de Hamas en algún lugar de la franja de Gaza.
Allí, y en un diálogo “franco y abierto” según dos de los protagonistas, Fernández y Cafiero ratificaron su postura de condenar el terrorismo, reclamar por los rehenes, y también condenar a Israel por haberse “excedido” en los ataques posteriores contra los palestinos. Desde la dirigencia judía retrucaron que Hamas usa civiles como “escudos humanos” en hospitales o campos de refugiados. “Están haciendo cosas, no sé si puede hacer más”, se sinceró, de todos modos, uno de los asistentes al cónclave con el Presidente.
Cerca del candidato presidencial de Unión por la Patria eximen a Cafiero por el contenido del comunicado de condena a Israel, que de todos modos no llegó al nivel de Bolivia, Chile o Colombia, que retiraron a su embajador en Tel Aviv o lo llamaron a consultas.
En el massismo apuntan al vicecanciller Pablo Tettamanti, cabeza del denominado “ala rusa” y con posturas “siempre contrarias a Israel”, según señalan. Exembajador en Rusia durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner y parte del de Macri, Tettamanti ya cumplió la edad para jubilarse, y no son pocos los que lo imaginan fuera de la Cancillería, si Massa llegará a ganar en el balotaje del próximo domingo 19. “El comunicado es ciento por ciento Tettamanti”, interpretan.
Más allá de las justificaciones de la Cancillería en torno a este puntual contrapunto por Medio Oriente, está claro que Massa imagina una política exterior “diferente” a la actual. Tanto él como su referente en política exterior, Gustavo Martínez Pandiani, hoy embajador en Suiza, recalcaron en las últimas semanas la necesidad de tener embajadores “que vayan a menos cócteles y consigan más inversiones”, lejos de los “ideologismos y los caprichos”.
Como informó LA NACION ayer, Cafiero cumplió con el formalismo y ordenó a los 21 embajadores “políticos” retornar al país antes del 9 de diciembre, ya que sus mandatos vencen junto al del presidente Alberto Fernández.
Además de quienes ocupan posiciones destacadas como Jorge Argüello (Estados Unidos), Daniel Scioli (Brasil) o Patricio Vaca Narvaja (China), deben regresar políticos destinados en países de la denominada Patria Grande, como Ariel Basteiro (Bolivia), Oscar Laborde (Venezuela), Luis Ilarregui (Cuba) o Daniel Capitanich (Nicaragua), la mayoría de ellos con vínculo estrecho con la vicepresidenta Cristina Kirchner y simpatías con gobiernos cuestionados por su política de derechos humanos y conexiones con Rusia de Irán, acusado por la Justicia argentina por su participación en los atentados a la embajada de Israel y la AMIA, en los años 90.
Más allá del natural “toma y daca” que rodeará las designaciones de nuevos embajadores, la mayoría de ellos no seguiría en sus cargos si es que Massa se impone a Milei dentro de 12 días.