Diez años después, está frenada la causa por la desaparición de López
No hubo avances significativos en los últimos tiempos; hay pruebas que corren el riesgo de perderse
LA PLATA.- A 10 años de la desaparición de Jorge Julio López, el hombre que fue un testigo clave para condenar a ex represores de la última dictadura militar, el rumbo de la causa judicial iniciada para encontrar al albañil es tan incierto como su paradero.
Las pruebas acumuladas en más de 10.000 fojas -¿sin una hipótesis firme para dar con el testigo- corren riesgo de perderse ante el lapidario paso del tiempo.
El juez federal Ernesto Kreplak informó a LA NACION que el último trámite estuvo destinado a evitar que se pierda el registro de los llamados, que caducan a los 10 años.
"La última medida fue disponer, a pedido de la fiscalía, que se ordene a las diversas compañías telefónicas que conserven el registro de llamadas entrantes y salientes de una lista muy grande de teléfonos que se han investigado durante estos años. Esto se debe a que a los 10 años caduca el deber de las compañías de conservar esa información, de modo que se trata de una medida más bien preventiva", informó el magistrado que comenzó a intervenir en la causa en los últimos meses.
Kreplak es el último de los cuatro jueces que tuvo la causa en 10 años: el expediente tramitó ante Manuel Blanco -ya fallecido-, Arnaldo Corazza -jubilado- y Laureano Duran. Pero la instrucción del expediente siempre estuvo a cargo de la fiscalía especial que investiga los delitos de lesa humanidad.
Esta dependencia está a cargo de Marcelo Molina, el mismo fiscal que en las últimas semanas fue designado por la Procuración para investigar las amenazas y agresiones contra la gobernadora María Eugenia Vidal.
En los últimos días trascendió que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pediría ser tenida como parte querellante, pero hasta el cierre de esta edición eso no ocurrió. Al Juzgado Federal N° 3 no llegó ninguna actuación desde la fiscalía para resolver una petición de esas características.
Poco movimiento
La causa judicial tiene poco movimiento, pero son los organismos de derechos humanos los que mantienen vivo el reclamo por la aparición con vida de López. No renuncian a encontrar el testigo que fue clave para dictar la prisión perpetua del ex director de Investigaciones de la Policía, Miguel Etchecolatz, y de sus cómplices, condenados a reclusión perpetua por crímenes de lesa humanidad, por primera vez el 19 de septiembre de 2006. El episodio fue entonces un duro golpe para la política de derechos humanos del gobierno de Néstor Kirchner.
Esto fue un día después de la desaparición de López, la jornada de los alegatos en el juicio cuando salía de su casa de Los Hornos, en la madrugada del 18 de septiembre de 2006. Justamente, la consigna de la Comisión provincial por la Memoria es: "A 10 años lo seguimos buscando. Hoy Etchecolatz sabe donde está".
Desde la Liga de Argentina por los Derechos del Hombre, Guadalupe Godoy dijo a LA NACION: "Hace mucho tiempo que la Justicia no sigue objetivos ni líneas de investigación clara".
La abogada, una de las primeras querellantes en la causa, agregó: "Las medidas que hemos propuesto para investigar a los sectores relacionados con las fuerzas de seguridad que querían que no avancen los juicios han sido resistidas. Ahora, sólo queda esperar que se rompa un pacto de silencio".
Para Godoy, "no hay nadie en el Poder Judicial que sostenga una investigación con el paso del tiempo". Mientras el tiempo sin rastros del testigo pasa hoy habrá una marcha en Los Hornos frente a la casa de López.
Allí, la única novedad son los escritos hallados en una caja de herramientas, donde el albañil que ya había desparecido durante la última dictadura relató las torturas sufridas durante su detención en la Comisaría 5a. de esta Capital. Esos manuscritos fueron desconocidos inclusos por su familia hasta meses atrás, cuando revisando las pertenencias del albañil dieron con ellos (ver aparte).
Jorge Julio López
Testigo judicial
La investigación casi no tiene movimientos. El último trámite de la Justicia fue para evitar que se pierdan registros telefónicosLa investigación casi no tiene movimientos. El último trámite de la Justicia fue para evitar que se pierdan registros telefónicos
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