Diego Santilli: “Si la competencia no es sana tenés el riesgo de que la gente se decepcione aún más”
El precandidato a gobernador de Buenos Aires habló en esos términos de la interna de JxC; elogió la ampliación que impulsa Larreta pero también ponderó a Macri; dijo que “Massa es Kicillof”
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Diego Santilli, precandidato a gobernador bonaerense de Juntos por el Cambio, transcurre su campaña en una sintonía distinta a la de su socio Horacio Rodríguez Larreta. En su disputa interna con Néstor Grindetti no hay peleas ni golpes bajos y las diferencias se plantean en un clima civilizado, incluso distendido, contrario del tono por veces feroz que adquirió el duelo que protagonizan Larreta y Patricia Bullrich por la presidencia.
No es la única diferencia. Santilli tampoco tiene pruritos a la hora de exaltar la figura del expresidente Mauricio Macri; es más, confiesa que estaría encantado de que lo acompañe en su raid proselitista. Larreta, distanciado de Macri, no es tan elogioso; de hecho, se atrevió a criticarle el estilo endogámico de su gestión. “Fracasó”, dijo.
Santilli tiene otra visión. “Mauricio (Macri) suma, es un expresidente con una agenda enorme, que tiene experiencia política y de gestión –sostiene en diálogo con LA NACION-. Encarna la expresión de una visión que comparten muchos argentinos. Para mí sería importante que me acompañara. Entiendo que por ahora Mauricio se muestre equidistante porque hay dos precandidatos que compiten en la provincia. Seguramente después de las primarias nos acompañará”.
-¿Por qué el votante de Juntos por el Cambio debería votarlo a usted y no a Grindetti?
-Yo nunca hablo del otro, prefiero hablar de lo que voy a hacer. Voy a enfrentar al delito, eso implica hacer retroceder el narco y al crimen organizado. Voy a buscar al delincuente hasta debajo de la cama. Es lo que hice cuando fui ministro de Seguridad (de la ciudad); durante mi gestión bajaron todos los índices de inseguridad. Voy a ponerme al frente de la educación para que los chicos vayan a la escuela a aprender y cumplan los 180 días de clase. Voy a poner mi prioridad en la producción y en el trabajo, lo que implica sacarle presión fiscal al sector productivo; para eso me comprometí a sacar 500 tasas en la provincia de Buenos Aires. En materia de salud estoy trabajando con Fernán Quirós (ministro de Salud porteño) en un plan integral para toda la provincia.
-Da la impresión de que entre usted y Grindetti hay una competencia bastante más armoniosa que la que se observa en la ciudad entre Jorge Macri y Martín Lousteau, ni qué hablar entre Bullrich y Larreta.
-A mí no me van a encontrar en eso. Yo compito en esta primaria de la misma manera propositiva que en 2021, cuando competí con Facundo Manes. Acá mi adversario es el kirchnerismo. Yo quiero competir con (Axel) Kicillof. Tengo bien claro que lo que me dice la gente en cada municipio; he hecho más de 125.000 kilómetros en la provincia desde 2021 y en cada rincón de la provincia me dicen lo mismo, por favor no se peleen, por favor gánenle al kirchnerismo.
-Un mensaje para Larreta y Bullrich…
-Un mensaje para todos.
-Grindetti sostiene que, a diferencia de usted, él nació, creció y vive en Buenos Aires.
-Yo también soy bonaerense. Vivo aquí y mis hijos nacieron y se criaron en la provincia. Más de tres millones de bonaerenses me acompañaron 2021 de manera contundente cuando derrotamos al kirchnerismo.
-¿No entraña riesgos para su espacio de que haya dos precandidatos a gobernador en la provincia en lugar de una sola fórmula?
-Yo creo que la competencia sana no trae riesgo; todo lo contrario, amplía y permite crecer. Pasó con Facundo (Manes): no había nadie que pronosticara que íbamos a ganar la elección y la ganamos. Entonces me parece que en esos términos la competencia es positiva. Ahora, si la competencia no es sana tenés un riesgo por supuesto: el riesgo de que la gente se decepcione aún más.
-De ganar la gobernación, ¿incorporaría a Grindetti a su gestión?
-El 13 de agosto a la noche debemos estar todos juntos e integrados. No es sencillo lo que tenemos por delante. Este gobierno ha destruido la identidad de los bonaerenses. Ha destruido la educación, hoy los chicos no cumplen los 180 días de clase. Han destruido el aprendizaje en las escuelas. Destruyeron la salud, los médicos se van de los hospitales. La seguridad es un desastre, el gobierno de Kicillof retrocedió en la lucha contra el narcotráfico, en la eliminación de bunkers de droga, en la persecución del delito.
-Si fuese electo gobernador, ¿qué priorizaría el primer día de su gestión en materia de seguridad?
-Tres cosas centrales. Primero, poner a toda la policía en la calle para prevenir y combatir el delito. Segundo, aplicar tecnología: hay 25 municipios que concentran el 82% de los delitos en la provincia y, con anillos digitales, podremos monitorear todo aquel que entra y sale y con sistemas de inteligencia artificial reconocer un auto con pedido de secuestro, una persona con pedido de captura y hacer reconocimiento facial de los prófugos. Tercero, formar y preparar a las fuerzas policiales.
-¿Instrumentaría una depuración en la policía bonaerense?
-Tenemos que trabajar en conjunto la justicia, las fuerzas de seguridad, y el poder político para enfrentar el crimen organizado. El que es parte de ese cambio bienvenido. El que es parte del problema, está afuera.
-En 2020 Kicillof creó el Fondo de Fortalecimiento Fiscal a partir de los fondos coparticipables que el gobierno nacional le detrajo a CABA. Larreta, partir de un fallo de la Corte, reclama la devolución de esos fondos. ¿Usted, si es gobernador, los devolvería?
-Son dos cosas distintas. Este gobierno ha confundido a la sociedad. Buenos Aires genera el 36% del producto bruto del país y recibe el 22,7%. Esa diferencia es lo que nos falta en infraestructura, en educación, en seguridad. Nosotros vamos a luchar por recuperar los fondos que le corresponden a la provincia; yo nunca le sacaría a una provincia recursos coparticipables para darle a otra.
-Hablando de gasto público, Buenos Aires cuenta con la Legislatura más cara del país. ¿Haría algo al respecto?
-Lo mismo que con el 81% más de cargos que creó este gobernador en el Estado. Hay que ponerle límites al gasto de la política. Cambiar gasto por inversión.
-Hoy el 40% de la población en Buenos Aires vive en la pobreza y un sector importante depende de algún ingreso del Estado para sobrevivir. Kicillof aceleró el gasto proselitista con reparto de bienes de todo tipo, bicicletas, notebooks, viajes de egresados. ¿No se siente en desventaja en la competencia?
-Eso mismo hicieron en 2021 y les ganamos. Y les vamos a volver a ganar ahora.
-Pero en 2021 fue una elección legislativa. Ahora se juega la gobernación.
-Es cierto, pero también es cierto que la gente no aguanta más. Lo veo en cada una de mis recorridas por el conurbano profundo, por el interior de la provincia. No soporta más la destrucción de la educación, de la salud, no aguanta más tener miedo, no solo a la inseguridad –que es gravísimo-, sino también a perder su laburo, a que su hijo no tenga una oportunidad mejor. Este gobierno destruyó la identidad de los bonaerenses. Y nosotros la vamos a recuperar. La gente va a votar porque le quitaron tanto, tanto, que le quitaron hasta el miedo a cambiar.
-Sin embargo, si uno observa las elecciones en otras provincias ese hartazgo se manifestó en un mayor índice de ausentismo a la hora de votar.
-Es cierto, pero hay que observar el otro costado también. Después de 40 años cambió el signo político en San Luis. Lo mismo en San Juan. Podría ocurrir lo mismo en Chaco. Sucedió en Santa Fe con el triunfo de Maximiliano Pullaro. En Entre Ríos posiblemente gane Rogelio Frigerio, en Chubut va a ganar Ignacio Torres. Y yo voy a ganar en Buenos Aires. Porque la gente quiere un cambio.
-Larreta sostiene que si él es presidente incorporaría a sectores del peronismo a la coalición para asegurar la gobernabilidad. ¿Usted haría lo mismo en Buenos Aires? ¿Incorporaría a intendentes del peronismo a su gestión?
-Definitivamente la sumatoria que ha planteado Horacio ha funcionado y lo vemos en la gestión de la ciudad y las transformaciones profundas que se han logrado. Yo en mi caso vería caso por caso; es importante seguir sumando pero sin perder el perfil. Lo vamos a evaluar en su debido momento.
-En la boleta de la provincia los candidatos a gobernador van en el sexto cuerpo. El tramo suyo aparece bien destacado en color rojo, como si con su figura se quisiera traccionar al candidato a presidente, en este caso, a Larreta. ¿No es un signo de debilidad de Larreta?
-Por el contrario, es un signo de fortaleza total y absoluta. Porque lo decidimos juntos y el equipo de Horacio es el que más empujó para hacer valer lo que queremos mostrar.
-¿Qué opina del lema de campaña de Bullrich, “si no es todo, es nada”?
-Yo respeto a cada uno en nuestro espacio, que es amplio y diverso. Tenemos una competencia, cada uno decide su campaña en el tono que la quiere llevar. Yo no voy a opinar sobre la campaña de Patricia, simplemente decir que el 13 tenemos que estar todos juntos.
-¿Este planteo binario de Bullrich no dificulta esa confluencia?
-Para eso lo mejor es que cada candidato diga, como lo digo yo, que después de las PASO vamos a estar todos juntos. Hay que construir ese camino en estas tres semanas que quedan hasta las primarias, concentrándonos en las propuestas y evitando el tono agresivo. Yo no tengo ninguna duda que después del 13 vamos a estar todos juntos.
-¿No le llama la atención que, pese a la mala opinión que tiene el gobierno de Alberto Fernández, las encuestas muestren que la diferencia entre el oficialismo y Juntos por el Cambio no es tanta?
-Las encuestas que hoy se difunden muestran la intención de voto de aquella gente que ya está decidida. La mayoría de la población todavía no decidió. Segundo, Massa es el kirchnerismo, es Cristina Kirchner, Alberto Fernández, Kicillof. Yo estoy convencido, porque lo olfateo, que la sociedad quiere un cambio profundo.
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