Diego Santilli apuesta al aporte de las figuras de JxC para sus recorridas en la provincia de Buenos Aires
Intenta que Rodríguez Larreta, Elisa Carrió, Patricia Bullrich y Miguel Ángel Pichetto le sumen atributos y votos en el distrito
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LA NACIONMatías Moreno
A sabiendas de que el resultado de su apuesta electoral podría fortalecer o debilitar su proyecto presidencial para 2023, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se pone al hombro la campaña de Diego Santilli (Es Juntos) en la provincia de Buenos Aires. Con el objetivo de apuntalar y transferirle votos a su ladero, quien se medirá con Facundo Manes, el candidato de la UCR, en las PASO, el alcalde porteño intensifica sus apariciones en los distritos más poblados del conurbano y del interior.
Pero Larreta también moviliza a otros referentes nacionales de Juntos por el Cambio -socios del alcalde en el distrito-, para fortalecer la figura de Santilli, exvicejefe porteño. Desde Elisa Carrió, la líder de la CC, hasta Patricia Bullrich, titular de Pro, o Miguel Ángel Pichetto, uno de los jefes de Peronismo Republicano, ya se mostraron con Santilli en lo que va de la campaña para las primarias. “Necesitamos transferir intención de voto al candidato”, remarcan desde la mesa de estrategas del larretismo.
De hecho, Larreta escoltó hoy a Santilli en Pergamino, territorio de Javier Martínez. Allí, también estuvieron Pichetto y Carrió. La líder de la CC, dicen los estrategas de Santilli, mide bien en el interior de la provincia. Por esa razón, se pegó al postulante de Es Juntos durante su paso por Pinamar y Mar del Plata el fin de semana pasado. “Según las encuestas, esas figuras suman en los distritos seleccionados”, afirman entre los laderos de Santilli.
Por ahora, el expresidente Mauricio Macri, quien permanece aislado tras su regreso al país, no se sumó al operativo para instalar a Santilli. Ya hay conversaciones entre el equipo del exvicejefe y los colaboradores de Macri para organizar una actividad conjunta en el interior de la provincia, pero aún no cerraron una fecha.
Larreta, quien estrena el traje de ordenador de Pro, lo imagina en un rol “pasivo” durante la campña para las legislativas. En un sector de JxC consideran que poner a Macri en la cancha, sobre todo en la provincia, sería funcional a la estrategia del kirchnerismo, que usa la figura del expresidente para esmerilar a los candidatos de la coalición opositora.
En cambio, Manes, cabeza de la lista de “Dar el paso”, no apareció hasta ahora con caciques de la UCR nacional, como Gerardo Morales, Alfredo Cornejo o Martín Lousteau, en sus recorridas por Buenos Aires, epicentro de la batalla entre el oficialismo y la oposición por el control del Congreso. Cerca del médico anticipan que Lousteau se involucrará “activamente” -permanece en cuarentena- en la campaña bonaerense del radicalismo. Ayer, Manes fue a La Matanza, baluarte del peronismo. “La pandemia ha puesto más en evidencia las crisis estructurales de la Argentina”, afirmó el médico.
Larreta confía en que su experimento electoral -logró imponer a Santilli en Buenos Aires y a María Eugenia Vidal en la Capital- será exitoso, basado en un instrumento irrefutable para él: las encuestas. En el comando de campaña de Santilli aseguran que la gestión del alcalde porteño tiene 65% de aprobación en el distrito más poblado del país. Los números de Larreta, cuyo nivel de conocimiento a nivel nacional creció a raíz de la pandemia de coronavirus, mejoran en la primera y tercera sección electoral de Buenos Aires. Allí, en la sede central del poder de Cristina Kirchner, se definen los comicios.
Por ese motivo, los estrategas de Pro priorizaron esos distritos durante los diez primeros días de campaña para las primarias. Según las cifras que manejan en Uspallata, la imagen del gobierno de Alberto Fernández cayó en los municipios de la primera y tercera sección. “Estamos buscando los desencantados con el kirchnerismo en los centros urbanos”, apuntan.
En ese contexto se explican las intervenciones de Larreta junto a su candidato. Ya lo acompañó a Lanús y Tres de Febrero, bastiones de Pro en Buenos Aires, y a Hurlingham y Avellaneda, donde gobierna el kirchnerismo. A cada vista de Santilli y Larreta se pliegan los intendentes aliados, como Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro, Julio Grindetti o Julio Garro, para “traccionar” votos. En paralelo, se activa la maquinaria para instalar al candidato con campaña en redes, publicidad en la vía pública y raid mediático con prensa local.
Larreta se llevó un diagnóstico a Parque Patricios después de esas recorridas por la provincia: a los bonaerenses les preocupa la inseguridad y la situación económica. Percibe una mala consideración de la gestión del Gobierno entre los comerciantes y vecinos de los centros urbanos. “La gente dice que no llega a fin de mes y se queja por la inflación”, cuentan en la cúpula de la Ciudad. En sus excursiones al conurbano, el jefe de la Ciudad pasea por las principales avenidas y las zonas comerciales de los distritos. Evita por ahora ir a las villas de la provincia. “Si vas más adentro, no te ve nadie”, justifican en Uspallata.
Con los “halcones”
Bullrich y Pichetto, exponentes del ala dura del macrismo, también apuntalan a Santilli. Ayer, la titular de Pro caminó junto al alfil de Larreta y Garro en La Plata. La exministra de Seguridad, señalan fuentes de Pro, conserva un alto nivel de valoración positiva en los sondeos que se realizan en los centros urbanos de la provincia. Lo mismo ocurre con Pichetto, quien acompañó al vicejefe porteño a Lomas de Zamora, donde manda Martín Insaurralde (Frente de Todos).
El delfín de Larreta en Buenos Aires también hizo campaña con el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Tras el acuerdo con el dirigente de la UCR en ese distrito, un terruño clave en la primera sección, el Pro planea mostrar a Santilli con Posse, exaliado de Lousteau, en la cuarta y sexta sección, para arrebatarle votos radicales a Manes en las PASO del 12 de septiembre.
El larretismo evangeliza a sus candidatos en Buenos Aires para que eludan la confrontación con Manes y se muestren dispuestos a “escuchar” al electorado. El termómetro de las recorridas les dejó al jefe de gobierno un diagnóstico: “La gente no está aún en modo campaña”, evaluó ante los suyos. Sin embargo, Larreta cree que la hipótesis más probable es que Santilli se imponga a Manes en la interna de Juntos.
Por Matías Moreno
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