Diálogo y tensión en el vínculo de Fernández y los piqueteros
Los movimientos sociales le acercaron propuestas al presidente electo y esperan medidas inmediatas, a partir del 10 de diciembre
Colmada de expectativas y con buena sintonía. Pero no exenta de tensiones. Así podría definirse la relación entre el presidente electo, Alberto Fernández, y los movimientos sociales. El "triunvirato cayetano", grupo más representativo, mantiene con referentes del Frente de Todos un intercambio constante de propuestas e ideas. Aunque no dejan de reconocer que será urgente aplicar medidas para responder a las demandas del sector apenas asuma Fernández. Distinta es la relación con los grupos piqueteros "duros", que amenazan con permanecer en las calles.
La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista Combativa (CCC), parte del Frente Popular Darío Santillán y la fracción de Barrios de Pie que lidera Daniel Menéndez componen el grupo de "los cayetanos". Con el eje puesto en la problemática del hambre y el trabajo, ya presentaron sus propuestas a los equipos de Fernández.
"Hemos presentado propuestas vinculadas a la generación de trabajo, para salir de los planes sociales. También, sobre políticas alimentarias y construcción de viviendas. Tenemos mucha expectativa de que sean aplicadas. En los gobiernos populares y peronistas siempre hay una sensibilidad social distinta", explicó Gildo Onorato, dirigente de la CTEP.
"Le venimos acercando algunas ideas [al próximo gobierno]. Nos han escuchado y están elaborando proyectos. Estamos dispuestos a colaborar, siempre y cuando nos tengan en cuenta", indicó Juan Carlos Alderete, líder de la CCC, quien advirtió que tiene que haber medidas en los primeros días de gobierno. "Los primeros signos tienen que mostrarse apenas asuman. El próximo gobierno no va a tener el tiempo que tuvieron otros, porque la gente llega muy malherida y muy lastimada", agregó.
"El próximo gobierno necesita dar una respuesta, no hay margen para mirar para el costado. Vemos una integración plena de los movimientos sociales y estamos preparados para protagonizar una transformación social", dijo Daniel Menéndez, coordinador de Barrios de Pie-Somos.
En el mismo sentido, Juan Grabois, referente de la CTEP, lanzó una advertencia a Fernández: "Hay mecha corta en la Argentina, no hay margen para nuevas decepciones. El nuevo gobierno tiene que salir a la cancha con medidas muy claras", dijo en una entrevista radial.
En el Frente de Todos confirmaron que elaboran proyectos junto con las organizaciones sociales. Un primer foco es el de "la Argentina contra el hambre", presentado por Fernández en la campaña. El segundo consiste en la generación de trabajo en áreas, como construcción, producción de alimentos, industria textil, cuidado de personas y reciclaje. También apuntan a la inclusión laboral de los jóvenes.
Confían en que la aplicación de estos proyectos será inmediata. "Se van a poner en marcha las medidas a partir del 10 de diciembre", sostuvo Daniel Arroyo, referente del Frente de Todos en materia social.
Los grupos más duros
¿Cómo será el vínculo con los piqueteros duros? Conocidos por su postura más confrontativa, el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) advierten que mantendrán su presencia en las calles. El sector de Barrios de Pie que responde a Libres del Sur, protagonista de los acampes en la 9 de julio junto con el Polo Obrero, muestra por ahora una actitud más conciliadora.
"La resolución de la pobreza y el hambre merecen la participación de sectores amplios. Por más que haya diferencias, estamos dispuestos a aportar nuestra visión", señaló Silvia Saravia, coordinadora nacional de Barrios de Pie-Libres del Sur.
"Vamos a mantenernos independientes del gobierno, como lo hemos hecho desde mediados de los 90. Pedimos que se revise la deuda con el FMI, que es ilegítima y fraudulenta. Si no se modifica la relación con el Fondo, habrá un rechazo y volveremos a salir a las calles", explicó Marianela Navarro, vocera del FOL.
En una línea similar se expresó María Dotti, del Polo Obrero: "Durante el kirchnerismo hubo una clara discriminación en el acceso a la asistencia. Con los movimientos sociales no oficialistas ni alineados la relación fue conflictiva. Pensamos que esta lógica puede replicarse".
Aunque se trata de un universo heterogéneo, en el Frente de Todos enfatizan la necesidad de dialogar con todos los grupos. "Los movimientos sociales son parte de la solución en la Argentina y tenemos que trabajar en conjunto. Trabajamos con todos los grupos. Cada uno tiene su mirada y su posición, pero van siempre en la misma dirección: resolver problemas como el trabajo y el hambre", concluyó Arroyo.
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