Deudas viejas, nuevos dilemas para Axel Kicillof: el aumento para los policías potenció el reclamo de otros gremios
LA PLATA.– Axel Kicillof vivió la peor semana en el gobierno bonaerense desde que asumió, nueve meses atrás, pero lo que quedó no se parece necesariamente a una tregua.
En medio de la pandemia del coronavirus, el conflicto salarial con la policía terminó, pero los fondos que le prometió el presidente Alberto Fernández para pagar a las fuerzas de seguridad podrían quedar congelados por una medida cautelar. Y otros reclamos salariales, de los médicos, los trabajadores de la Justicia y los docentes, cobraron nuevo vigor ante una Provincia con un déficit de 120.000 millones de pesos anuales.
Acaso un acuerdo en la negociación de la deuda nominada en moneda extranjera por 7148 millones de dólares –que vence el 20 de septiembre– sea la única buena noticia a la que pueda aspirar el gobernador antes de la llegada de la primavera.
No se habían terminado de apagar los ruidos de las sirenas cuando ya sonaban otros reclamos ante los oídos del gobernador. El secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), Pablo Abramovich, señaló que los trabajadores del sector necesitan una recomposición de haberes.
La AJB es un gremio minoritario entre los 550.000 empleados estatales. Pero jueces y camaristas tienen entre sus manos la resolución de otro conflicto que incomoda al gobernador: las tomas de tierras que se extendieron con velocidad en la provincia y, en especial, en el Gran Buenos Aires.
Estamos trabajando para construir una policía más profesional y más equipada porque nuestro compromiso es con cada uno de los y las bonaerenses.#ProvinciaEnMarchapic.twitter.com/ICstAQFr9A&— Axel Kicillof (@Kicillofok) September 10, 2020
La Justicia permaneció los últimos seis meses en una suerte de letargo frente a las usurpaciones y tomas. Los intendentes culpan a los jueces de no emitir órdenes de desalojos una vez que los ocupantes se asentaron.
En tanto, la pandemia no da tregua. Y el personal médico esencial agrupado en la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) ya hizo público el malestar por los salarios. "Es injusto que se otorgo un incremento solo al personal policial", expresó Pablo Maciel, secretario general del gremio.
"No hemos tenido paritarias, no han tenido aumento", admitió el gobernador en las últimas horas. "Toda la economía está complicada", argumentó, tras reconocer que es un reclamo justo, que se buscará atender con esfuerzo fiscal.
La búsqueda del equilibrio no parece fácil en los inmediato: la mayoría de los sindicatos se unieron la semana pasada para expresarse. En un documento emitido para repudiar los métodos de protesta de la policía bonaerense, exigieron mejoras para el resto de los 450.000 trabajadores públicos.
En ese documento –suscripto por los docentes de Suteba, la FEB, Udocba y AMET, la Cicop, AJB y ATE– se dejó de manifiesto que el deterioro del poder adquisitivo afecta al conjunto de los trabajadores estatales, por lo que "resulta urgente dar continuidad a las negociaciones salariales para que se garantice una recomposición inmediata de los haberes".
Por cuerda separada, UPCN dio a conocer otro comunicado en que dejó conocer su malestar ante la falta de convocatoria para discutir salarios. Este gremio –que reúne a parte de los trabajadores estatales administrativos– fue un paso más allá que el resto de los sindicatos y se declaró en estado de asamblea permanente.
Una inquietud similar expresaron los empleados de los Institutos de Menores de la provincia que no fueron alcanzados por los aumentos anunciados para la policía y el Servicio Penitenciario bonaerense.
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