Después de la política: seis casos de dirigentes que tomaron distancia y volvieron a la actividad privada
Cafiero, Bielsa, Beliz, Dalesio de Viola, Macaluse y Albamonte muestran diferentes caminos tras la función pública
Fueron ministros, diputados y embajadores. Y luego se retiraron de la política. Representan excepciones de una dirigencia que en términos generales exhibe poca renovación en sus nombres.
Rafael Bielsa, Juan Pablo Cafiero, Gustavo Beliz, Adelina Dalesio de Viola, Alberto Albamonte y Eduardo Macaluse son algunos de los escasos ejemplos de dirigentes que viven sus días más tranquilos lejos del ajetreo de los cargos públicos.
Se alejaron por diversos motivos, algunos para tomar distancia de los vicios de la política; otros, enfrentados a sus aliados o al gobierno al que pertenecían.
Con mayor o menor vinculación con el sector público, cada uno se abrió camino por fuera de los cargos políticos que supieron ocupar en su momento.
Rafael Bielsa, exministro de Relaciones Exteriores de Néstor Kirchner, es actualmente presidente de Corporación América, empresa controlante de Aeropuertos Argentina 2000.
Juan Pablo Cafiero, exembajador argentino ante la Santa Sede, tiene un modesto estudio de abogados en San Isidro.
Gustavo Beliz, exministro de Kirchner y Carlos Menem, se desempeña como director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Adelina Dalesio de Viola, exdiputada nacional y expresidenta del Banco Hipotecario Nacional, tiene su consultora, DyL, junto a su socio Santiago Lozano.
Alberto Albamonte, exdiputado nacional, es presidente de la cadena de hoteles Howard Johnson Argentina.
Y por último Eduardo Macaluse, también exdiputado nacional, es profesor de Literatura en una escuela secundaria de Laferrere, en el partido de La Matanza.
Más allá de las diferencias ideológicas que separan a estos exfuncionarios, todos coincidieron en que los cargos no son una forma excluyente para expresar la vocación política.
Luego del peronismo y la UCeDé
Juan Pablo Cafiero, uno de los 10 hijos del histórico dirigente peronista Antonio Cafiero, dice que no aparece entre sus intereses "volver a la función pública".
"Uno puede seguir aportando a las ideas políticas, pero no necesariamente desde la función pública", argumenta Cafiero, quien llegó a comandar la policía bonaerense.
En la misma línea, Rafael Bielsa, excandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente para la Victoria en 2007, expresó: "Me gusta la función pública, es mi vocación. Pero la política te da mucha posibilidad de expresarte aun desde la actividad privada".
Desde la actividad privada, Bielsa igualmente expresó recientemente su apoyo a la fórmula kirchnerista.
Albamonte, cofundador del partido Unión del Centro Democrático (UCeDé) junto a Álvaro Alsogaray en 1982, sostiene que "hay muchas formas de contribuir a la política" y defiende su papel en la empresa hotelera como una forma de "generar fuentes de trabajo".
Por último, Eduardo Macaluse, uno de los fundadores del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) se muestra satisfecho de su alejamiento, pero desliza una autocrítica.
"Lo mejor para mí fue correrme de la política y poder revisar errores y vicios. Mi error fue no haber podido construir una alternativa que fuera más clara para la gente, porque no supe", dice el profesor Macaluse, quien antes de abandonar la política tuvo un enfrentamiento público con Elisa Carrió.
Rafael Bielsa. De Cancillería a Aeropuertos
Luego de décadas de militancia y en la actividad pública, el excanciller de Néstor Kirchner trabaja desde 2013 en Aeropuertos Argentina 2000. Hoy es el presidente de la empresa controlante, Corporación América.
En 2005, tras su paso por la Cancillería, asumió como diputado nacional. "[En 2007] me fui a trabajar a un estudio jurídico en el que me fue muy bien. Y en 2011 Cristina Kirchner me convocó para ser el secretario de la Sedronar".
Dejó el cargo en 2013. "Tengo un hijo con una variante de autismo y el tratamiento es costoso. A mí no me alcanzaba el ingreso público para hacer frente a los gastos. Se lo planteé a Cristina y surgió la posibilidad de Aeropuertos", explicó Bielsa.
Ante la consulta de LA NACION sobre si añora un cargo político expresó: "Por supuesto que extraño. Me gusta la función pública porque es mi vocación. Pero la política es un modo de vivir, no un medio de vida. Y además la política te da mucha posibilidad de expresarte aun desde la actividad privada".
Adelina Dalesio. Un símbolo del menemismo
Adelina Dalesio de Viola fue, junto a María Julia Alsogaray, símbolo femenino de la incorporación de la Ucedé al gobierno menemista. Según colaboradores de la exfuncionaria, su actividad gira desde entonces en torno a su consultora, DyL, que fundó en 1994 junto a Santiago Lozano, compañero de la Ucedé al que llevó primero al Ministerio del Interior y luego al Banco Hipotecario.
DyL tuvo en los años 2000 un contacto muy cercano con la provincia de San Luis y los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. Hay quienes sostienen que Dalesio de Viola fue solamente asesora de los puntanos, pero otras versiones la vinculan con la estructura de financiamiento de sus campañas electorales.
Ya fuera de la política fue foco de atención por varias denuncias en su contra. Por caso, fue investigada por enriquecimiento ilícito por el incremento de su patrimonio. También, por el reparto dinero durante sus funciones en el Ministerio del Interior. Según la Oficina Anticorrupción, incrementó su fortuna en un 600%.
Eduardo Macaluse. Del Congreso a las aulas
Asumió como diputado en 1999 por el Frepaso, espacio liderado por Carlos "Chacho" Álvarez que formó parte de la Alianza. En 2001 renunció a la coalición, tras el ingreso de Domingo Cavallo al gobierno.
En 2007, fue diputado por la Coalición Cívica-ARI. Pero, tras asumir la banca, renunció al partido por un desacuerdo con el rechazo de Elisa Carrió al aumento de retenciones al campo. Su mandato venció en 2011.
Actualmente enseña literatura en una escuela de Laferrère. "Después de mi paso por la política, volví a la escuela. A mí me gusta dar clases, estar con los chicos en el patio y conversar con ellos. Me hizo muy bien retomar la docencia porque volví a hacer lo que más me gustaba", expresó Macaluse, que ahora dice tener "fines de semana, horarios más estables y más tiempo" con amigos y familia.
"En conclusión, fue bueno dejar la función pública", añadió, para completar: "Dar clases es hacer política también. Y eso no significa lavarles la cabeza a los pibes, sino prepararlos para que sean ciudadanos más responsables".
Gustavo Beliz. Funcionario del BID
Actualmente es el director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El contrato con el BID le impide hacer cualquier tipo de declaraciones políticas.
Fue ministro en dos períodos presidenciales distintos. Ocupó la cartera de Interior desde diciembre de 1992 hasta agosto de 1993, en el segundo mandato de Carlos Menem. Y fue ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos entre 2003 y 2004, en la presidencia de Néstor Kirchner. Emprendió una campaña por la transparencia de la Justicia Federal y promovió el juicio político a los miembros de la Corte Suprema sospechados de corrupción.
En 2004 hizo pública en televisión la foto del exespía Antonio Stiuso, en aquel momento jerarca en la entonces SIDE, lo que generó una gran polémica y le valió la crítica de su propio gobierno. En julio de 2004 Kirchner le pidió la renuncia por la represión de policías en un operativo con incidentes durante una protesta frente a la Legislatura.
Juan Pablo Cafiero. Un abogado de San Isidro
En 1989 fue elegido diputado nacional y un año más tarde integró el Grupo de los 8, que dejó el bloque del PJ en medio de la hegemonía menemista y que luego dio origen al Frente Grande y, después, al Frepaso.
Con La Alianza fue designado ministro de Desarrollo Social, cargo al que renunció en octubre de ese mismo año. En 2003 fue ministro de Justicia y Seguridad del gobernador Felipe Solá. Cinco años después, Cristina Kirchner lo designó como embajador ante el Vaticano, puesto que ocupó hasta octubre de 2014.
Actualmente trabaja como abogado en "un modesto estudio en San Isidro", según describió a LA NACION. "Me defiendo con eso", aseguró.
Aclaró que las razones por las que se alejó de la política fueron personales: "No estaba ni cansado ni harto de la función pública".
Sostiene que, por ahora, no es su intención volver. "Uno puede seguir aportando a las ideas políticas, pero no necesariamente desde la función pública. También se puede hacer desde el sector privado", indicó.
Alberto Albamonte. Empresario hotelero
Fue el cofundador, en 1982, de la UCeDé junto a Álvaro Alsogaray. En la actualidad es propietario de la totalidad de las acciones de la cadena de hoteles Howard Johnson en la Argentina.
En 1987 fue elegido diputado y en 1991 consiguió su reelección por otro período de cuatro años, cuando concluyó su actividad pública. "Fui diputado hasta 1995 y después pasé directo a la actividad privada. Fui director de Multimedios América por dos años. Más tarde le compré a Eduardo Eurnekian sus acciones de los hoteles Howard Johnson Argentina y pasé a ser presidente y tenedor del 100% del paquete accionario", contó a LA NACION.
Ante la consulta de las razones por las que abandonó la política, manifestó: "Estaba muy disconforme con el sistema político argentino.".
Ahora se muestra como un especialista en la actividad hotelera y turística. "Siento que soy mucho más útil en la actividad privada que en la actividad pública. Hay muchas formas de contribuir con el país y una es generar fuentes de trabajo", destacó.
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