Después de la mesa del Frente de Todos, los gobernadores del PJ se corren de la escena nacional

CÓRDOBA.- Una vez más, el tortuoso camino previo a la reunión de la mesa del Frente de Todos (FdT) fue desgastando el ánimo de los gobernadores peronistas. De la idea de ir casi todos los integrantes de la liga -en un arranque impulsada por el presidente Alberto Fernández- terminaron yendo los ultra K Jorge Capitanich y Axel Kicillof; el massista Mariano Arcioni (Chubut); el santiagueño Gerardo Zamora y el entrerriano Gustavo Bordet, más cercano a la Rosada, aun habiendo mantenido algunos cortocircuitos.

El “entusiasmo” por la participación se fue perdiendo a medida que pasaron los días entre la convocatoria pública de Fernández y la reunión en la sede del PJ. En ese lapso, tal como reflejó LA NACION, la mayoría advirtió que no habría una discusión política concreta y que, si el objetivo es avanzar en una estrategia electoral nacional, ellos tienen como prioridad sus propios calendarios de elecciones y el intento de ratificar poder en sus territorios en un contexto general que reconocen adverso.

Tampoco los encolumna el intento de un “operativo clamor” para que Cristina Kirchner sea candidata. La Vicepresidenta mantiene una relación distante con todos, salvo con Capitanich y Kicillof. Si revisa su decisión de no presentarse, el más favorecido sería el bonaerense, distrito clave para el FdT y donde conserva un piso alto de votantes. En el resto de los distritos, su influencia está restringida.

Que no estén convencidos de salir a hacer campaña por la Vicepresidenta no significa que la harían por el Presidente. Desde la primera vez que Fernández deslizó que le gustaría ir por su reelección, solo el fueguino Gustavo Melella salió a apoyarlo abiertamente.

Tres días antes de la reunión, el lunes, los mandatarios asumieron que no había margen para conseguir la suspensión de las PASO. Fue el riojano Ricardo Quintela, quien después de un encuentro de él y cinco colegas con el Presidente, dijo que “ya no quedaba tiempo” para evitar las internas abiertas.

Con varios, Fernández mantuvo contacto horas antes del encuentro; vio a los que estaban en Buenos Aires por una reunión con Eduardo “Wado” de Pedro por la firma de un acuerdo técnico por el agua y habló telefónicamente con Gildo Insfrán, Capitanich y Zamora.

Hasta el miércoles a la mañana, cuando ya había hablado con el Presidente, Capitanich no iba al encuentro del FDT. Recién ese día por la tarde cambió la decisión. A la salida, planteó que se “habló mucho de la voluntad de unidad” y de la estrategia “para evitar la proscripción” de Cristina Kirchner. Bordet se limitó a decir que se analizó la situación de la Argentina y que la reunión fue “buena” porque estuvieron todos los sectores representados.

Entre los gobernadores ausentes se cuentan algunos de los más escépticos sobre el rol que jugarán en las decisiones a nivel nacional hacia adelante. Creen que Fernández seguirá buscando que lo acompañen para tratar de dar pelea y mantener su postulación. Esperan que los convoque en las próximas semanas.

También descuentan que Sergio Massa continuará aceitando vínculos por si termina siendo candidato. El ministro de Economía lleva adelante un raid de encuentros con mandatarios, el último con el misionero Oscar Herrera Ahuad.

“A donde tenemos chances es en nuestros propios territorios. Aun con dificultades, podemos dar pelea. Es ahí donde tenemos que concentrarnos. Para octubre falta mucho”, advierte un funcionario de una provincia que vota en mayo.

De las provincias con administraciones cercanas a la Casa Rosada que votarán desdobladas de Nación, antes de octubre lo harán La Rioja, Misiones, Río Negro, La Pampa, Salta, Tucumán, San Juan, San Luis, Santa Fe, Chaco y Entre Ríos. Tierra del Fuego y Chubut no tienen fecha pero también quedarían en ese bloque. El calendario explica que las urgencias de los gobernadores no pasen por la campaña nacional.

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