Desestiman con durísimos argumentos la denuncia de una diputada libertaria por la visita a represores en la cárcel

El fiscal federal de Lomas de Zamora Sergio Mola planteó desestimar por inexistencia de delito la denuncia de la legisladora de La Libertad Avanza Lourdes Arrieta por coacción, amenazas y fraude contra sus colegas diputados que visitaron a represores en la cárcel de Ezeiza. Solo dispuso que quede en pie investigar si hubo irregularidades del Servicio Penitenciario Federal en esa visita.

Ahora será el juez federal Ernesto Kreplak el que debe decidir sobre ese expediente, iniciado por Arrieta, una joven diputada de 31 años que visitó junto a otros cinco legisladores libertarios a condenados por violaciones a los derechos humanos en el penal de Ezeiza, pero, tras el escándalo que se desató al difundirse la noticia, dijo que no conocía quién era Alfredo Astiz, que lo tuvo que googlear, y denunció a sus colegas de bloque y al Servicio Penitenciario por coacción agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, conspiración y malversación de caudales públicos.

Los denunciados son los que, según Arrieta, organizaron la visita: los diputados Beltrán Benedit, Alida Ferreyra y Guillermo Montenegro, el cura Javier Olivera Ravasi, el abogado Ricardo Alberto Saint Jean, el excamarista Eduardo Rafael Riggi, la abogada María Laura Olea y Sharif Menem, secretario del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

Ahora, el fiscal Mola dictaminó que la denuncia debe desestimarse. “La denuncia de la nombrada [Arrieta], como ella misma anuncia al comienzo, está motivada en su intención de despegarse de un hecho que la tuvo como protagonista (su visita en el penal a distintos detenidos condenados/procesados por crímenes de lesa humanidad, entre los que se encontraba Alfredo Astiz). Para ello, realiza una serie de consideraciones de carácter pueril, carentes de verosimilitud y provistas de un infantilismo que hiere la inteligencia del más desprevenido”.

El fiscal se quejó de que esta presentación de la diputada es una evidencia la judicialización de la política, “un mal que, parece, ya se ha hecho carne en nuestra república”. Y aclaró que “no es en la justicia penal donde deben dirimirse” esas controversias políticas y “ni los jueces y los fiscales son los árbitros”.

“Este impropio proceder termina, en definitiva, de ensombrecer la actuación de los órganos de justicia generando desconfianza, sospecha de proceder faccioso, o de parcialidad, aunque la realidad diste de ello. Y es que, si la discusión política se dirime en un tribunal, cualquier decisión puede ser reputada de facciosa por quien se sienta defraudado”, afirmó.

El fiscal dijo que en el grupo de WhatsApp al que pertenecía la legisladora quedaba en claro que se iba a realizar la visita a los represores. “La diputada Arrieta dice haber sido manipulada y engañada respecto de la actividad en la que estaba participando. Ahora bien, cabe preguntarnos: ¿es posible que no supiera, o que no advirtiera, cuáles eran los intereses y posicionamiento del grupo en el que participaba respecto de los detenidos por crímenes de lesa humanidad, cuál era la naturaleza y finalidad de la visita carcelaria en la que participó, quiénes eran las personas visitadas y cuáles eran los delitos que se les imputaban? Según los propios términos de la denuncia, y de las constancias por ella misma acompañadas, los motivos del grupo y sus intereses eran explícitos”, dijo el fiscal.

Mola dijo que es insólita su explicación acerca de que no sabía de que se trataba la visita cuando “de los crímenes que cometieron esas personas, se viene hablando en la República Argentina desde hace muchísimo tiempo, pero con gran ahínco por lo menos en los últimos 20 años. También fueron tema de discusión en la campaña política en las últimas elecciones, justamente en la que Arrieta resultó electa Diputada Nacional”.

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