Descubren manuscritos inéditos que reflejan el dolor del recuerdo

En el doble fondo de una caja de herramientas, Jorge Julio López guardó sus peores recuerdos de los años que vivió como desaparecido durante la última dictadura. Debajo de pedazos de alambres, pinzas, destornilladores y ménsulas, el albañil colocó unos treinta escritos de puño y letra en los que relató y denunció las torturas que sufrió en el Pozo de Arana, su paso por la comisaría 5ta. de La Plata, sus impresiones como testigo en el juicio contra Miguel Etchecolatz y hasta reflexiones sobre la militancia por los derechos humanos.

Esos manuscritos fueron desconocidos inclusos por su familia hasta hace meses, cuando revisando las pertenencias del albañil dieron con ellos. Esta semana salieron a la luz para ser expuestos en una muestra en homenaje a López, a diez años de su segunda desaparición.

Los textos comprenden una segunda parte, aunque más profunda y extensa, de los ya revelados en 2012 en el libro Jorge Julio López. Memoria escrita (Marea Editorial), donde se publicaron seis páginas que el albañil le había entregado a su amigo Jorge Pastor Asuaje para que los custodiara.

"Éste es el diario de Ana Frank de la Argentina", consideró ante LA NACION Jorge Caterbetti, el artista que compiló los primeros manuscritos y que trabajó en los hasta ahora inéditos, que son exhibidos en la muestra "Los demonios sin cuernos", en La Plata. Se espera que sean publicados en un libro para mediados de 2017.

Según Caterbetti, los escritos conocidos ahora corresponden a dos momentos de la vida de López. Por un lado, hay relatos de su paso por el Pozo de Arana, diagramas del lugar, retratos de los represores y narraciones de las torturas que sufrió y de las que fue testigo en la comisaria 5ta. de La Plata.

Por otro, vuelca en papel sus impresiones sobre el juicio contra Etchecolatz, quien fue director de Investigaciones de la Policía Bonaerense en la dictadura. López declaró en el juicio y desapareció un día antes de que el represor fuera condenado a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad.

También reflexiona sobre la militancia de los derechos humanos, "les levanta el ánimo y dice tener fe en que los culpables van a ser juzgados", contó Caterbetti.

"Mujer hembaraza (sic.) picaneada en la 5cia [refiere a la comisaría] Mirta Manchiola [de Otaño], fue torturada en investigaciones el 8-11-76. Después la torturaron en la 5° y ahí perdimos el rastro. De los calabozos chicos la sintieron nombrar", expresa uno de los manuscritos.

"Sobrevivimos a las torturas de callotti estuvo en el zotano con -icama=Peruano- los chicos de los lapices noche fueron fusilados 17-11-76 y despues hicieron un simulacro de enfrentamiento frente la cria de arana con sus cuerpos=pueden estar enterrados en las vías de tren Arana a 2 am de rieles. Jorge López sobreviviente. Los argentinos tienen que saber" (sic.), dice otro, en referencia a Atilio Gustavo Calotti, sobreviviente de la llamada Noche de los Lápices.

Caterbetti apuntó que los textos "tiene un grado de precisión y obstinación increíbles". López, quien no terminó la escuela primaria, escribió sus memorias en soledad, en su casa y cuando viajaba al interior en las épocas en las que dejaba la albañilería y recolectaba frutas. Usó todo tipo de formatos: volantes de supermercados, el reverso de etiquetas de las gaseosas y facturas de servicios públicos.

¿Qué motivó a López a dejar por escritos los peores años de su vida? "Se estaba poniendo viejo y tenía algunos problemas de salud. Entonces, entre 1998 y 1999 comienza a hacer esta suerte de diario de memoria viva y escrita sobre sus peripecias pasadas en la primera desaparición. No quería morirse sin poder testificar contra Etchecolatz", señaló el artista que revisó los manuscritos.

El ex policía bonaerense fue beneficiado el 19 de agosto pasado por la Justicia, quien le concedió el arresto domiciliario. Pero la medida no se efectivizó por un fallo de primera instancia e incluso el Gobierno hizo una presentación que pide la revocación de la medida.

En medio de esa polémica, hoy se cumplen diez años de la segunda desaparición de López y su firma en los manuscritos hasta ahora inéditos es elocuente: "Estos crímenes no vencen nunca. Firmado Jorge López, detenido desaparecido".

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