Desconfianza y expectativas entre los intendentes del PJ ante el desembarco de Insaurralde en la Provincia

La llegada a la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires de Martín Insaurralde, aliado clave de Máximo Kirchner, moviliza sentimientos encontrados en los colegas peronistas del exintendente de Lomas de Zamora. Las reacciones van desde la marcada desconfianza por jugadas internas que dejaron heridas, hasta las expectativas de que contribuya a mejorar la llegada de los jefes comunales al gobernador, un reclamo que los intendentes justicialistas dejan trascender en reserva desde hace tiempo. Este juego de visiones diversas se desata en medio de terreno movedizo, con intendentes preocupados y recostados sobre sus distritos para tratar de recuperarse del golpe recibido en las urnas bonaerenses hace dos semanas.

Los que no guardan demasiadas esperanzas en el nuevo rol de Insaurralde subrayan que solo negocia para su tropa propia y que no representa una palanca para los intendentes en general dentro del renovado gabinete de Kicillof.

“No hay amor ni odio, pero sí desconfianza. Él tiene la costumbre de juntar gente, volumen, y después negocia para él. Fue así en todo, en las listas, en las obras”, señala a LA NACION un intendente del conurbano. “Ahora Kicillof, a pedido de Cristina, integra a intendentes. Pero la relación [de los intendentes] con Kicillof está rota desde el 11 de diciembre de 2019 [cuando asumió], no desde ahora.

Insaurralde tiene ascendencia sobre San Vicente [Nicolás Mantegazza] y Almirante Brown [Mariano Cascallares], no mucho más. Va a hacer muchos asados, pero con eso no se soluciona la falta de gestión”, repasa la fuente peronista, que lanza un dardo contra el gobernador: “Estamos en un nivel en el que hasta la gestión de [María Eugenia] Vidal es mejor que esta”.

La misma visión sobre Insaurralde sostiene otro intendente justicialista que ya camina su distrito en busca de capturar votos, con una mirada estrictamente local. “Está bien que vaya un intendente, pero su llegada no es producto de un consenso con los intendentes sino con Máximo Kirchner”, sostiene. “Insaurralde va a negociar para su gente, va a hacer política para su sector”, añade.

Pero también hay testimonios de optimismo en el campamento de los intendentes peronistas al hablar de Insaurralde. “Su incorporación es muy positiva. Sobre todo, por el desastre que era [el exjefe de Gabinete Carlos] Bianco”, sostiene un jefe comunal del Gran Buenos Aires que, no obstante, modera sus expectativas al opinar sobre la posibilidad de que Insaurralde habilite una llegada más fluida de los intendentes a Kicillof. “Veremos”, se ataja. Para él, con el nombramiento del nuevo jefe de Gabinete, “Máximo sigue sumando piezas en todos lados”.

“Martín es un intendente importante de un distrito grande, formado en la política. Como colega y compañero, creo que le va a poner su impronta. Conoce la vida de los intendentes y los municipios”, subraya a LA NACION el intendente más optimista entre los consultados, que confía en que, a partir de Insaurralde, habrá una mejor articulación con Kicillof. “Los cambios suponen más territorio”, concluye.

El jueves, Insaurralde se reunió con Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense. La relación entre ambos es tirante, según cuentan en reserva fuentes bonaerenses. “La peor relación de Berni con un intendente es con Martín, le tiene bien contadas las costillas a Insaurralde”, define una de esas fuentes. Pero cerca del ministro afirman que “no tiene problemas con Insaurralde” y relativizan diferencias: “Puede haber existido alguna cosa que hoy queda como anécdota”.

Leonardo Nardini, el otro intendente que se sumó al gabinete bonaerense tras una reunión relámpago de Kicillof con Cristina Kirchner en El Calafate, cosecha mayor aceptación entre los intendentes.

“Lo que se hizo fue una intervención de La Cámpora en la Provincia. Las carteras más importantes son de La Cámpora. Martín, que es un operador de Máximo Kirchner; Salud, con [Nicolás] Kreplak, que es Máximo y Cristina; [Julio] Alak en Justicia, que es Cristina; Infraestructura, también para Máximo, con Nardini. Todavía se salva Educación. Van a fortalecer el proyecto Máximo 2023, si pueden”, desgrana un intendente que está enfocado en la disputa electoral de su distrito y espera que no se lo lleve puesto la “ola negativa nacional”.

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