Desazón en el kirchnerismo por el silencio de Lula da Silva ante el pedido de condena a Cristina Kirchner
Fuentes oficiales reconocen que las gestiones para lograr su apoyo no han dado resultado; las elecciones en Brasil son, para el Gobierno, la razón de la ausencia del expresidente de Brasil; la situación se repite con Chile y Uruguay
- 4 minutos de lectura'
El apoyo salió, explícito, de boca del excanciller Celso Amorim. También expresó su respaldo el dirigente Marcio Pochman y hasta llegó el aval de la expresidenta Dilma Rousseff. “Pero ninguno de ellos es Lula”, comentan con algo de resignación desde el kirchnerismo, que aún espera el demorado apoyo del exmandatario de Brasil y candidato a volver a ese puesto en las elecciones de octubre, ante la situación judicial que vive Cristina Kirchner.
Altas fuentes del kirchnerismo y la diplomacia confirman que, en los últimos días hubo “gestiones” ante el comité de campaña del PT para que Lula da Silva exprese su apoyo a la vicepresidenta, como sí lo hicieron otros mandatarios, como el venezolano Nicolás Maduro, y recientemente su número dos, Diosdado Cabello, que se solidarizó ante el “ataque de un Poder Judicial muy vinculado a la extrema derecha y el imperialismo norteamericano”.
“Le hablamos e insistimos de todas las formas posibles. No hubo caso hasta ahora”, reconocen fuentes argentinas vinculadas con el líder del PT, que sostiene una dura batalla con el presidente Jair Bolsonaro, de cara a los comicios de octubre. Además de Lula, tampoco se han expresado otros gobiernos “amigos”, como el Chile de Gabriel Boric, que tendrá elecciones locales este domingo, o agrupaciones cercanas como el Frente Amplio uruguayo, donde las divisiones internas en torno a la acusación contra la expresidenta impiden una postura unificada, según confirman en el Gobierno.
Hasta ahora, el grupo Hermandad que encabezan el diputado nacional Eduardo Valdés y el embajador en Venezuela, Oscar Laborde, sí consiguió una nutrida serie de firmas de expresidentes latinoamericanos (el paraguayo Fernando Lugo, el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, el colombiano Ernesto Samper y el hondureño Manuel Zelaya, entre otros) en respaldo de la vicepresidenta y contra la “persecución judicial y mediática” en su contra, según afirmaron en un comunicado. También apoyaron sin medias tintas dirigentes europeos como el diputado español Pablo Iglesias (Podemos), el francés Jean-Luc Mélenchon (Unión Popular) y el Grupo de Puebla, entre muchos otros.
Pero falta el nombre de Lula, cuyo triunfo es esperado por el kirchnerismo para comenzar una “nueva etapa” para América Latina. “Alberto [Fernández] hasta lo fue a visitar a la cárcel antes de las elecciones de 2019. No entendemos bien que pasa, aunque es obvio que la campaña tiene bastante que ver”, reiteran desde otro despacho oficialista.
También recuerdan que Lula estuvo, en diciembre pasado, junto a la fórmula presidencial del Frente de Todos, en pleno escenario y celebrando un nuevo aniversario del retorno de la democracia al país.
En tren de buscar razones para el silencio, desde el Gobierno entienden que la pelea con Bolsonaro es “muy dura” y que el actual presidente machaca sobre los “amigos” de Lula, gobiernos complicados con la economía, entre los cuales menciona siempre a Argentina.
En ese contexto de tensión expuesta y final incierto, Daniel Scioli –de buen vínculo con ambos contendientes– retomará en los próximos días su labor de embajador con una agenda muy económica. “Integración energética, alimentos, infraestructura y turismo”, puntualizan cerca del exministro de Desarrollo Productivo, que espera el nuevo aval del Senado para volver a su puesto en Brasilia.
En relación con Boric, desde el Gobierno apuntan al “referéndum constitucional que se desarrollará el domingo, en el que Boric viene complicado”. Y afirman que “apoyar a Cristina en estas circunstancias no le suma”. En relación con Uruguay, el oficialismo distingue entre el sector de José “Pepe” Mujica, más radicalizado, y el de Danilo Astori, exvicepresidente de Tabaré Vázquez, “que tiene componentes bastante antiperonistas en general”.
“Expreso mi más incondicional solidaridad con el vicepresidente de Argentina y presidente del Senado de este hermano país. Cristina Kirchner es víctima de otro acto brutal de guerra legal y persecución política”, afirmó Rousseff la semana pasada. Desde el kirchnerismo no pierden la esperanza en que Lula siga en breve los pasos de su compañera del PT, algo relegada de la primera línea de la campaña electoral.
Por lo pronto, anoche Lula da Silva no estuvo entre los referentes internacionales que acompañaron de manera virtual la reunión del Consejo del PJ nacional, que encabezó Fernández, en respaldo de la vicepresidenta.