Denuncian violaciones a los derechos humanos con los médicos cubanos que trabajan en el exterior
Los médicos cubanos que trabajan en el exterior en misiones humanitarias son víctimas de un sistema de vigilancia estricto promovido por el gobierno de La Habana que vulnera sus libertades de relacionamiento, de circulación y su privacidad. El diagnóstico fue difundido por Human Rights Watch en un duro comunicado que insta a los países que reciben a los profesionales cubanos a "presionar" al régimen para que cambie su política, a riesgo de quedar catalogados como "cómplices" de las violaciones a los derechos humanos.
El comunicado señala que "Cuba regula hasta los aspectos más mundanos de las vidas del personal cubano" a través de la resolución 168, dictada en 2010. La normativa, por ejemplo, considera un "delito disciplinario" tener algún tipo de relación con cualquier persona cuyas "acciones no sean consistentes con los principios y valores de la sociedad cubana".
Al mismo tiempo, los médicos no tienen permitido mantener ningún tipo de vínculo con personas que tengan "visiones hostiles o contrarias a la revolución cubana" o que manifiesten "un estilo de vida contrario" a los valores que debe representar "un colaborador cubano" en el exterior. Vivir con una de estas personas también es considerado una falta.
En el texto de tres páginas, Human Rights Watch pide a los gobiernos que aceptan la asistencia médica de Cuba -en muchos casos atienden a pacientes de coronavirus- que tienen que velar por el respeto de los derechos humanos de todas las personas que ingresan a su territorio y que, por ello, deben asegurarse de que sus acuerdos con el régimen cubano incluyan la protección para los derechos de sus trabajadores.
Al principio de la pandemia, en el Gobierno se había discutido la posibilidad de traer médicos cubanos a la Argentina para que trabajen en la provincia de Buenos Aires, lo que generó rechazo de la oposición. Finalmente, la iniciativa no se concretó.
En diálogo con LA NACION, José Miguel Vivanco, director para las Américas del organismo, calificó como "orwellianas" a las normativas cubanas. "El régimen usa a los cubanos como propaganda así como para obtener divisas. Una presión concertada y consistente de los distintos países que reciben médicos cubanos podría obligar al régimen a mejorar las condiciones. En cambio, si los gobiernos siguen haciendo la vista gorda, el régimen seguirá explotando a estos médicos con plena impunidad", dijo.
Y agregó: "Si el régimen no modifica el sistema jurídico orwelliano que le impone a los médicos, los gobiernos a nivel global deberían buscar otras alternativas y abstenerse de solicitar los servicios de estos médicos. De lo contrario corren un enorme riesgo de ser cómplices en graves violación es de derechos humanos".
El sistema de vigilancia sobre la vida de los profesionales es tal que los médicos deben informar a su supervisor directo si mantienen un tipo de relación amorosa.
El organismo también describe en el comunicado que el régimen cubano vulnera las libertades de circulación. La normativa no da especificaciones, pero subraya como una falta que el médico "visite con frecuencia lugares que dañen su prestigio" o que vaya a lugares donde puede pueden registrarse alteraciones de orden público. "Los trabajadores de la salud también necesitan autorización para participar de actos públicos de tipo político o social", dice el escrito.
En el exterior, los médicos cubanos tampoco pueden opinar libremente en los medios de comunicación acerca de su trabajo sin autorización y se pena a aquellos que difundan "opiniones o rumores" que afecten "la moral o el prestigio" del grupo de profesionales.
Las penalidades para los médicos cubanos que infrinjan las normas están contempladas en el código penal cubano. La ley establece, por caso, que podrían ir a la cárcel hasta por ocho años.
Asimismo, quienes no respeten la normativa pueden tener vetado el ingreso a su propio país también por ocho años.
El organismo indica que desde marzo de este año el gobierno de Miguel Díaz-Canel desplegó unos 1500 médicos cubanos en 20 países para incorporarse a los sistemas de salud y atender a pacientes con coronavirus. Ese grupo se sumó a los 30.000 profesionales que ya estaban trabajando en el exterior.
Human Rights Watch hace referencia a un informe reciente de las Naciones Unidas acerca de las condiciones de los trabajadores cubanos en el que señala que el gobierno de Cuba "negó todas las acusaciones" y que responsabilizó a Estados Unidos por "fomentar una campaña espuria" contra el régimen.
En los últimos 60 años, según datos del gobierno cubano, hubo más de 400.000 médicos que viajaron a 143 países en misiones humanitarias durante distintos tipos de crisis. Según Human Rights Watch, las violaciones a los derechos humanos existieron desde la primera misión a Argelia en 1963.
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