Defensa en Diputados: el Gobierno se muestra inflexible con el equilibrio fiscal en el Presupuesto 2025

En lo que anticipa un duro debate legislativo, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, advirtió que “el equilibrio fiscal es innegociable” en el inicio del debate del proyecto de ley de Presupuesto 2025, que el funcionario defendió esta tarde ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.

La regla de hierro manifestada por los representantes del Poder Ejecutivo -también concurrió el secretario de Financiamiento, Pablo Quirno-, fue motivo críticas por parte de los miembros de la oposición, con Unión por la Patria a la cabeza, que acusaron al Gobierno de usar el ajuste como herramienta fiscal y cuestionaron la ausencia del ministro de Economía, Luis Caputo, quien ya anticipó que no piensa concurrir a explicar el proyecto porque no quiere “prestarse al show del kirchnerismo”.

Los reproches más severos al proyecto pasaron por la suspensión y congelamiento de las partidas para asignaciones familiares, universidades, educación nacional y ciencia y técnica y el manejo de la deuda por parte del Poder Ejecutivo, en particular la intención de renegociar obligaciones sin autorización del Congreso, como lo establece la Constitución.

Tal como lo dijo Javier Milei cuando presentó el proyecto de Presupuesto el 15 de septiembre pasado en el recinto de la Cámara baja, Guberman fue inflexible y aseguró que el Gobierno no está dispuesto a negociar la regla del déficit fiscal cero y que, por lo tanto, no se podrá gasta más que lo que se recaude.

“La noción de equilibrio financiero es innegociable. Las cuentas tienen que estar balanceadas, sólo se puede gastar si tenemos los recursos”, afirmó el secretario de Hacienda. “A diferencia de años anteriores, nosotros estamos arrancando por la estimación de ingresos y de ahí construimos los gastos que podemos financiar, con la convicción de que no podemos emitir deuda para solventar los gastos del Estado”, abundó.

Tras explicar que el 80% de los recursos se lo llevan la previsión y la asistencia social, los gastos de funcionamiento del Estado y el pago de la deuda, Guberman aseguró que no hay mucho margen para modificar partidas presupuestarias. “Así que si le queremos aumentar a algunos tenemos que retrasar a otros sectores”, advirtió. “Si no estamos de acuerdo con esta composición (del proyecto) tendrán que definir cómo se reasignan las partidas”, agregó.

El funcionario reiteró que el Gobierno seguirá su política de achicamiento del gasto de funcionamiento del Estado y que continuará con la reducción de subsidios al consumo de energía, al asegurar que seguirán enfocándose “en los que realmente lo necesitan”. Al respecto, precisó que, por el momento, se estima un aumento de tarifas del 7% para mayo del año próximo.

Tras destacar lo que calificó como “una marcadísima desacelaración de la inflación”, Guberman afirmó que la administración Milei viene cumpliendo con las metas económicas y financieras que prometió en campaña gracias tres ejes: la eliminación de la intermediación de organizaciones políticas en la entrega de planes sociales, la recuperación de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que, dijo, estaban “devastadas”, y el achicamiento de la administración pública, proceso que definió como “modernización y simplificación del Estado”.

Más breve en su exposición, Quirno centró su intervención en destacar la herencia recibida en materia de deuda pública y acusó a la administración kirchnerista al frente de la cartera de Hacienda encarnada por Sergio Massa de haber escondido “bajo la alfombra casi 60.000 millones de dólares”.

Al respecto, el secretario de Financiamiento dijo que la deuda recibida ascendía a US$ 490.000 millones y destacó que, al momento de asumir, el 30% de ese pasivo tenía vencimiento inmediato. “El equivalente a 66.000 millones de dólares vencían a un día; ésa fue la situación que heredamos”, sentenció.

Según Quirno, las medidas tomadas por el Gobierno permitieron extender la vida promedio de los pasivos y reducir el rojo. “A través de este proceso llegamos a lo que es agosto y vemos que (la deuda) está en el orden de 440.000 millones de dólares, reducción equivalente a 50.000 millones de dólares”, dijo.

Las principales objeciones al proyecto de presupuesto partieron desde el kirchnerismo y la izquierda, quienes calificaron como políticas de ajuste el mandato presidencial de mantener a rajatabla el déficit cero en las cuentas públicas.

“Nosotros no somos hinchas del déficit fiscal, nosotros somos enemigos del ajuste para resolver el déficit fiscal”, afirmó el kirchnerista Carlos Heller, respondiendo las acusaciones de Guberman, quién en su exposición inicial había acusado al kirchnerismo de aumentar el gasto público y de haberlo solventado mediate la emisión de moneda sin respaldo.

En ese sentido, Heller citó cifras de la Oficina de Presupuesto del Congreso para afirmar que el proyecto del Gobierno trae aparejado una contracción del gesto del 27,6% y que el rubro de mayor incidencia es el de las jubilaciones y pensiones, con un recorte del 20% en términos reales. “Es un ajuste monumental”, afirmó.

Heller puso énfasis, además, en los artículos del proyecto que suspenden la movilidad de las asignaciones familiares y de la aplicación de las cláusulas de varias leyes que garantizan el financiamiento para el sistema educativo nacional, para la educación técnica y para Defensa.

También hubo quejas por la política del Gobierno de mantener el apoyo a determinados regímenes industriales mientras ajusta con el cierre de organismos públicos o en partidas sensibles como las de educación, como planteó el diputado Nicolás Massot (Encuentro Federal), quien también se quejó por el recorte en obras públicas que afectan a las provincias. “Hay un ajuste absolutamente oculto que es un esfuerzo provincial”, reprochó el legislador.

La intención del oficialismo es tratar de llevar el proyecto al recinto en la primera semana de noviembre en cumplimiento de un cronograma de reuniones que continuarán la semana próxima con la presencia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el desfile de otros funcionarios del Gobierno durante lo que resta de octubre.

Para evitar mayores demoras, el oficialismo designó una comisión que tendrá la misión de coordinar los reclamos de la oposición dialoguista con el objetivo de que el proyecto no sufra nuevas modificaciones cuando pase al Senado. La delegación libertaria estará integrada por el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, el diputado José Luis Espert, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala.

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