Defensa: analizan la posibilidad de que Brasil envíe submarinos a la Armada Argentina
Con el fin de mejorar la cooperación en materia de Defensa entre la Argentina y Brasil, los ministros de ambos países firmaron ayer una "declaración de intención" en la que se incluye la posibilidad de que el país carioca envíe submarinos a la Armada Argentina para recuperar "la estratégica herramienta marítima luego del hundimiento del ARA San Juan en noviembre del 2017".
El documento de nueve puntos fue rubricado ayer, en el marco de la primera visita de Jair Bolsonaro a Buenos Aires, entre Oscar Aguad y su par brasilero, Fernando Azevedo e Silva.
Entre los propósitos más salientes se encuentra el de fortalecer la defensa y monitoreo marítimo que perdió la Argentina hace más de un año y medio, a través de la entrega de submarinos alemanes que tiene Brasil en desuso.
"Profundizar la cooperación binacional en el área de submarinos convencionales, incluyendo la posibilidad de reparación, mantenimiento y construcción, y el estudio de las posibilidades de transferencia de submarinos IKL de la Armada de Brasil a la Armada Argentina", dice textual el "punto G" de la declaración en la que se aclara que la misma "no constituye un compromiso jurídicamente vinculante, tanto en el ámbito de la legislación nacional, como en el marco del Derecho internacional".
La propuesta en concreto consiste en el envío de submarinos IKL, de origen alemán, para que sean puestos a puntos en Tandanor, tal como sucedió con la flota argentina que incluyó al ARA San Juan.
La construcción de un submarino nuclear
En diciembre pasado, el Gobierno analizaba la posibilidad de diseñar y construir un submarino nuclear y ponerlo en el agua en el año 2025. El proyecto preveía el desarrollo de un reactor nuclear compacto para la propulsión de un submarino y se aprovecharía la estructura del ARA Santa Fe, el sumergible tipo TR-1700, similar al ARA San Juan y cuya construcción fue abandonada hace 25 años, cuando se había completado en un 70 por ciento.
El armazón de este submarino se encuentra, desde mediados de los 90, en los astilleros del Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar), y para el avance del proyecto se deberían destinar 5 millones de dólares en los próximos tres años.
La iniciativa, después descartada, había tomado estado público en la Cámara de Diputados, en un plenario de las comisiones de Defensa y de Ciencia y Tecnología, en el que se resolvió pedir informes al Poder Ejecutivo para que explique la viabilidad y ejecución del proyecto.
La posibilidad de que la Argentina construyese un submarino nuclear, en momentos en que Brasil impulsaba desarrollar uno propio, había sorprendido en las Fuerzas Armadas.