Debate presidencial: ¿sale lo mismo mentir o decir la verdad?
El debate presidencial de esta noche tendrá probablemente poco impacto en los resultados de las elecciones del domingo 27 de octubre, coinciden los expertos locales y avalan los antecedentes internacionales. Las estrictas reglas que la Cámara Nacional Electoral acordó con los equipos de los seis candidatos que pasaron el piso de 1,5% de los votos válidos de las elecciones primarias dejan poco margen para improvisaciones y limitan la posibilidad de escuchar diagnósticos profundos y propuestas detalladas. Pero entonces, ¿por qué tanto lío con el debate? ¿Para qué sirve? El debate sirve para que los ciudadanos que lo deseen estén mejor informados. Y sirve también para que los candidatos, en especial quien gane, rinda cuentas frente al electorado.
En Chequeado, trabajamos para reducir la impunidad intelectual. Y, en tiempos en los que las plataformas de los partidos políticos son una rareza que casi nadie consulta, un debate televisado -y ojalá con tanto rating como el último de 2015, que siguieron 5,5 millones de televidentes-, contribuye a eso.
¿Por qué? Porque aunque muchos sólo recuerden el beso del final entre Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada, o los memes que circularon luego, fue en el debate que protagonizó con Daniel Scioli en el que millones de argentinos le escucharon decir al Presidente "no vamos a hacer ajustes, creemos en la expansión de la economía, en el crecimiento, que si a la gente le decimos la verdad, va a volver la inversión, va a volver el empleo" y que su gobierno "tendrá como objetivo económico lograr una Argentina con pobreza cero". Dos promesas que el equipo de Cambiemos/Juntos por el Cambio dejará incumplidas y que, vistos los resultados de las primarias, el electorado no parece haber pasado por alto.
También dijo, claro, otras cosas que cumplió, como que ampliaría los beneficios de la Asignación Universal por Hijo para los monotributistas e impulsaría una ley del arrepentido, probablemente gracias a la cual los argentinos hayamos podido conocer como nunca antes los entramados de la corrupción que tienen como protagonistas a ex funcionarios de distintos gobiernos y empresarios clave del país y como principales víctimas a los más pobres, a quienes no le llegan las obras o los fondos públicos porque se quedan en el camino.
Macri, y los cinco hombres que aspiran a sucederlo en la Casa Rosada -Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert- protagonizarán desde las 21 horas el tercer debate presidencial de historia argentina y el primero que tiene carácter obligatorio para todos los candidatos, luego de la sanción de la Ley 27.337 en 2016. Con el equipo de Chequeado y un grupo de más de 50 voluntarios y expertos de distintas áreas (Economía, Educación y Salud, Derechos Humanos y Género, Relaciones Internacionales) protagonizaremos un nuevo chequeo colectivo en vivo. Mientras los candidatos hablen y muchos de ustedes los sigan por TV o redes sociales, nosotros contrastaremos sus afirmaciones con los hechos y los mejores datos disponibles y publicaremos los resultados.
Será el décimoquinto chequeo colectivo en vivo que hacemos en la Argentina. Esta tecnología, que inventamos en 2013, ahora se usa en debates en Brasil, México, Perú, Estados Unidos y el Reino Unido, entre otros países.
El debate presidencial tendrá poco impacto en las próximas elecciones, pero eso no significa que no sirva o que no tenga sentido aspirar a que en democracia a los candidatos no le salga lo mismo mentir o decir la verdad.
LA NACION publicará los resultados del chequeo colectivo en vivo en un especial que armamos juntos y, si estás en las redes sociales, podés seguir el minuto a minuto con el hashtag #DebateChequeado.
Otras noticias de Hoy
- 1
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti
- 2
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 3
Dinero, control policial y culto a la personalidad. El sistema que montó Gildo Insfrán en Formosa y que la Corte buscó clausurar
- 4
Una “cueva” y dos cuentas: así fue la trama que llevó al juez Lijo a sobreseer a Andrés Vázquez, actual director de la DGI