Debate presidencial 2023 | Confiada en sus armas, Patricia Bullrich llega al choque con la misión de potenciarse y frenar a Javier Milei
La exministra enfrenta una gran oportunidad para recuperar protagonismo; aspira a confrontar con Massa y el libertario
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Templanza y la guardia alta. Patricia Bullrich se juega mucho, pero confía en sus armas y “metier” político para capitalizar al máximo el primer debate presidencial que se celebrará esta noche en Santiago del Estero. Si bien los especialistas descreen de la capacidad que tiene el choque para movilizar el voto, la aspirante de Juntos por el Cambio aspira a evitar errores no forzados y salir fortificada del cruce, una instancia crucial en el calendario electoral. Se concentrará en desglosar los ejes medulares de su proyecto en materia económica o educativa y, sobre todo, en confrontar con sus dos principales contendientes, Javier Milei y Sergio Massa, para potenciarse. “Firme, pero no agresiva”, repetían sus colaboradores tras el ensayo final del viernes. Sus fieles hacen hincapié en que Bullrich procurará exhibirse una versión “auténtica”, sin corsé, ya que reniega del coaching. “Llega con buenas sensaciones”, aseguran.
En su comando de campaña tienen la certeza de que Bullrich será un blanco de los ataques de Milei, quien en las últimas horas intensificó sus críticas a la exministra -la acusó de difundir en redes versiones sobre su estado de salud-. A su vez, ensayaron tácticas para evitar que Massa y el economista busquen polarizar entre ellos para borrarla de la cancha. “No va a caer en la trampa”, resaltan.
Si Milei lanza una ofensiva contra su figura -creen que podría tildarla de “montonera”, “casta” o de no manejar la agenda económica-, Bullrich intentará frenarlo para marcar el territorio. Será una misión compleja y es una incógnita con qué herramientas lo enfrentará para sacar ventaja en ese duelo. En el campamento de JxC se esperanzan con que Milei exhiba dosis de “agresividad” o que se le “salga la cadena” durante el choque para aprovechar ese flanco. Intuyen que al economista le puede jugar en contra la personalidad. “No le vamos a dejar pasar una a Milei. Si él pega, va a recibir piñas”, avisan cerca de Bullrich.
La candidata de JxC se moverá en el cuadrilátero con el objetivo primordial de resaltar sus diferencias con el modelo de Massa -insistirá con el lema antikirchnerista-, pero también se dedicará a contrastar su visión y sus propuestas con el programa político de Milei. “Hay debates que cambiaron la historia. Y hay otros que fueron intrascendentes. Depende de cómo te plantes”, repitió la exministra durante los últimos días.
Bullrich siente que arriba al primer debate presidencial con viento a favor por la agudización de la crisis y el presunto estancamiento de Milei en las encuestas. Si bien nadie suelta prenda sobre la estrategia, sus leales descuentan que intentará dejar en evidencia las marchas y contramarchas de Milei respecto de su plan para dolarizar la economía o exhibir la contradicción entre su discurso “anti-casta” y su alianza táctica con el sindicalista Luis Barrionuevo.
Con ese trasfondo, Bullrich confía en que podrá exprimir la oportunidad para reposicionarse en la carrera electoral. Cuando faltan casi veinte días para votar, la candidata de JxC percibe que recuperó el pulso de la campaña, pese a que la mayoría de los sondeos la ubican en el tercer puesto o en una pelea cuerpo a cuerpo con Massa por ingresar al ballottage.
El viernes, antes de viajar a Santiago del Estero para participar del primer debate, Bullrich se recluyó junto a sus colaboradores más estrechos en un estudio de televisión que alquiló en la Capital para preparar su exposición. Simularon el segmento de las preguntas y respuestas que incluye el formato diseñado por la Cámara Nacional Electoral y emularon el uso del “botón rojo” para el derecho a réplica. La asistieron Martín Siracusa, Juan Pablo Arenaza, el consultor Derek Hampton, Hernán Lombardi y Laura Alonso, entre otros.
En medio del ensayo, Mauricio Macri irrumpió en el lugar para darle ánimos a Bullrich, su gran apuesta electoral pese a la tensión que provocó su doble juego con Milei. Para no invadir a la candidata, el fundador de Pro y exmandatario se quedó pocos minutos. Se limitó a darle consejos a la aspirante con metáforas futboleras y recordar su experiencia en el cara a cara con Daniel Scioli en 2015. “Fue un buen gesto de aliento”, celebraron cerca de la exministra después de los cortocircuitos entre Macri y Bullrich que provocó no solo el triunfo de Milei en las PASO y los guiños del libertario al expresidente, sino las críticas del fundador de Pro a los radicales. En el entorno de Macri repiten que está comprometido con la campaña de Bullrich pese a los últimos contratiempos. Incluso podría sumarse a una caravana por el interior o el acto de cierre. Quienes rodean al expresidente en el mundillo de Pro aseguran que también ayuda en las sombras a recolectar fondos para el tramo final de la campaña de Bullrich.
Macri no estará en el Forum de Santiago del Estero para presenciar el debate, ya que viajará al exterior. Eso sí: se comprometió a asistir al segundo cruce previsto para el 8 de octubre en la Facultad de Derecho de la UBA. Allí también estará Horacio Rodríguez Larreta, quien salió ayer a repartir boletas de Jorge Macri y Bullrich en la ciudad de Buenos Aires, bastión de Pro.
Hoy arroparán a Bullrich desde Carlos Melconian hasta varios referentes nacionales de JxC, como Alfredo Cornejo, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Gerardo Morales y Rodolfo Suárez, entre otros. “Está segura y tranquila. El debate es su metier”, dijo uno de sus estrategas antes del debate.
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