De la Rúa pidió a los ministros que eviten la palabra saqueo
En la reunión de gabinete ordenó que se diseñe un plan de distribución de comida
El presidente Fernando de la Rúa sintió ayer por primera vez que los saqueos a supermercados pueden comprometer seriamente la gobernabilidad del país y le ordenó a su gabinete articular un plan de distribución de alimentos y evitar mencionar la palabra saqueos, como solución para no causar alarma en la población.
"Traten de darle una intensa respuesta a todo esto, pero hay que evitar hablar de saqueos porque se asocian con la violencia", sugirió el Presidente, ante sus ministros, en la Casa Rosada.
"No debe ser motivo de alarma o de hablar de conflicto general. No encontramos motivos para que haya una magnificación de los episodios. LA NACION está ayudando a las provincias y a los municipios", dijo anoche al retirarse de la Casa Rosada.
Señaló que "esta no es una situación como la de 1989. Esa es una historia muy anterior". Se refería a la crisis social que precipitó la renuncia de Raúl Alfonsín seis meses antes del final de su mandato.
Esta fue la preocupación del Presidente: evitar la palabra saqueo. Les pidió a sus ministros: "Hacer más hincapié en la necesidad de la gente, en los pedidos de comida, que se relacionan con la crisis económica".
De la Rúa buscaba vincular la agudización del conflicto social con la necesidad del Gobierno de aprobar el presupuesto 2002, para lo cual tiene dificultades en el Congreso. "Se dijo que el presupuesto y el ajuste tienen que salir como sea; de ello también depende la estabilidad del Gobierno", dijo una fuente del gabinete.
Cuando salía de Balcarce 50, el Presidente dijo que "el país necesita el presupuesto cuanto antes, para avanzar en las negociaciones con el FMI. Hemos transmitido la necesidad y urgencia, incluso patriótica, para tratar lo más rápido posible".
El ministro de Infraestructura, Carlos Bastos, captó rápidamente la recomendación presidencial. "No hubo saqueos, sino pedido de gente en supermercados", dijo por la mañana.
Todo el gabinete concluyó en eliminar la palabra saqueo y sustituirla por la expresión "demanda de alimentos".
La cuestión social, en rigor, seguía anoche en análisis en la Casa Rosada. "Se está resolviendo cómo anticipar los episodios que puedan suscitarse, con diversos planes, que resuelvan los requerimientos sobre la base del envío de alimentos", dijo a LA NACION el vocero Juan Pablo Baylac.
Por la mañana, en el gabinete, se había resuelto enviar alimentos a Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos.
En el despacho del ministro del Interior, Ramón Mestre, se sucedían anoche las reuniones. Los ministros de Trabajo, José Gabriel Dumón; de Desarrollo Social, Daniel Sartor, y de Defensa, Horacio Jaunarena, desfilaron por Balcarce 50. En esos encuentros estaba el secretario presidencial Leonardo Aiello, que alternativamente acompañaba a los ministros al despacho de De la Rúa, para mantenerlo informado.
"Los centros más delicados fueron Santa Fe, Mendoza y Concordia, mientras que la situación en el Gran Buenos Aires fue resuelta con el diálogo con las organizaciones de desocupados", dijo Baylac. Voceros de Interior indicaron que "el Gobierno está preocupado porque si no se da una solución los episodios pueden multiplicarse peligrosamente".
Según se resolvió en Balcarce 50, Mestre coordinará la acción entre ministros y gobernadores; Dumón enviará planes Trabajar; Sartor distribuirá alimentos y Jaunarena coordinará la logística militar para el transporte y distribución de las cajas.
Temprano, el gobernador Carlos Reutemann acudió a la Casa Rosada para reclamar asistencia para Santa Fe, convulsionada por los saqueos. Junto con el intendente de Rosario, Hermes Binner, consiguió que el Gobierno se comprometiera a enviarle alimentos y los planes Trabajar adeudados de octubre y noviembre.
Por la tarde, pero para reclamar los fondos provinciales al jefe del Gabinete, Chrystian Colombo, concurrieron a la Casa Rosada los gobernadores Julio Miranda (Tucumán), Eduardo Fellner (Jujuy), Oscar Castillo (Catamarca), Pablo Verani (Río Negro) y Roberto Iglesias (Mendoza).
Dumón admitió que la "tensión social y muchos de los incidentes tienen legítimos orígenes". Pero el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, aseguró que "no se advierte un estado de alteración generalizado" y que "no hay ningún temor de extensión de estos hechos". Aseveró que los episodios "son muy acotados, con no más de 20 o 30 personas, salvo el caso de Concordia, que fue más numeroso".
El ministro de Justicia sugirió que algunos saqueos fueron organizados. Pero admitió que "seríamos necios si no advirtiéramos que hay situaciones de necesidad que pueden llevar a esto".
Baylac, contra el "comandante Chelo"
- Consultado por LA NACION, Baylac responsabilizó de los saqueos en Concordia a dos cabecillas identificados como José María Lima, alias "comandante Chelo", y Carlos Sánchez, conocido como "subcomandante". "Son los mismos que organizaron el Comando Sabino Navarro hace algunos meses, en Concordia. Están filmados y fotografiados", añadió, al mostrar sus fotos de hace 24 horas y de su aparición con capuchas, hace meses. "En Mendoza hay dos detenidos, un concejal y un dirigente del PJ. Sabemos que el contexto social es complicado, pero hay activismo más allá del descontento social", añadió.
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