De la Rúa convocó a los gobernadores
El Presidente aprovechó el acuerdo fiscal logrado con las provincias para llamar a la unidad; guiños hacia De la Sota
Se había anunciado que la pelea sería a todo o nada. Pero finalmente la Nación llegó a un acuerdo con las provincias para recuperar el crédito y afrontar así el pago de los salarios. La situación era especialmente compleja en la provincia de Buenos Aires.
El presidente Fernando de la Rúa aprovechó este escenario de acuerdo para anunciar una próxima convocatoria a todos los gobernadores. "Nos vamos a reunir el Presidente y los gobernadores para mostrar que es falso que haya dificultades institucionales, que es falso que no hay capacidad (de gobierno) y que es falso que no hay compromiso nacional", dijo De la Rúa en Córdoba, donde viajó para celebrar los 50 años de la empresa Arcor.
El Presidente se mostró durante toda la jornada en muy buenos términos con el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, en lo que se interpretó como una clara señal política del nuevo alineamiento que intenta el Gobierno. De la Sota es uno de los rivales internos de su par bonaerense, Carlos Ruckauf, que asumió las posiciones más combativas en la disputa por los fondos adeudados.
En Córdoba, De la Sota devolvió gentilezas y dijo: "No le quepa duda, señor Presidente y amigo, que este humilde gobernador de un partido distinto al suyo sabe que hoy lo más importante es la Argentina. Cuente conmigo".
Con Ruckauf, en cambio, no hubo tantas gentilezas. El Presidente confió en la cercanía de entendimientos para salvar las descalabradas finanzas de varias provincias, pero dijo que "la más ardua y difícil es la provincia de Buenos Aires, que tiene muy alto déficit y niveles de endeudamiento graves".
Y el vocero del Gobierno, Juan Pablo Baylac, puso un tono mucho más severo. Le reprochó a Ruckauf haberse colocado en un bando "rebelde" sólo por apetencias personales, sin tomar en cuenta que tiene un rojo de más de 2000 millones de pesos en su provincia.
"Buenos Aires no resiste más tres campañas electorales a presidente, hay que ponerse a gobernar Buenos Aires", sentenció.
En la intimidad, los funcionarios del Ejecutivo que viajaron a Córdoba se mostraron indignados con las actitudes recientes de Ruckauf y le reprochaban haber encarado una campaña sin medir las consecuencias para su propia situación.
De la Rua se permitió aconsejarle al gobernador "reducir el gasto excesivo y hacer el trabajo que se ha hecho en otras provincias para lograrlo".
La batalla final entre el Gobierno y Ruckauf se libró anteanoche en la casa de Patricia Bullrich. La ministra de Trabajo hizo de árbitro en la pulseada entre los dos principales contendientes: Chrystian Colombo y el mandatario bonaerense. Pero la contienda fue despareja. Las enormes complicaciones financieras de Ruckauf lo convirtieron en blanco fácil para el jefe de Gabinete.
El gobernador tuvo que estampar su firma -la misma que adorna las zapatillas distribuidas en su distrito- en el acuerdo por el cual se compromete a reducir en 1000 millones el presupuesto provincial. A cambio de esto, el Gobierno lo auxilió financieramente permitiéndole participar de un fondo fiduciario que ya integran otras 11 provincias. La decisión permitirá que Buenos Aires puede hacer frente a los vencimientos de su deuda y recupere el crédito en el mercado financiero.
"Fue una negociación dura", dijeron en la Jefatura de Gabinete. Casi tan dura -explicaron- como el esfuerzo que deberá hacer Ruckauf. El acuerdo firmado implicaría un recorte de 250 millones de pesos en la plantilla de salarios de su administración.
Sin salida
Pero el gobernador no tenía demasiadas opciones dado lo complicado que se tornaría su gobierno en el caso de poder afrontar el pago de salarios. Ruckauf incluso llegó a amenazar con renunciar a su cargo si la administración central no le giraba el dinero.
El mandatario aseguró ayer que los trabajadores estatales de su provincia cobrarán el sueldo de junio en efectivo, pero advirtió que si la Nación no le gira el resto de los fondos podría abonar parte del medio aguinaldo con bonos.
En el Gobierno estaban más que conformes con el desenlace de la situación, aunque evitaron las expresiones de júbilo ante la derrota política de Ruckauf. Prefirieron, en cambio, anunciar que lo que había prevalecido fue la política de acuerdos que impulsa De la Rúa.
"Una vez más se demuestra que es posible generar consensos y ahora los hemos logrado para recuperar el crédito", anunció Colombo.
La ingeniería financiera diseñada por el Gobierno permitirá inyectar de fondos nuevos al fondo fiduciario que alivia los compromisos de las provincias con los bancos. Tres bancos -el Río, el Galicia y el BBV- ya están trabajando para aportar el dinero necesario. Esta salida ya se había instrumentado el año último, pero luego caducó porque el fondo se agotó y no hubo más ayuda para los gobernadores.
Para ingresar en el nuevo pacto, las provincias se comprometieron a realizar nuevos ajustes. El más importante es el que debe encarar Buenos Aires, pero otros distritos también se comprometieron a achicarse.
El Gobierno tiene esperanzas en que este acuerdo genere repercusiones positivas en los mercados y permita acceder a tasas más bajas a la hora de endeudarse. "Cada vez que aumenta el riesgo país lo paga la gente con tasas y menor nivel de actividad", explicó Colombo.
Por lo pronto, el escenario de ayer fue más benévolo que el del martes último, cuando los gobernadores del PJ se abroquelaron contra el Gobierno y amenazaron con quitarle recursos financieros si no respondía a su exigencias de fondos.
Colombo dialogó con el PJ
El bloque de senadores justicialistas confirmó ayer al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, que la semana próxima la Cámara alta derogará el decreto 804, que establece severas modificaciones al marco regulatorio del sistema eléctrico.
Más allá del anuncio de los legisladores, anticipado por La Nación el lunes último, el encuentro entre los senadores del PJ y Colombo dejó fuertes signos de distensión en el enfrentamiento político entre el Gobierno y la oposición.
Esto es lo que se desprende del balance realizado por voceros justicialistas que participaron del encuentro con el funcionario, celebrado ayer en el Senado en el ámbito de la comisión bicameral de seguimiento de las facultades delegadas por el Parlamento en el Poder Ejecutivo.
Esto es así, ya que si bien los miembros del PJ de la comisión firmaron un dictamen de derogación del decreto 802 -aumento del gasoil-, la medida quedará en suspenso hasta que se defina el conflicto entre la Nación y las provincias gobernadas por el PJ.
En el mismo status se mantendrá el proyecto que coparticipa el producido del impuesto al cheque, medida con la que los mandatarios peronistas amenazaron al Ejecutivo si éste no cumplía con sus exigencias de realizar los aportes de fondos contemplados en el pacto fiscal de 1999.
Fuentes peronistas del Senado aseguraron que ambas iniciativas "quedarán supeditadas al diálogo con el Gobierno". Además, se dejó en suspenso la definición de la estrategia por seguir en la relación con el Gobierno hasta la reunión que el martes próximo celebrará el PJ en el consejo nacional partidario.
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