De la calle a la política: la joven santiagueña que barría la ciudad y pronto ocupará una banca en Diputados

SANTIAGO DEL ESTERO.- Mariana Morales tiene los rasgos de la morocha santiagueña, simpática, algo tímida y que de a poco se acostumbra a "esto de los medios", cuenta al recibir en su oficina de la Municipalidad de La Banda a LA NACIÓN, donde se desempeña desde hace unos meses como secretaria de Gobierno de Pablo Mirolo, intendente de la ciudad, referente del massismo y quien diera la nota el domingo en Santiago al quedarse con una de las cuatro bancas, arrebatándole una al siempre invencible radical K Gerardo Zamora .

Si bien aún no lo anunció públicamente, es un hecho que Mirolo no asumirá su banca y su lugar sera ocupado por Mariana Morales, la protagonista de una historia particular, ya que siendo madre, beneficiaria de un plan "Argentina Trabaja" e hija de canillitas pagó sus estudios universitarios, se recibió de abogada y ocupará un escaño en la Cámara de Diputados de la Nación.

Mariana tiene hoy 30 años, se recibió de abogada en la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) en 2012, a los 27 y es mamá de dos hijos, uno de 4 años y de una beba de 9 meses.

"Aun no se si seré Diputada, no he hablado nada aún al respecto con Pablo (Mirolo)", advierte pero lo sabe, ya que el intendente bandeño y delfín de Sergio Massa le dijo a su entorno más cercano que se quedará como jefe comunal: "Y Mariana nos representará en la Cámara".

No han pasado muchos años desde que Mariana barría las calles de La Banda, su ciudad, como beneficiaria del Plan Argentina Trabaja, cobrando por entonces 1200 pesos y prestando servicios al municipio bandeño por intermedio de la Cooperativa de Trabajo "Presidentes Argentinos", integrantes con quienes comparte juntadas de fines de semana.

"Aquí en Santiago hace calor, mucho, eso lo saben todos, pero el invierno por corto que sea es duro, y nos ha tocado limpiar con heladas de 3, o 4 grados bajo cero y ver el agua escarchada al costado de los cordones", cuenta mientras muestra la foto de sus padres, canillitas y que "aún tienen su puestito de diarios y revistas".

"Yo provengo de un hogar peronista, mi apellido materno es Villalba y "Pato", mi tío, fue un reconocido dirigente del peronismo santiagueño, muy querido y recordado por quienes lo conocieron", relata y remarca un factor de la campaña que considera importante: "Las venidas de Sergio Massa a la provincia apuntalándonos fueron claves".

Destaca la figura de su jefe, Pablo Mirolo, un joven intendente de la segunda ciudad en importancia de la provincia, a 7 kilómetros de la capital santiagueña y que vio nacer a la familia de folcloristas Carabajal y a Los Manseros santiagueños, una suerte de Rolling Stones del folclore con mas de 50 años en los escenarios.

"Pablo es como nosotros, casi todo su gabinete, un chango bueno, de barrio, anda sin custodia, se banca los reclamos de la gente cuando sale a la calle y jamás de esconde", afirma Mariana, futura Diputada Nacional.

Entró primero como subsecretaria de Gobierno, pero a medida que se tensaba la relación entre el ex intendente Ruíz, hoy en Cambiemos y condenado a tres años de prisión en suspenso por haber abusado sexualmente de una mujer en su despacho mientras era jefe comunal, Mirolo despidió a varios "chabaistas" de su gabinete, por recomendación del propio Massa y colocó a Mariana en la Secretaría.

"Prefiero no hablar de este tema (Ruíz), todo se ha dirimido en la Justicia y ésta ha dado su veredicto. Aquí se mira para adelante y lo primordial es la gestión", dice cuando se la consulta sobre la pesada herencia recibida, no sólo en lo político, sino en lo económico, con deudas millonarias a proveedores.

Mariana no lo niega y recuerda aquel 24 de julio de 2013, cuando Cristina Kirchner visitó la provincia para participar de los festejos de un nuevo aniversario de la ciudad. Ese día hizo una video conferencia con La Banda y Mariana, casi recién recibida habló con ella y todo el país la vio, en una de las tantas cadenas nacionales. Ese día Cristina la puso como ejemplo "para los que hablan de que los jóvenes con planes ni estudian ni trabajan".

Mariana rememora: "Muchas veces cuando hacíamos un alto en el barrido para tomar agua o descansar bajo un árbol por el calor yo sacaba mis apuntes y me ponía estudiar. Cada momento libre era clave y le había jurado a mis viejos y me lo había juramentado yo misma que me recibiría", y explica que "lo que cobraba era lo que valía la cuota de la universidad".

Mariana vive con sus padres en el barrio bandeño Villa Eloísa, de casas bajas, algunas con calle de tierra y aseguró: "Jamás dejaré de vivir con ellos; junto a mis hijos son todo para mí. Jamás me iré de mi barrio ni de La Banda, y si me toca ser legisladora nacional tampoco lo haré. Cumpliré con mi tarea en Buenos Aires, pero siempre en mi casa, con mis viejos", señaló.

Sobre el escenario de segunda vuelta entiende que "esperaremos a ver cuál es el camino que desde el Frente Renovador se toma. Es una lástima que Sergio (Massa) no haya accedido al escenario de noviembre. De haberlo hecho, era un claro ganador".

Consultada sobre sus sentimientos cuando se critica a los beneficiarios de planes sociales, Mariana respira profundo, se toma unos segundos y dice con los ojos casi al borde de las lagrimas: "La gente tiene una calificación injusta de los planes sociales. Fueron y son un paliativo importante, pero lamentablemente no se avanzó en que eso se convierta en trabajo genuino y muchos de los que tienen este tipo de plan son injustamente estigmatizados", concluyó.

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