De Fidel Castro a Mauricio Macri: cinco historias políticas de Diego Maradona
Un viaje en "El tren del Alba"
El Tren del Alba llevaba a políticos que convocaban multitudes, artistas famosos, académicos de renombre y funcionarios argentinos. Salió rumbo a Mar del Plata con el único objetivo de opacar el ALCA, esa alianza regional impulsada por el presidente de Estados Unidos George Bush. Pero ni Hugo Chávez, Evo Morales o Néstor Kirchner despertaron en ese viaje tanto magnetismo como él. Apenas llegó a la estación Constitución, Diego Maradona revolucionó todo: fotógrafos, curiosos y fanáticos desbordaron los controles y retrasaron la partida del tren.
Maradona saludaba a uno por uno con un beso. No importaba si era un jefe de Estado o un artista. Se detuvo, por ejemplo, en la mesa de las actrices Leonor Manso y Mirta Busnelli, que compartían un café, para hablar sobre la indignación que le generaba la política de Bush para América Latina. Los besos iban seguido de abrazos para él y para su acompañante de lujo, el cineasta bosnio Emir Kusturica que filmaba esas escenas -por momentos surrealistas- para un documental sobre la vida de Diego.
Cuando el tren llegó a Mar del Plata, a las 6.30 de la mañana, los militantes que esperaban no pedían por ningún líder político. "Olé, olé, Diego, Diego", se escuchó hasta que bajó el último pasajero. Maradona no se privó de darle a los militantes de la Cumbre de los Pueblos unas breves palabras que terminaron por sentenciar el plan de instaurar una zona de libre comercio para Sudamérica.
Su última pelea con Mauricio Macri
Maradona le puso a Mauricio Macriuno de los apodos más incómodos para el dirigente. En su última etapa en Boca, cuando convivían en ese club, Maradona le cuestionaba la falta de generosidad al entonces presidente de la institución con contratos y premios para los jugadores. "El Cartonero Báez", lo bautizó a Macri, un apodo todavía recordado entre risas por el mundo del fútbol.
La relación entre ellos nunca superó esos prejuicios entre el chico que potreó en Villa Fiorito y el que crió en Barrio Parque. Las diferencias trascendieron Boca y renacieron cuando Macri asumió como Presidente con constantes críticas de la picante oratoria que soltaba Maradona.
El último cruce, incluso, ocurrió días antes de su muerte. Macri declaró en una entrevista que tuvo que "sacar" a Maradona de Boca para construir el proyecto de club que pretendía. La respuesta no tardó en llegar: "A vos Mauricio, te digo que a mí no me echaste de ningún lado. Fui yo el que dejó el fútbol, para proteger la salud de mis viejos. Esa fue una decisión mía, y no le hice mal a nadie".
La fórmula de los penales para Fidel Castro
28 de julio de 1987. Después de jugar la Copa América en Buenos Aires con la selección, Cuba invitó de vacaciones a Maradona. Encantado con la idea de conocer a su anfitrión, Fidel Castro,Maradona aceptó casi de inmediato. Después de unos días de descanso en unas playas paradisíacas de la provincia de Matanzas, el líder cubano lo convocó a un encuentro en su residencia de La Habana.
Fernando Signorini, preparador físico de Maradona, recordó que en ese primer encuentro, Castro le preguntó muy seriamente si había una fórmula para patear penales. "Antes de patear, miro al arquero", le confesó Diego. El presidente cubano tomó un cuaderno, anotó la fórmula y respondió: "Mañana mismo la pruebo", lo que provocó risas entre los invitados. Carismáticos y extrovertidos, ese encuentro inicial entre ambos que se extendió hasta la madrugada sería apenas el primer capítulo de una larga amistad.
Maradona incluso se mudó a Cuba a sus 39 años para recuperarse de su adicción a las drogas. El tratamiento, que sería por seis meses se extendió en una estadía de cuatro años del exfutbolista, un período que ahora es recordado como una de sus épocas de mayores excesos. Los guiños del destino: Maradona murió el mismo día que Castro, cuatro años después
Un sorpresivo cierre de campaña
El chavismo vaya si sacó rédito de la simpatía que despertaba en Maradona. El astro consideraba a Hugo Chávez un amigo y lo apoyó públicamente hasta el momento de su muerte. Fueron varias las visitas de Maradona a Caracas. Allí estuvo para el funeral de Chávez, en 2013. "Lo que me dejó Hugo fue una gran amistad, una sabiduría política increíble", dijo un conmovido Maradona.
El apoyo de Diego al chavismo continuó a pesar de la muerte de Chávez. La última aparición que sacudió a Venezuela ocurrió en 2018, cuando el presidente Nicolás Maduro cerraba su campaña presidencial y en ese acto de cierre de campaña apareció Maradona. Bailó, agitó una bandera venezolana y se declaró un "soldado" del chavismo. Maradona volvió a visitar a Maduro en enero de este año.
El balcón de la Casa Rosada
Nadie recuerda que Maradona haya tenido una especial afinidad con Raúl Alfonsín, pero su imagen en el balcón de la Casa Rosada es una de las más emblemáticas. Maradona era el capitán de la selección que había ganado el Mundial de México en 1986, una competición que había comenzado con muchas críticas del periodismo e, incluso, con algunas gestiones políticas para remover a Carlos Bilardo como entrenador meses antes del comienzo de la Copa del Mundo.
No hay números claros sobre la cantidad de gente que se movilizó por los festejos, pero las crónicas de aquellos días señalaron que un millón de argentinos concurrieron a aquella gran celebración popular en Plaza de Mayo. Maradona levantó la Copa del Mundo ante todos ellos, una imagen que quedó por siempre en la memoria.
A fines de diciembre pasado, casi 35 años después de aquella conquista, el presidente Alberto Fernández invitó a Maradona a la Casa Rosada. Después de la reunión, Diego volvió a salir al balcón con una réplica de la Copa del Mundo ante los flashes de los fotógrafos. Las pocas personas que caminaban por la Plaza de Mayo también se acercaron hasta las rejas para verlo de nuevo festejar en ese balcón.
Ver esta publicación en Instagram#victorbugge #caminando #mirando #obturando #maradona @maradona
Una publicación compartida por Victor Hugo Bugge (@victorhugobugge) el
Otras noticias de La muerte de Diego Maradona
- 1
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti
- 2
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 3
Dinero, control policial y culto a la personalidad. El sistema que montó Gildo Insfrán en Formosa y que la Corte buscó clausurar
- 4
Una “cueva” y dos cuentas: así fue la trama que llevó al juez Lijo a sobreseer a Andrés Vázquez, actual director de la DGI