Darío Epstein, el financista y consultor cercano a Milei, se lanza a la presidencia de la DAIA
Con un guiño del Presidente, el candidato favorito del Gobierno buscará “federalizar” la entidad política del judaísmo argentino, centrada en la lucha contra el antisemitismo
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“Desde que ganó Javier, no hablé nunca más en los medios. La tarea la lleva adelante el ministro (Luis) Caputo, y mi mejor aporte, hoy, es el silencio”, repite Darío Epstein a propios y extraños, cuando lo consultan por la marcha de la economía.
Miembro del consejo de asesores económicos de Javier Milei hasta su llegada a la Casa Rosada, el financista, consultor y empresario decidió dar el salto hacia la política comunitaria. Cerca suyo confirman que, probablemente en noviembre, será candidato a presidente de la DAIA, la entidad política de la comunidad judía del país, una carrera a la que también está lanzada la actual conducción, que encabeza Jorge Knoblovits.
¿Será el candidato de Milei? El experto en finanzas y director de la consultora research for traders lo niega. “No lo consultó con él, aunque obviamente tienen una gran relación, como la tiene con otros políticos”, responden desde el equipo de veinte personas que lo ayuda a dar los primeros pasos hacia las elecciones, en las que algo más de 120 instituciones definirán, con su voto, al sucesor de Knoblovits.
En junio pasado, Milei le prodigó elogios públicos en el encuentro del Latinoamerican Económic Forum, en Parque Norte, donde el Presidente habló durante una hora ante un auditorio afín. “Quiero agradecer por el laburo enorme, gigante, que lleva adelante mi querido amigo Darío Epstein”, dijo el Presidente a modo de guiño, mientras el consultor le devolvía las gracias desde las primeras filas del Golden Center, repleto de empresarios e integrantes de ramas ortodoxas del judaísmo.
Cerca del empresario y consultor, que al igual que en las nueve ediciones anteriores, se encargó de la organización del evento que reunió a varios de los empresarios más importantes del país, no niegan el vínculo con la organización ortodoxa Jabad Lubavitch, pero agregan que Epstein tiene relación “con todos los sectores”, y que organizó recaudaciones de fondos para otras instituciones, e incluso frecuenta una sinagoga adherida a una práctica del judaísmo más liberal.
Extitular de la Comisión Nacional de Valores a principios de la década del noventa, y reconocido como un referente en el mundo de las finanzas, Epstein asegura que “ningún judío puede estar en contra de la libertad”, uno de los slogans del presidente libertario. Del mismo modo, marca diferencias con la gestión actual de la institución, que ya lleva seis años, aunque la orden que impartió a sus colaboradores es la de evitar “la grieta”, y que el debate por la conducción de la representación política de la comunidad sea “civilizado”.
De todos modos, hay intenciones de marcar diferencias. “La DAIA perdió centralidad e influencia, está la AMIA, el Congreso Judío, Faca. Su voz se hizo más débil, no podemos tener tantas representaciones ni convertirnos en un Inadi comunitario. Lo central es el combate al antisemitismo”, afirman cerca de Epstein, en relación a los principios de la entidad, fundada en 1935 en coincidencia con el auge del nazismo en Alemania.
Con la intención de no criticar las gestiones anteriores, el contador recibido en la UBA marca de todos modos otra diferencia: la vocación por el federalismo comunitario. “La DAIA se focalizó en la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Nosotros vamos por una DAIA federal”, dijo el propio Epstein en un breve diálogo con este diario.
Preocupado “porque el mundo cambió desde el 7 de octubre pasado”, día del sorpresivo ataque del grupo terrorista Hamas contra el sur de Israel que provocó más de 1200 muertes y centenares de secuestrados, Epstein cree que “hay que involucrarse ante este nuevo escenario, para asegurarse que todo esté bien”.
Además de fortalecer y federalizar, el candidato opositor propone “modernizar” y “profesionalizar” la línea directiva. También “que las decisiones se tomen en conjunto, y no en una mesa chica de tres o cuatro personas”, según cuentan en su entorno, en el que se destacan los dirigentes comunitarios Leo Hansman (hijo del expresidente de AMIA, Oscar Hansman), Enrique Chirom (cercano a la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich), Mario Ruschin, Sergio Pikholtz y Alina Szraibman, entre otros.
Factor político
Al igual que en las votaciones para conducir la AMIA, manejada por la ortodoxia desde 2008, la elección de la DAIA tendrá un fuerte componente político. Knoblovits tuvo una dura posición contra el kirchnerismo, sobre todo en rechazo al Memorándum con Irán, una postura que tanto su lista como la de Epstein prometen continuar. Habrá otros actores importantes en esta elección, como el conjunto de comunidades nucleadas en la Fundación Judaica, del exministro de Mauricio Macri y rabino Sergio Bergman. Cerca de Epstein confían en su apoyo a la hora de los comicios.
¿Cuánto influye el respaldo de Milei al Estado de Israel, hoy en guerra? “La DAIA tiene como objetivo la defensa de los judíos argentinos. Me gusta que Milei tenga esa posición, que tiene sus consecuencias”, apuntan a su lado. ¿Hablan de judaísmo? “No, Milei habla con el rabino (Axel) Wahnish”, dicen, en relación al actual embajador argentino en Israel.
¿Y si tiene que marcar alguna crítica al Gobierno, en caso de ganar? “Lidiaremos con lo que venga, y no me va a costar oponerme. La DAIA va a dar la pelea contra el antisemitismo, no importa quien esté en el Gobierno”, asegura Epstein, que ya recorre instituciones de la comunidad hablando de su propuesta. Enfrentará al candidato oficialista, Marcos “Marqui” Cohen, vicepresidente primero de la conducción que lidera Knoblovits, que también confía en ganar la elección.
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