Daniel Scioli y Karina Rabolini: su historia de amor
Un romance de 30 años, amenazado por rumores de separación y terceros en discordias; cómo se conocieron y cómo creció su relación
Todo comenzó en un muelle. Daniel Scioli ya era un exitoso deportista, campeón de motonáutica. Karina Rabolini daba sus primeros pasos como modelo. Tenía 18 y se quedó deslumbrada con ese hombre que triunfaba en los 100 kilómetros del Delta. Cuando volvió a la orilla cruzaron miradas. El, con diez años más, no tardó en pedirle el teléfono y esa misma noche la llamó.
El noviazgo tuvo muchos altibajos y atravesó momentos muy duros. En 1987, el departamento que compartían se incendió. Karina tuvo que saltar por la ventana para salvar su vida y se quebró la pierna, lo que la tuvo en rehabilitación por un año entero. Perdieron todo. Sin embargo siguieron adelante. En 1989, Scioli, convertido en campeón de motonáutica, tuvo un terrible accidente corriendo los 1000 kilómetros del delta del río Paraná y perdió un brazo. Su novia no supo de inmediato las consecuencias. Volvía de la facultad cuando su papá le contó que estaba grave y que tenían que viajar urgente a Rosario. En el auto, decidió prender la radio y escuchó: "Le amputaron un brazo a Daniel Scioli". En ese momento entró en crisis y pensó que nada volvería a ser como antes. Cuando Daniel despertó en la terapia intensiva le hizo un chiste que la tranquilizó: "Menos mal que fue el brazo y no otra cosa". Luego, se puso serio. Le preguntó si lo iba a seguir queriendo y si quería casarse con él. ''Sigue viviendo, pensando, respirando y es la misma persona de siempre", pensó Karina en ese momento y le dijo sí sin dudarlo.
En 1991 se casaron. Ella usó un vestido celeste para el civil y un despampanante vestido blanco para pasar por el altar de la parroquia de San Agustín. A la fiesta, descomunal y con enorme repercusión mediática, asistieron entre otros Mirtha Legrand, Susana Giménez, Alejandro Romay, Tato Bores, Gabriela Sabatini, y hasta cantó Donald.
Los años que siguieron fueron de puro romance y ella no dejaba de proclamar que quería ser madre. En 1994, un inesperado episodio marcó su relación: la aparición de la hija hasta entonces no reconocida de Daniel, Lorena. Karina se enteró por la televisión y fue un momento de alta tensión en la pareja.
"La primera vez que los vi juntos fue terrible", confesó a la revista ¡Hola! hace unos años. "Yo veía una chica de 15 años abrazada a mi marido. Además, son igualitos y eso es fuerte. Me costaba entender que era su hija. Tenía miedo de ser desplazada. Me agarraron unos celos tremendos. Le dije a Daniel: 'Sé todo lo padre que quieras, pero no la mezcles en mi vida'. Por supuesto que lo primero que hizo fue todo lo contrario. Creo que tardó una semana desde que le dije eso hasta que me la presentó", recordó Karina. Aunque después pudo adaptarse y hoy mantiene una excelente relación con Lorena, ese momento marcó un quiebre y un desgaste que se convertiría en divorcio en 1998. Estuvieron casi cuatro años separados hasta que él hizo público su interés en retomar la relación. El 24 de septiembre del 2001 se mostraron juntos en un evento clave: una cena que marcaba su lanzamiento como candidato para ser reelecto diputado nacional. "Junto a Karina me siento imbatible", dijo entonces Scioli, ante la sorpresa que generó su reconciliación. "Muchos me preguntan cuál es el código secreto que nos une. Muy sencillo: sabemos que nunca nos abandonaremos. Sí, yo sé que siempre podré contar con Karina. Por eso, las puertas entre ambos siguen abiertas", dijo. Muchos años después, Rabolini revelaría ese "código secreto": "Siempre mantuvimos el contacto y el respeto. Aún separados, Daniel siguió siendo el mismo conmigo y un gran apoyo en mi vida. A partir de ahí, y si hay amor, todo se supera".
Desde ese regreso en adelante, todo lo que hicieron fue en pareja. Los deseos de Karina de ser madre no claudicaron. Hizo varios tratamientos para quedar embarazada y reconoció varias veces que era su gran proyecto. Sin embargo, no pudo concretarlo y antes de que Scioli se lanzara como candidato presidencial decidió tirar la toalla: "Después de varios tratamientos sin éxito, hace dos años el médico me dijo que las probabilidades de quedar embarazada eran muy bajas, y ahí dije basta", contó a ¡Hola! en 2015. En ese momento, agradeció mucho la contención de Scioli: "Lo más importante para mí fue tener el apoyo de mi marido. Porque te sentís realmente mal. Además, en mi caso, que era yo la que no podía tener hijos, sentía culpa. Justificada o no, pero sentía culpa, y es muy difícil manejar esas emociones".
El 2015 marcó la celebración de 30 años de amor. Tras el divorcio, nunca más se casaron ni hablaron de ello. Hasta que, durante la campaña, ella le pidió públicamente volver a pasar por el altar. La respuesta de él, sin embargo, no fue del todo romántica. "Si me devuelve el dinero del divorcio, sí", lanzó en Duro de Domar. En su entorno se hablaba hace tiempo de que la pareja no estaba en un buen momento y que se sostenía por la candidatura de él. Los rumores de terceros en discordia no tardaron en aparecer y se puso en tela de juicio cada beso y demostración de afecto -o su ausencia- en la pantalla chica. Hubo una imagen que se repitió hasta el cansancio en los medios: mientras al finalizar el debate previo al ballottage entre los candidatos, Juliana Awada besó apasionadamente a Mauricio Macri, Karina y Daniel apenas se saludaron .
"Mi relación con Daniel va mucho más allá de que sea mi marido. Compartí treinta años de mi vida con él y, en algún sentido, me hice a su manera. El es una persona muy segura de sí misma y siempre me ha permitido sentir la seguridad que yo necesitaba en los momentos difíciles. Por eso, independientemente de nuestra historia de amor, Daniel siempre estuvo en mi vida, aun distanciados", dijo Rabolini en una entrevista. A la luz de los rumores que hablan de separación, estas palabras cobran otro significado. ¿Existe un final definitivo para esta pareja?
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