Daniel Rafecas reafirmó que si aprueban la reforma de la Procuración baja su candidatura
“Es un límite ético insuperable”, dijo el juez federal, a quien Alberto Fernández había postulado como jefe de los fiscales; destacó que nadie lo llamó para opinar sobre el proyecto
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El juez federal Daniel Rafecas sigue siendo, en los papeles, el candidato a procurador general propuesto por el Gobierno, pero hoy reafirmó que si se reforma la ley y se flexibilizan las mayorías para elegir al jefe de los fiscales, él se baja de esa carrera porque se trata de “un límite ético insuperable”.
“Si a mitad del proceso para mi designación se reduce por ley la mayoría necesaria en el Senado para nombrar al procurador, eso será para mí un limite ético insuperable, que me hará imposible seguir adelante con la postulación. Respeto otras posturas, pero esta es mi convicción, ética y jurídica”, anunció el juez en su cuenta de Instagram.
Rafecas advirtió además que nadie lo llamó para pedirle su opinión sobre el proyecto de reforma. Relató que no lo contactaron quienes la impulsan en el Congreso ni tampoco el nuevo ministro de Justicia, Martín Soria. En rigor, Soria jamás se comunicó con Rafecas. Ni para consultarle su opinión sobre la reforma ni para hablar sobre su postulación. Un silencio que en el entorno del juez se interpretó como una señal. “Es llamativo que no les interese la opinión sobre el Ministerio Público de quien fue propuesto por el Presidente para liderar el Ministerio Público”, decían ayer en el despacho del magistrado.
En su publicación de Instagram, Rafecas destacó también que fue el único candidato a procurador al que no lo citaron a la audiencia pública necesaria para avanzar con el nombramiento. El Senado, liderado por Cristina Kirchner, nunca le dio trámite a la postulación de Rafecas, pese a que Fernández lo propuso el 17 de diciembre de 2019. El argumento para no hacerlo fue que no estaban los votos necesarios para darle el acuerdo.
En octubre del año pasado, cuando el kirchnerismo empezó a avanzar con el plan para eliminar los dos tercios necesarios para designar procurador, el juez había dicho a LA NACION: “Si se modifica la exigencia de dos tercios, no estoy dispuesto a asumir el cargo”. Hoy, ante el avance de las negociaciones en la Cámara de Diputados para aprobar la reforma que cambia esa mayoría, Rafecas ratificó que su postura no se modifica. Mientras tanto, la oposición ya daba por hecho que si el kirchnerismo lograba aprobar la reforma, buscaría imponerle otro candidato a Fernández.
“Quiero dejar asentada públicamente mi postura: más allá de que el cargo sea vitalicio o temporario, es indispensable que el Procurador General de la Nación tenga el consenso político suficiente para ejercer un cargo de tanta relevancia institucional, para lidiar con la Corte Suprema de Justicia de la Nación y para encarar reformas estructurales a nivel federal. Ese consenso recién se pone en juego en la audiencia pública, a la que todos los candidatos anteriores accedieron (con distinta suerte), y que no se cumplió en mi caso. De haberse concretado esa audiencia en el Senado, estoy seguro que ese consenso hubiese sido alcanzado”, dijo.
Ayer, el Presidente señaló a la oposición como la responsable de que avance la reforma que ahora cuestiona. Dijo que si Juntos por el Cambio hubiera accedido a votar a Rafecas, la reforma no hubiera sido necesaria. Según Rafecas, en cambio, si la presidenta de la Comisión de Acuerdos del Senado, la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, le hubiera dado trámite a su pliego y le hubiera permitido exponer en una audiencia pública -como lo hicieron los candidatos fallidos Daniel Reposo (candidato de Cristina Kirchner) e Inés Weinberg (candidata de Macri)-, él hubiera conseguido los dos tercios para ser el nuevo procurador. Quienes hablan con Rafecas destacan, no obstante, que el juez se sigue mostrando agradecido con el Presidente, tanto por su postulación como por su respaldo público.
Rafecas es uno de los doce jueces federales de Comdoro Py y, si tal como parece, su carrera por la procuración está terminada, le queda todavía un plan B: salió primero en el concurso para ser designado juez de la Cámara Nacional de Casación (la otra Casación penal, la que no interviene en las causas federales) y Mauricio Macri lo propuso para cubrir una de las cuatro vacantes de ese tribunal. Su pliego sufrió la misma suerte que los otros que estaban en el Senado cuando cambió el Gobierno: Fernández lo retiró. No definió todavía qué hará con él.
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