Daniel Menéndez: “No hacemos una marcha opositora, pero llevaremos nuestra agenda”
Para el funcionario y candidato, “los planes sociales fracasaron como respuesta a la pobreza”
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Daniel Menéndez se ríe cuando le marcan que está tomando una conocida gaseosa, en otro tiempo denostada como “símbolo del imperialismo” por la izquierda local e internacional. “Ya superamos eso”, contesta el todavía subsecretario de Integración del Ministerio de Desarrollo Social y candidato en el puesto 16 de la lista del Frente de Todos en territorio bonaerense. En diálogo con LA NACION, Menéndez afirma que la marcha de hoy hacia la iglesia de San Cayetano que harán los movimientos sociales afines al Gobierno (entre ellos el suyo, Somos Barrios de Pie) “no puede ser opositora, pero si llevaremos nuestra agenda”. Convencido de que “la política de los planes sociales fracasó como respuesta a la pobreza”, y convencido de que la inflación “fue el talón de Aquiles de nuestra política social”, el dirigente evita criticar al todavía ministro Daniel Arroyo y promueve una agenda que incluye “dar prioridad al empleo” por sobre planes como la tarjeta Alimentar que impulsó el ministro. Advierte al futuro ministro del área, Juan Zabaleta, que el sector impulsará “transformar la política social en política productiva”, dando más aire a las cooperativas que dependen de esos movimientos sociales.
-Aún en pandemia, los movimientos sociales oficialistas vuelven a la calle. ¿ Será una marcha oficialista u opositora?
-Va a ser una marcha que tiene que ver, en primer lugar, con un sector agrupado en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que expresa una agenda, de techo, tierra y trabajo, que surgió con críticas al macrismo y que masivamente se sumó al Frente de Todos. La UTEP convoca y contiene a distintas vertientes, con un alto nivel de unidad, la agenda de los postergados en la Argentina que permitió la sanción de distintas leyes y logros. Este es un momento en el que hay dos modelos de país muy claros, uno de ataque a la producción y que genera exclusión, versus el que integramos, que busca reconstruir el entramado productivo.
-¿Pero habrá críticas?
-Nos sentimos parte constitutiva del Frente de Todos, por eso no puede ser una marcha opositora, pero sí tiene una agenda propia con la que dialoga con el Gobierno, que saluda avances como la urbanización de los barrios populares, el protagonismo de las organizaciones sociales y la visión del Presidente de que somos parte de la solución y no del problema.
-¿Cuáles son esas cuentas pendientes?
-No hay cuentas pendientes en una mirada negativa de la gestión del Gobierno, pero sí hay cuentas pendientes porque en Argentina hay mucho por hacer. En cuatro años se destruyó el poder adquisitivo del salario y el empleo y se consolidó el hambre, y en el medio vino la pandemia. El IFE, el ATP, el aumento de la política alimentaria, han sido políticas acertadas, pero sin dudas ya con la salida de la pandemia a la vuelta de la esquina se abre un debate.
-¿Sobre qué bases?
-Fortalecer la economía popular, generar el empleo que el mercado no genera, estamos convencidos de dar una vuelta de página a la política social, entender que los planes sociales han fracasado como respuesta a la pobreza, hay un problema medular y global que es el empleo. Esto implica un Ministerio de Desarrollo y políticas de Estado para fortalecer la generación de empleo por fuera del sector privado. Sin ese horizonte vamos a tener muchas dificultades para resolver los problemas de la Argentina.
-Los movimientos sociales también han sido críticos de Arroyo por no aumentar el IFE o aumentar demasiado la Tarjeta Alimentar. ¿ Cual es su evaluación?
-Arroyo va a quedar en la historia como el ministro que sostuvo en la pandemia, junto a las organizaciones y el gobierno de Alberto han logrado transitarla de manera muy positiva, no son lo mismo los países con niveles de mayor igualdad que la Argentina, con el nivel de endeudamiento y deterioro que había. Salimos de la pandemia con un nivel de organización social muy grande que tiene que apalancar la pospandemia.
-¿No estaba tironeado por los distintos sectores?
-El FDT es el punto más alto de unidad del campo popular en la historia argentina, una alternativa al neoliberalismo. Hay por supuesto miradas contrapuestas, pero acordamos en el modelo de país, en cualquier política de Estado hay tensión, pero el ministro las ha conducido y sorteado, el Estado estuvo presente y llegó, no hubo desbordes como en otras sociedades.
-¿ Por qué se fue? ¿Habló con él?
-La verdad es que no, pero no tengo más que palabras de agradecimiento. Ha mostrado un compromiso y un trabajo que me genera admiración y respeto.
-Zabaleta es el candidato a sucederlo. ¿Qué desafíos le esperan al nuevo ministro?
-El principal es construir la pospandemia, desde un nivel mayor de desigualdad, pobreza y dificultad que al inicio de la gestión por el impacto de la pandemia. El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner nos han convocado para transformar la política social en política productiva, estamos esperanzados en que este sea el eje de la política social que viene.
-Desde la izquierda se acusó a Arroyo de “hacer el ajuste” por orden de Guzmán…
- Cuando recorrías los barrios, había una enorme presencia del Estado.
-Compartirá la lista con Arroyo. ¿ Por qué será candidato?
-Somos un bloque social y político, que hoy se expresará en la calle y en un debate en el interior del FDT. El desafío que tenemos es llevar este debate y agenda al Congreso, siempre dentro del mismo espacio pero con nuestra impronta. Estamos contentos con el lugar que tenemos en el FDT.
-¿También está contento con el lugar número 16 en la lista? El resto de los movimientos recibió incluso menos…
-Hay orígenes, miradas y formas de pararse frente a los problemas que son distintos. Estamos orgullosos de ese espacio, el desafío es que nuestra agenda y la influencia que tenemos pueda ir increscendo, este es el punto de partida y ya dimos vuelta al debate (por la lista). El desafío es ganar la elección.
-¿Cómo se promete bienestar o puertas de salida con el 42 por ciento de pobres, una situación social preocupante?
-Estamos todavía en un proceso que generó mucho dolor y angustia, todos estamos un poquito peor que antes de la pandemia. En este proceso dialogamos con la sociedad, la vacuna hace que la vuelta de página esté cada día más cerca, la reactivación económica también se empieza a notar y ahí para nosotros hay una agenda de trabajo, producción y reconstrucción, que el FDT es el que está más capacitado para poner en práctica. La oposición nunca salió de lo que ya propuso al país, se ve lo mismo que en los cuatro años de Macri, son los mismos que generaron tarifazos, destrucción de empleo, cierre de fábricas.
-Ve reactivación, pero hay una inflación constante que afecta, en especial, a los más pobres…
-Sí, para nosotros es el talón de Aquiles que hemos tenido en materia de política social. Estamos convencidos de que la reactivación nos va a ir permitiendo ordenar las variables económicas, y que el proceso de renegociación de la deuda que lleva adelante el ministro (Martín) Guzmán nos va a permitir sacarnos ese enorme peso que heredamos. La inflación es un problema estructural, que ya lleva muchos años y generó padecimiento, pero estoy convencido de que tenemos la capacidad de resolver y encaminar este problema.
-¿La personería otorgada a la UTEP es un triunfo frente a los sindicatos tradicionales?
-Es una señal del camino que venimos haciendo en la organización gremial de los excluidos. Permite canalizar la interlocución con el Estado para interactuar por mayores derechos, tener paritarias. No rivaliza ni antagoniza con el sindicalismo de la CGT, al contrario, esto tiene que empalmar y venimos teniendo diálogos para integrar la CGT y forjar mayor unidad.
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