Daniel Angelici juega a tres puntas en la interna porteña de Juntos por el Cambio y afianza su poder como operador judicial
Mantiene su estrecho lazo con Mauricio Macri, alimenta una alianza con Horacio Rodríguez Larreta y apoya la candidatura de Martín Lousteau como jefe de gobierno porteño
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Ni la derrota electoral de Mauricio Macri en 2019 ni el recambio en la Ciudad ni la feroz interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich por la candidatura presidencial le quitaron capacidad de maniobra a Daniel Angelici en las altas esferas y en el tablero de Juntos por el Cambio, sobre todo, en la Capital Federal, la fortaleza electoral del macrismo.
Sus intereses tampoco se verían afectados por la batalla en el seno de la coalición opositora por la sucesión de Rodríguez Larreta: es que gane Martín Lousteau, a quien respalda como candidato a jefe porteño, o Jorge Macri, Angelici mantiene su peso propio en la cuna de Pro. “Gano o gano”, se jacta en charlas privadas.
Con llegada a terminales de la Justicia, del “círculo rojo” y del mundo del fútbol, Angelici mueve sus piezas en las sombras para mantener su influencia en el ajedrez porteño y opera como un puente entre el Pro y el radicalismo.
El expresidente de Boca Juniors niega que el negocio del juego sea su principal actividad y busca destacar su incursión en el negocio vitivinícola. Lanzó un vino familiar al que bautizó “Cupra”, que presentó en abril de este año en un evento que reunió a figuras del mundo del fútbol, de la política y de los negocios. Dice dedicarse casi full-time a sus negocios en la actividad privada -tiene acciones en empresas vinculadas al juego, internet, hotelería y gastronomía-. Pero no relaja la mirada sobre la política. Angelici acumuló poder en la Capital, donde mantiene una alianza estratégica con Martín Lousteau, el líder de Evolución Radical, y su principal armador, Emiliano Yacobitti, quien controla a la UCR en el territorio porteño. El tándem Yacobitti-Lousteau encontró en Angelici un partenaire ideal para su construcción en la Capital. Es que el histórico operador de Macri en los tribunales -se jacta de no haberlos pisado- tiene tropa propia no solo en el centenario partido, sino también en el gobierno de Larreta, en la Justicia porteña y en la Legislatura.
Con Larreta, Angelici tiene una alianza que se hace visible en distintas áreas de la administración de la Ciudad: desde algunas sillas en el Ejecutivo, espadas en la Legislatura, como Martín Ocampo, y, sobre todo, influencia en el terreno judicial. Cuestionado por su desempeño como director de Asuntos Jurídicos de la AFI durante la gestión de Cambiemos, otro hombre cercano a Angelici, Juan Sebastián De Stéfano, mantiene su cargo en el Directorio de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). Larreta lo sostuvo en ese puesto, pese a que De Stéfano quedó involucrado en el escándalo por el caso Gestapo. Toda una muestra de fidelidad al “Tano”.
Al mismo tiempo que forjó una alianza táctica con Larreta, cerró filas con Lousteau, a quien respalda en la carrera por la sucesión porteña. Pese a esos movimientos, Angelici conserva su estrecha relación de amistad con Macri, quien mira con recelo la sociedad estratégica entre Larreta y Lousteau. “Hablan todas las semanas”, asegura una fuente cercana a ambos, y sostiene que el apoyo abierto de Angelici a Lousteau no motivó reproches por parte del expresidente. Al contrario, suele bromear en la intimidad con que el “Tano” se “divierte” con las internas políticas. “Es un fenómeno. Tiene la vida resuelta”, le escucharon decir.
Macri y Angelici jugaron juntos en la elección de autoridades del Consejo de la Magistratura de la Nación cuando ambos respaldaron al abogado Carlos Matterson, quien buscaba ser reelecto como consejero. Quienes orbitan cerca de ambos aseguran que Macri tiene un fuerte interés por conocer en profundidad los planes que tiene Larreta en materia judicial.
Para Angelici, la neutralidad en la Capital no era una opción. Es que el extitular de Boca Juniors milita hace cuarenta años en el radicalismo y ocupa el cargo de secretario de Acción Política del Comité Nacional de la UCR. Si bien durante el primer mandato de Macri en la Ciudad, cuando aún no había nacido Cambiemos, armó una organización de radicales afines al Pro, Angelici retornó al partido en la Capital y afianzó su pacto con Lousteau y Yacobitti. ¿Su alianza con los radicales renovadores provocó chispazos con Enrique “Coti” Nosiglia, el histórico operador y mentor de Lousteau y Yacobitti? El economista suele decir que habla poco y nada con “El Coti” y que construye con autonomía. Angelici y Nosiglia pasaron de ser socios a rivales en diciembre de 2019, cuando se enfrentaron en las elecciones en Boca Juniors. En el ecosistema de JxC comparten una enemiga: Elisa Carrió.
Aunque se mueve para lograr un triunfo del líder de Evolución Radical, el abogado y empresario no se juega un pleno. Es que Angelici no perdería influencia en la Ciudad en caso que de que Pro, con Jorge Macri o Soledad Acuña como posibles candidatos -resta saber si Larreta sacará a la cancha a Fernán Quirós-, retenga su bastión en 2023. Él no es amigo del alcalde porteño, pero ambos tienen una alianza estratégica. Es más, Angelici acumuló poder durante los mandatos de Larreta en la Ciudad. Incluso hay aliados del jefe porteño que lamentan que lo haya dejado crecer, sin crearle un contrapeso en el universo judicial. También suele hablar de forma esporádica con Patricia Bullrich, otra presidenciable de Pro. En cambio, su vínculo con María Eugenia Vidal sigue quebrado.
Con Jorge Macri, primo del expresidente y el postulante que bendijo Bullrich en un claro desafío a Larreta, tiene una larga relación de amistad. De hecho, en las legislativas pasadas, los leales al “tano” en Buenos Aires -como Cristian Gribaudo o Javier Martínez y Alejandro Rabinovich- se sumaron a la resistencia de Jorge Macri para frenar la avanzada de Larreta y Diego Santilli en Buenos Aires. Gribaudo, que integra las filas de Pro pero responde al “Tano”, ya explicitó su apoyo por Jorge Macri. Una señal del juego a dos bandas de Angelici.
Allegados a Angelici reconocen que el operador judicial de Macri considera que el próximo gobierno de JxC en la Ciudad será de coalición, con un reparto equitativo entre representantes de Pro y la UCR en los puestos de mando.
Angelici también retiene poder en el mundillo del fútbol pese a la derrota que sufrió Cristian Gribaudo, su candidato en Boca Juniors, en las últimas elecciones. Es vicepresidente de la AFA y conserva su tropa en el club de la Ribera. Es más, sobrevuela la interna opositora en Boca Juniors, como lo hace Macri a nivel nacional. Deja que todos los aspirantes corran y aún no definió a quién ungirá. Macri apuesta por el exministro de Modernización Andrés Ibarra, con quien se mostró el jueves en San Telmo. Pero “el Tano” aún no definió si apoyará al delfín de Macri.
Aunque el expresidente de Boca Juniors niega tener injerencia en el mapa judicial y dijo en una entrevista al diario Perfil que ni siquiera conocía los tribunales, sigue profundizando sus vínculos con las distintas facciones del mundo judicial, más allá de los tribunales federales de Comodoro Py.
Gracias @mauriciomacri por esta Gesta Histórica. Tenemos que volver a llevar a Boca a lo más alto del mundo. pic.twitter.com/R0W2cFJAdZ
— Andrés Ibarra (@andreshibarra) November 18, 2022
El expresidente de Boca Juniors resalta que, pese a los señalamientos que le hacen como operador judicial, nunca fue citado a declarar. Precisamente, Angelici ostenta relaciones con los jueces que investigan al poder político a tal punto que los participa de sus festejos de cumpleaños y de otros eventos sociales. Como parte de su influencia en el mundo tribunalicio, hace poco fue designado un hombre de su extrema confianza al frente del primer juzgado electoral de la Ciudad: Roberto Requejo. El pliego de Requejo no fue votado por la oposición, que solía legitimar los nombramientos de jueces gracias al viejo acuerdo entre Angelici y Juan Manuel Olmos, pero sí recibió el apoyo de la CC y de los legisladores libertarios.
El acuerdo entre Olmos y Angelici, ambos con influencia en el Consejo de la Magistratura porteño, todavía sigue funcionando en ese órgano pero perdió potencia en la Legislatura, donde solía recibir la puntada final. Las tensiones en el gobierno nacional derramaron en el bloque legislativo porteño del Frente de Todos, donde conviven distintos sectores del peronismo.
Además, se garantizó el control del Instituto Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, cuya función será supervisar y organizar los comicios porteños. El Instituto Electoral fue creado por ley en 2018 y todavía no está en funcionamiento. Parece estar sellado un acuerdo entre La Cámpora y el oficialismo porteño para que Osvaldo Emiliozzi, apalancado por Angelici, encabece el organismo y que lo secunde Tomás Aguerre, del kirchnerismo. Los pliegos de ambos ingresaron a la Legislatura porteña la semana pasada.
“El Tano” se involucró también en las elecciones que definieron los representantes de los abogados en el Consejo de la Magistratura porteño, en la que se impuso la lista que encabezó Genoveva Ferrero, que reunió el apoyo de las distintas ramas internas de Juntos por el Cambio, sobre todo, de Angelici y Larreta. Con ese impulso, Ferrero superó sin sobresaltos a Jorge Rizzo, presidente de la agrupación Gente de Derecho y respaldado por un sector del peronismo.
Larreta acordó con el radicalismo porteño postular como consejera a Ferrero, actual Secretaria de Administración y Presupuesto del Poder Judicial de la Ciudad y una persona de su confianza. Ahijada política de Edgardo Cenzón -operador político de Larreta en las sombras-, Ferrero orbita cerca de jefe de gobierno porteño y lo asesora en temas judiciales. Estuvo a cargo de un sector de la Policía Metropolitana durante la gestión de Macri en la Ciudad y quienes la conocen la señalan como una delegada de Angelici en los temas judiciales.
“[Ferrero] Juega con Horacio en temas como la paritaria judicial, pero responde al Tano en el Consejo de la Magistratura”, señaló a este medio una fuente que conoce ese organismo de cerca. Detrás de Ferrero, están los radicales Javier Concepción y Leandro Halperín. En ese tablero, el Pro logró posicionarse sobre el radicalismo, dado que Francisco Quintana (Pro), actual vicepresidente del Consejo, quedará como presidente. Aún así, Ferrero y Quintana arrastran una vieja relación con Angelici, a punto tal que aunque el radicalismo no encabece, él también conservará su ascendencia en el Consejo. Su plan está claro: gana o gana.