Curiosidades y disparidades en los aportes a la campaña declarados ante la Justicia electoral
Los principales espacios políticos recaudaron $875,1 millones, por donaciones de unas 16.600 personas y empresas; el 60% de los recursos fueron para Juntos por el Cambio; solo tres de los grandes aportantes financiaron al oficialismo
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Durante los últimos doce meses y en blanco, los principales espacios políticos recaudaron $875,1 millones para financiar las campañas de este año. Los fondos los aportaron poco más de 16.600 personas y empresas, a un promedio de $52.500 cada uno, según surge de la información declarada ante la Cámara Nacional Electoral que LA NACION procesó con tecnología de última generación para el análisis de grandes bases de datos.
Casi $6 de cada $10 de esos aportes fueron a Juntos por el Cambio, el principal espacio opositor con probabilidades de acceder a la Casa Rosada, con asignación específica a la competencia por la Presidencia, en desmedro de las contiendas por el Congreso y el Mercosur. Y el fondeo apuntó mayormente a financiar las organizaciones nacionales de los espacios, secundado por los aportes con asignación específica a la contienda que se desarrolla en la Ciudad de Buenos Aires, en desmedro de distritos más populosos, como las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Las cifras globales de aportes en blanco representan un aumento sustancial con respecto a lo declarado en ciclos anteriores, aunque debe descontarse el impacto de la inflación. Y esconden curiosidades, una gran hipocresía y disparidad. Para empezar, porque la información disponible en la Cámara Nacional Electoral solo consigna los fondos declarados que reciben los distintos espacios y partidos políticos, que se encuentran muy por debajo de los números reales que cuestan las campañas en el país.
Consultores y expertos coincidieron con miembros de las campañas consultados por LA NACION durante los últimos meses que este ciclo electoral será menos costoso que anteriores, cuando se estimaba que disputar la Casa Rosada podía costar hasta US$ 100 millones. Ahora estiman, en cambio, que disputar la Presidencia podría insumir hasta US$ 84 millones, en tanto que a gobernador podría llegar a los US$ 23 millones en distritos como el bonaerense.
Hecha la distinción entre fondos blancos y clandestinos de la campaña, sin embargo, lo declarado ante la Cámara Nacional Electoral permite vislumbrar una notable disparidad en los aportes, que pueden hacerse por transferencia bancaria, cheque, tarjeta o pago en especie. Así, por ejemplo, los 16.110 aportantes más pequeños contribuyeron la misma cantidad de dinero total a los espacios políticos que los 100 aportantes más grandes.
En efecto, 16.110 personas aportaron un total de $ 364,4 millones, a un valor promedio de $22.500 cada uno –y un tope máximo de $177.000-, mientras que menos de 100 personas y empresas acercaron $1 millón o más por un total de $ 363,5 millones, a un valor promedio de $3,86 millones cada una, que además lo hicieron en apenas cinco distritos: la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Río Negro.
Destino de los fondos
La misma disparidad se repite al cotejar el destino de los fondos. Las organizaciones nacionales de los distintos espacios se quedaron con $506 millones (el 57,8% del total), muy por delante del dinero aportado con destino específico a las disputas electorales en la ciudad de Buenos Aires ($128,9 millones) y las provincias de Santa Fe ($45,7 millones), Buenos Aires ($43,3 millones), Mendoza ($35,6 millones), Córdoba ($34,5 millones), Neuquén ($21,2 millones) y Santiago del Estero ($12,3 millones), entre los mayores receptores.
La disparidad también se verificó en las campañas destinarias. Más de $381,8 millones de los aportes se hicieron con asignación específica a la contienda por la Presidencia por la Nación, solo superado por los $461,2 millones que cosecharon los espacios hasta el momento para “desenvolvimiento institucional”. Y ambos rubros estuvieron, a su vez, muy por encima de los fondos destinados a solventar las campañas a diputados y senadores nacionales, parlamentarios del Mercosur.
Esa misma disparidad en los aportes se acentúa al analizar cuánto recibió cada espacio. Juntos por el Cambio –coalición que abarca desde Pto a la UCR, y de la Coalición Cívica al Partido Demócrata Progresista, entre otros-, se quedó con poco más de la mitad (50,7%) de los fondos. Ya fuera con destino específico a su organización nacional –que lleva como candidatos presidenciales a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta- o dirigido a ciertos distritos o partidos que lo integran. Así, la principal coalición opositora recibió hasta ahora $443,7 millones de 2452 personas y empresas, con un aporte promedio de $181.000 cada uno.
Unión por la Patria, en tanto, acumuló $52 millones durante el mismo período. Los cosechó de 1831 personas -y ninguna empresa- que contribuyeron $28,400 cada uno en promedio, lo que representa una media seis veces más baja que la registrada por la principal coalición opositora.
Los aportes al oficialismo fueron con destino a su organización nacional, tanto cuando la lideraba el Frente de Todos, de Cristina Fernández de Kirchner, como en su conformación actual, con el Frente Renovador, que lidera el precandidato presidencial Sergio Massa, el Frente Patria Grande del también precandidato Juan Grabois, el Partido Justicialista, que preside Alberto Fernández, y el Partido Comunista, entre otros.
Mucho más abajo aparece la coalición de partidos y fuerzas que conforman La Libertad Avanza y que llevan a Javier Milei como candidato a la Presidencia. Curiosamente, apenas 158 personas contribuyeron $2,3 millones –aun cuando el espacio afirma que pide a sus propios precandidatos que aporten a la campaña, en dólares-, y las contribuciones muestran dos rasgos distintivos: ninguna persona superó el umbral de los $100.000 y, al igual que en el espacio oficialista, hasta el lunes no aparecieron empresas entre los aportantes.
Los aportes declarados al espacio libertario ante la Cámara Nacional Electoral quedaron, así, por debajo de los registrados para el Partido Socialista (20,4 millones), Republicanos Unidos ($19,4 millones), el Frente de Izquierda ($16,4 millones) y el Partido Obrero ($16 millones), aunque el espacio libertario levantó como bandera que sus candidatos deberían financiar su propia campaña y ciertos empresarios, como Sebastián Braun (miembro de la familia que controla La Anónima) han expresado su respaldo.
Grandes aportantes
La disparidad y las curiosidades también se observan al analizar los grandes aportantes. Juntos por el Cambio se quedó con algo más del 91% de esos fondos. Acumuló $334 millones de 80 personas y empresas. Entre ellas, las contribuciones más voluminosas fueron las de Supervielle Productores de Seguros ($40 millones), Woden Energía (de Patricio y Juan Neuss, $20 millones), Inurban Inversiones (del holding Techint, $16 millones), la financiera Sofital (cuyo presidente es Julio Patricio Supervielle, $10 millones), Unicenter ($8 millones), San Tonino SA (de los hermanos Ángelo y Fabio Calcaterra, $8 millones), y Aurum Valores (propiedad de Emiliano Filippi, Martín Alejo Bo y Javier Orocyen, $8 millones)
En tanto, los empresarios Juan Jorge Oxenford y Gregorio Parrajón quedaron como las personas físicas que más aportaron a la principal coalición opositora. Contribuyeron con $8 millones cada uno. Con $5,4 millones los siguen Santiago Guillermo Suárez –sobrino y director de despacho del gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez- y el senador nacional José Torello (exjefe de asesores del presidente Mauricio Macri). También, la encargada del programa de Mediación del Ministerio de Seguridad mendocino, Elizabeth Edith Ormezzano ($5,1 millones), Jorge Juan José González Gale (ex AON Risk Service y ex Rimaco, la bróker de seguros del Grupo Socma, con $4 millones), al igual que Máximo Pedro Bernasconi, el abogado Jorge Luis Pérez Alati y el empresario Federico Zorraquín, entre otros.
Si la presencia de algunos nombres no sorprende, dado que ya habían contribuido a las finanzas de Juntos por el Cambio en campañas anteriores, sí descolla por su ausencia Nicolás “Nicky” Caputo, el socio comercial y “hermano de la vida” de Macri, que resultó determinante en las lides financieras que llevaron al triunfo electoral de 2015.
El oficialismo también quedó en el extremo opuesto en este rubro. Unión por la Patria sólo registró tres aportantes que superaron las seis cifras: el diputado nacional Itaí Hagman, con $2 millones, el coordinador del Registro del Monotributo Social, Alexis Szwack, con $1,2 millones y Romina Giselle Pérez, quien se desempeña en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), con $1 millón. Y al igual que “Nicky” Caputo en Juntos por el Cambio, tampoco figuran en los registros de la Cámara Nacional Electoral los apellidos que suelen sonar entre los financistas de ese espacio, como Rubén Cherñajovsky, Gerardo Ferreyra, Cristóbal López y Fabián de Sousa, entre otros.
Entre los grandes aportantes al oficialismo tampoco aparecieron algunos de los empresarios más cercanos a Massa, como Mauricio Filiberti, Daniel Vila, José Luis Manzano, Marcelo Mindlin y Jorge O’Reilly, entre otros, aunque Unión por la Patria también se recuesta en la maquinaria estatal y la publicidad oficial, en línea con lo que hace Rodríguez Larreta con la estructura porteña. Solo durante 2022, cabe recordar, La Cámpora manejó cerca de $8000 millones en pauta oficial, a través de distintas empresas y entes públicos.
Así, el partido Republicanos Unidos mostró más grandes aportantes que el oficialismo. Tres de sus dirigentes, Jorge Antonio San Martino, Beatriz Adela Albertelli y María Rosa Davagnino aportaron $2,1 millones, $1,4 millones y $1,1 millones cada uno, en tanto que el agente de valores Santiago Esteban Vattuone aportó $1,9 millones. También el empresario vinculado al monedero virtual “Billetera País”, Roberto Oscar Foco, contribuyó $1,3 millón, en tanto que la diseñadora María Florencia Palla acercó $1,5 millones. La pareja conformada por Norma Ruiz Huidobro y Ricardo López Murphy aportó $1 millón y $871.000, respectivamente.
Por su parte, el Partido Socialista registró una contribución sustancial. La declaró Carina Isabel Restovich, con $4,7 millones, aunque los registros comerciales exponen que en 2019 debieron emplazarla a presentarse en los tribunales por una deuda impaga de $39.175 con el Banco Municipal de Rosario y tres años después la condenaron y ordenaron su ejecución.
Los libertarios tampoco descollaron entre los grandes aportantes declarados ante la Cámara Nacional Electoral. Quedaron por debajo del Movimiento al Socialismo (MAS), por ejemplo, que entre noviembre y junio de este año recibió $11,4 millones de la docente jubilada y apoderada del partido, Alicia Szapiro, y otro $1,3 millones de Víctor Rodolfo Onesti, también dirigente del MAS.
Con la colaboración de Ricardo Brom.
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