Cumplía condena a prisión perpetua
Tuvo sentencia en tres casos; sólo está firme el fallo del juicio a las juntas
Jorge Rafael Videla murió condenado a reclusión perpetua por violaciones a los derechos humanos. Culpable. De las tres sentencias que recibió sólo una está firme: la condena que se le impuso en 1985 en el juicio a las juntas. Las otras dos condenas son por el plan sistemático para robar bebes de nacidos con sus padres en cautiverio y por el fusilamiento de presos en Córdoba.
Su muerte dejó sin el principal acusado a numerosos procesos en trámite por violaciones a los derechos humanos. El principal fue el que se desarrolla actualmente en el Tribunal Oral Federal N° 1, por el Plan Cóndor, una operación criminal orquestada por las dictaduras de América latina en la década del 70 para asesinar y hacer desaparecer opositores políticos. En esta causa, Videla declaró el miércoles pasado para denunciar que se trataba de un "preso político" y desconocer al tribunal civil que lo juzgaba. "No tiene sentido hacer una defensa en el marco de una Justicia vaciada de derecho", dijo.
Sólo la primera condena –la del histórico juicio en la Causa XIII– estaba firme, mientras que en las otras dos Videla insistía en reclamar revisiones a través de los defensores públicos oficiales.
Fue indultado por Carlos Menem por el fallo del juicio a las juntas, pero en agosto de 2010 la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional ese perdón y dejó firme la condena por la Causa XIII.
En diciembre de 2010, el Tribunal Oral Federal N° 1 de Córdoba condenó a prisión perpetua a Videla por el fusilamiento de 31 presos políticos detenidos en la prisión. En julio pasado, el Tribunal Oral Federal N° 6 lo condenó por idear y ejecutar un plan sistemático y generalizado para robar y ocultar bebes nacidos en cautiverio durante la última dictadura militar. El tribunal le dictó una pena a 50 años de prisión y unificó las sentencias anteriores en una pena única de reclusión perpetua.
Esta nota está cerrada a comentarios