Juntos por el Cambio acelera las gestiones para definir un nuevo esquema de conducción
Morales (UCR), Bullrich (Pro), Ferraro (CC) y Pichetto (Peronismo Republicano) debatieron sobre el funcionamiento y conformación de la mesa nacional de la coalición
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A casi 40 días del triunfo opositor en las urnas, Juntos por el Cambio aceleró las negociaciones para definir un nuevo esquema de conducción. Atentos al reclamo de los aliados que se incorporaron a la coalición y de las figuras que emergieron en los distritos más poblados del país en las legislativas pasadas, los jefes de Pro, la UCR, la CC y Peronismo Republicano pretenden rediseñar la mesa nacional de la fuerza, para darle un espíritu federal e imprimirle un mayor dinamismo a la toma de decisiones.
Con el objetivo de fortalecer el ámbito de discusión interno de la fuerza, Patricia Bullrich (Pro), Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (CC) y Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano) se reunieron ayer en la sede del comité nacional del radicalismo, situada en la calle Alsina, a metros del Congreso. Tras las tensiones que provocó en el seno del espacio la fractura de la UCR en Diputados y la batalla legislativa con el Gobierno por el proyecto de presupuesto del año próximo, Morales, Bullrich, Ferraro y Pichetto coincidieron en la necesidad de que la mesa nacional de JxC ordene los debates internos, oriente la agenda legislativa y defina las “reglas de juego” con miras a las elecciones presidenciales de 2023. En el aggiornado formato de conducción seguirán los presidentes de los partidos, el expresidente Mauricio Macri, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, los gobernadores radicales y las autoridades parlamentarias de JxC. A ese grupo se sumarán otros referentes opositores. La idea es que cada partido elija a uno o dos representantes que oficiarán de voceros en las reuniones institucionales de la coalición.
Para hacerles lugar a referentes del interior del país o los partidos aliados con representación nacional, los jerarcas de JxC planean conformar una suerte de mesa “federal” de la fuerza. Allí, se sentarían desde Luis Juez (Frente Cívico), quien se alzó con un triunfo en las legislativas en Córdoba, Claudio Poggi (Unidos por San Luis) hasta Margarita Stolbizer (GEN) o Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), entre otros. El nuevo diseño se anunciará el lunes próximo en la reunión de la mesa ampliada de JxC. “El lunes vamos a confirmar los detalles. Necesitamos una mesa operativa”, señalan en el entorno de Bullrich.
Los popes de JxC coinciden en que la nueva conducción de la coalición tendrá un rol clave el año próximo. Allí, deberán consensuar un plan de gobierno para 2023, discutir cómo se posicionará frente al Gobierno -sobre todo ante el eventual acuerdo del presidente Alberto Fernández con el FMI- y la política de alianzas. Son temas que generan fricciones internas en una fuerza que atraviesa una crisis de un liderazgo desde que Mauricio Macri abandonó la Casa Rosada. “Es imprescindible que consolidemos a la coalición; hay que darle organicidad. Necesitamos un ámbito para discutir las posturas”, apuntó uno de los referentes del espacio.
Tras asumir como nuevo jefe del radicalismo, Morales busca que la mesa nacional de JxC tenga un perfil más ejecutivo y modifique su diseño “porteñocentrista”. Quiere que la mirada federal también esté presente en el plan de gobierno de la coalición. “Hay un potencial tremendo en el interior. Me niego a que alguien diga que las provincias son inviables. Hay una energía imparable”, repite el jujeño. Bullrich, Pichetto y Ferraro coinciden en que JxC debe tener una impronta federal. La CC pretende que la coalición opositora se institucionalice en todas las provincias del país y que la mesa nacional se reúna en ciudades del interior, no solo en la Capital. Ayer, el gobernador de Jujuy propuso montar una sede de JxC en la Capital, en una demostración de vocación de permanencia política. Pichetto celebró la idea.
Como parte del acuerdo que selló con el sector que lidera Martín Lousteau, su principal retador interno, por la conducción de la UCR, Morales le propondrá al senador que continúe formando parte de la mesa nacional de JxC. Su meta, insiste, es reunificar el bloque del radicalismo en la Cámara de Diputados. La escisión de la bancada a raíz de la fallida negociación por el reparte de cargos en el Congreso y la conformación del espacio Evolución Radical había generado un cimbronazo en la cúpula del centenario partido, que se alistaba para disputarle a Pro el liderazgo de JxC.
Morales ya comenzó a explorar una solución para darle mayor visibilidad a los legisladores que triunfaron en sus distritos en las legislativas y que podrían pelear por intendencias y gobernaciones en 2023, como pide Lousteau. El jujeño avista que Mario Negri seguirá al frente de la bancada radical, pero no descarta proponer para la presidencia del interbloque a otro dirigente, como Rodrigo de Loredo, alfil de Lousteau. Para lograrlo, necesita conseguir el aval de Pro, la CC y el resto de los aliados de JxC. Si bien Carrió apoya a Negri, los lilitos consideran que lo más prudente, dada las tensiones que generó la disputa por los cargos en la UCR, es que los presidentes de las bancadas en Diputados coordinen el accionar legislativo. Proponen un esquema de trabajo “colaborativo”. “Por el momento no es lo mejor designar a un jefe de interbloque. No hay que forzar”, indican desde el partido de Carrió.
Morales y Bullrich, a solas
Esta mañana, Morales se reunió a solas con Bullrich en una confitería de la Capital. Ambos tienen buena sintonía –suelen intercambiar elogios y hasta coquetearon con una eventual fórmula presidencial-, pero difieren a la hora de evaluar la política de alianzas de JxC. Mientras que Bullrich aboga por incorporar a Javier Milei o José Luis Espert con miras a 2023, el gobernador de Jujuy les cierra la puerta a los libertarios y pide reclutar a los peronistas que no se sienten representados con el kirchnerismo.
La exministra de Seguridad machaca que JxC no puede incorporar a dirigentes peronistas que pretendan mantener el “stato quo” y se opongan a un cambio de fondo. A Juan Schiaretti lo pone en esa lista.
“La incorporación de Milei es un límite; no se puede mezclar todo”, avisó Morales tras asumir como nuevo jefe de la UCR.
Bullrich considera que JxC debe seguir incorporando sectores para ampliar su base de sustentación. Y entiende que los jerarcas del espacio deben salir de la lógica de la discusión binaria: “No podemos plantear: ‘mi límite es…’. Hay actores que están afuera y tenemos que sumarlos”, remarcan en la cúpula de Pro. Ese fue el mensaje que le planteó la exministra a Morales en el encuentro.
La titular de Pro repite que todos los actores que recién se incorporan a JxC, como Stolbizer, deben “bajar los decibles” y evitar las agresiones: está convencida de que la coalición necesita seguir creciendo para tener chances de volver al poder en 2023. En tanto, los caciques radicales sospechan que sus socios de Pro intentan frenar una sangría de votos hacia los sectores de extrema derecha. Para Morales, JxC debe ser una fuerza de centro.
Reunión de gobernadores
Tras reunirse con Bullrich, el gobernador de Jujuy se dirigió a la sede de la administración porteña en Parque Patricios. Allí, se juntó con Larreta, a quien acusó de haberse entrometido en la interna radical por los cargos en Diputados para dividir a la UCR y fortalecer su proyecto presidencial, y los mandatarios Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). Luego de que el oficialismo
Luego de que el oficialismo advirtiera que las provincias deberán recortar gastos a raíz del rechazo del proyecto con las proyecciones económicas para 2022, los referentes de JxC con responsabilidades en cargos de gestión le pidieron al Gobierno que “elabore y envíe al Congreso un presupuesto realista que pueda ser analizado y discutido por todo el arco político”. Remarcaron que esa iniciativa debe contar con “pautas macroeconómicas creíbles”, sin discriminaciones a las provincias ni en inversión ni en obra pública.
A su vez, indicaron en un comunicado conjunto, Larreta, Morales, Valdés y Suárez “coincidieron en la necesidad de lograr un consenso fiscal que garantice la sustentabilidad económica” de las provincias.
Durante las últimas horas, Morales dejó trascender su disgusto por el desenlace de la batalla con el Gobierno por el presupuesto. Sostiene que la UCR tiene 600 intendencias y tres gobernaciones en todo el país, por lo que debe primar una actitud responsable.
Si bien cree que la Casa Rosada no ayuda, el jujeño pretende que JxC discuta cómo pararse frente al Gobierno. “Hay instancias de diálogo que hay que hablar como, por ejemplo, el acuerdo con el FMI. Lamento mucho lo del presupuesto. Era un proyecto malo y desactualizado, y lo cambiaron permanentemente”, apuntó.
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