Endurecerán la cuarentena en el área metropolitana, pero debaten a partir de cuándo
Con un retroceso "inevitable" en el horizonte, el presidente Alberto Fernández debatió ayer durante más de una hora junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el futuro de la cuarentena en la zona metropolitana. Acordaron endurecer las medidas de aislamiento, y aunque aún resta conocer el alcance y la profundidad de la marcha atrás, el anuncio se conocerá hacia el fin de esta semana.
Luego de ver la evolución de los casos y la tasa de contagio de ambos distritos, y a pesar de sostener su "preocupación" por el futuro inmediato, los participantes del café compartido en la quinta de Olivos descartaron un retorno inmediato a la fase 1 de aislamiento estricto, y analizan "alternativas" para la próxima prórroga de las medidas de excepción.
"Se va a volver sí o sí a mayores controles. Pero la gente está cansada, no podemos volver a la fase 1", afirmaron cerca del Presidente, que luego de la partida de Rodríguez Larreta continuó la charla con Kicillof, partidario de "volver ya" a la primera etapa de la cuarentena.
Según informaron fuentes de las tres administraciones, durante la reunión se llevó a cabo "un repaso de lo que se había trabajado el viernes" entre el gobernador bonaerense y el jefe de gobierno porteño. Se compartió la "preocupación por la suba de los últimos días" y se acordó "seguir monitoreando los datos día a día", para tomar una decisión "hacia el fin de la semana". También reiteraron que se "reforzará fuertemente el control de la movilidad", sobre todo en los accesos a la ciudad desde y hacia la provincia.
Cerca del Presidente mostraban pesimismo con relación al futuro. "Esto va a empeorar mucho y rápido. Si esto ocurre, volvemos para atrás", pronosticaba un vocero que tuvo acceso a lo conversado entre Fernández y sus dos invitados. "Revisaremos otra vez los permisos, se endurecerán los accesos y estaremos atentos a los números de camas ocupadas y aumento de casos", ampliaban cerca del Presidente.
En la Ciudad coincidían en la preocupación, pero la perspectiva era menos alarmista. "Solo volvés del todo para atrás si te quedás sin camas, y eso no ocurre", afirmaba un ministro, quien acercaba un dato: de las 400 "camas Covid" de terapia intensiva en la ciudad, están ocupadas 172, es decir, menos de la mitad. "La Provincia quiere cerrar todo el 1° de julio, nosotros creemos que el pico se va a dar el 15. Tal vez terminemos retrocediendo el 7", razonaban cerca de Rodríguez Larreta, que había llegado a la quinta de Olivos con una consigna clara: "Todavía hay margen, no es tiempo de cerrar todo".
Se encontró allí con Kicillof, partidario de tomar "ya" medidas más restrictivas e incluso volver a la fase 1 en la zona metropolitana para impedir la multiplicación de los contactos. La opinión de Rodríguez Larreta se funda en las recomendaciones de los expertos y de su ministro de Salud, Fernán Quirós.
"Hay que salir [de esta etapa] si los datos son concluyentes. Porque la gente no da más y la reacción social puede empeorar la situación más que el potencial beneficio de la medida. Con datos concluyentes es más creíble. Y nosotros aún no los tenemos como para cerrar ya", afirmaron a LA NACION cerca del jefe de gobierno porteño. Otro funcionario acotó que hay "parámetros manejables" en la tasa de contagios (R0) y ocupación de camas.
En una mañana de reuniones con su equipo, Rodríguez Larreta había seguido con atención las declaraciones de varios ministros bonaerenses, que pidieron sin eufemismos volver a una etapa de cuarentena estricta. "Nuestra postura es que, en la medida de las posibilidades, se pueda volver a la fase inicial de la cuarentena, no por tiempo indeterminado, sino por un período que nos permita recuperar tiempo y ganar oxígeno para poder enfrentar de la mejor manera el crecimiento de los contagios", dijo el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, y estimó que esta eventual nueva cuarentena se podría extender por "dos semanas".
A la postura bonaerense se sumó, además, la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, para quien volver a la fase 1 contribuiría a "tomar medidas para detener la circulación [del virus], que se dé un período de incubación y volver a organizarnos", según dijo la funcionaria en diálogo con Radio Futuröck.
"Estuvieron bastante en sintonía los tres, pero volver a la fase 1 tiene un riesgo: que la gente no nos escuche", reflexionaron cerca del jefe de gobierno porteño. Retornar a la fase 2, denominada de aislamiento administrativo y con un 25% de la población autorizada a circular (hoy es del 50% en el AMBA) es una alternativa que Rodríguez Larreta ve más viable.