Cuánto gasta el Gobierno en alquileres de embajadas y cuáles son los más caros
El podio está compuesto por Estados Unidos, España y Reino Unido
En el distrito de Chaoyang de Beijing, sobre Passeig de Gràcia en Barcelona, en un hotel de Kuala Lumpur o en la Torre Imperial del barrio panameño de La Cresta. Los servicios diplomáticos argentinos se despliegan en los más variopintos edificios del mundo mediante el pago de alquileres en divisa extranjera. La Cancillería paga casi U$S 1.200.000 por mes para hacer frente a sus rentas en el mundo.
De acuerdo a un pedido de información pública cursado por LA NACION, el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene 213 contratos de alquiler repartidos en las capitales internacionales. Son oficinas para los diplomáticos o residencias para embajadores y cónsules que se rentan en barrios estratégicos de las grandes ciudades. El número no contempla a los palacetes que integran el patrimonio del Estado y que son consideradas territorio argentino en el exterior.
Los alquileres incluyen desde la residencia del embajador en los Estados Unidos y las oficinas donde trabaja la representación argentina en la Santa Sede, hasta inmuebles en Milán y departamentos en Bello Horizonte o Palma de Mallorca.
En Estados Unidos, donde hay oficinas en Nueva York, Los Ángeles, Miami, Washington, Chicago, Houston y Atlanta, el Estado gasta 127.667 dólares por mes. El podio lo completan España, que tiene la embajada en Madrid y consulados en Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Vigo y Palma de Mallorca con un gasto de U$S 68.611 y Reino Unido, con oficinas en Londres, con un pago mensual de 63.224 dólares.
En ocasiones, el Gobierno recurre al alquiler aún siendo propietario de inmuebles. En Washington, por ejemplo,la Argentina es dueña de un palacete para el embajador, un petit hotel muy distinguido por afuera, pero abandonado por dentro. Martín Lousteau , cuando ocupó la embajada,exhibió el deterioro del edificio y dijo que las propiedades abandonadas le estarían haciendo perder al país “U$S 7 millones”. Desde Cancillería, sin embargo, entienden que el mejor negocio es remodelar. “Le sede es histórica y está en la mejor zona de Washington. Conviene arreglarla, sino se va a malvender”, explicaron.
Las fuentes señalaron que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y la Cancillería, “se encuentran implementando un proceso de enajenación de propiedades” que prevé la venta de propiedades en Colombia, Estados Unidos, Brasil y Uruguay. En una segunda etapa, se avanzará con Paraguay, Alemania y España.
Salarios y gastos
Los gastos son un tema sensible para la Cancillería. Si bien la consigna de Mauricio Macri es recortar un 20% de costos en todos los ministerios, no es sencillo introducir recortes en las señoriales embajadas cuando Cambiemos pondera a la presencia en el mundo como una de sus banderas.
Muchos ítems, incluso, están regulados por ley, como los sueldos de los embajadores. Sean funcionarios de carrera o embajadores políticos, los 98 representantes del país en el exterior perciben, en promedio, un sueldo bruto de 16.500 dólares mensuales, de acuerdo a los datos oficiales de marzo de este año que obtuvo LA NACION.
Al tipo de cambio actual, eso significa un sueldo promedio de unos $ 297.000. Es, por ejemplo, un 43% más que el sueldo que Macri percibió en agosto y que ascendió a los $ 208.000. La cifra no contempla los descuentos, como el pago de Ganancias, que por la escala actual puede alcanzar hasta a un 35% del salario, explicaron fuentes ligadas al Servicio Exterior de la Nación.
El titular del consulado argentino en Hong Kong, Gustavo Fazzari, es el representante que más salario percibe, con 24.655 dólares brutos por mes. Lo siguen sus pares en Angola, Federico Silva Garreton ( U$S 22.922); Japón, Alan Beraud, (U$S 22.922); y Suiza, Antonio Trombetta (U$S20.996).
Algunos embajadores argentinos de la región ganan más que sus colegas extranjeros en Buenos Aires. José Bordón, embajador en Chile, tiene un sueldo de 15.024 dólares, pero su par chileno en Argentina, José Antonio Viera Gallo, cobra 3117 dólares.
Según explicaron fuentes de la Cancillería a LA NACION, la composición del sueldo se integra por un salario base y el llamado "costo de vida en destino", que toma como referencia los índices publicados por la Comisión de Administración Pública Internacional (CAPI) de la ONU, una tabla denominada "Índices de precios minoristas relacionados con los gastos de vida”.
Los embajadores pueden recibir, además de su salario, otros beneficios por trasladar su vida al extranjero, como vehículos, chofer y hasta pagos para solventar las cuotas de los colegios de sus hijos, cuando deben trasladarse durante varios años.
Desde Cancillería reconocieron que están teniendo más control en los gastos. “Se está trabajando en la racionalización de las plantas de empleados locales de las representaciones argentinas en el exterior”, señalaron.
Para un diplomático de carrera, llegar a ser embajador puede demandar una antigüedad de más de 30 años, tras superar un estricto sistema de ingreso y múltiples evaluaciones para avanzar de escalafón. Distinta es la situación de los embajadores políticos, nombrados a dedo por la Casa Rosada. Según la ley 20.957, el Gobierno puede designar hasta 25 embajadores de su confianza, que deben dejar sus funciones cuando el presidente termina su mandato.
Actualmente, son embajadores políticos de Cambiemos Bordón (en Chile) y Ramón Puerta en España. Otros, designados al inicio de la gestión de Macri, ya se fueron, como Miguel Del Sel en Panamá, Guillermo Montenegro en Uruguay y Luis Juez en Ecuador. Tenían un sueldo cercano a los U$S 16.000.
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