Cuando la nueva política es, en realidad, vieja
El fundador del partido 1810 tiene un largo historial político
El partido político que se fundó para reemplazar a la desacreditada clase política podría sucumbir ante la sola exposición a la luz pública.
Desde que LA NACION publicó, el domingo pasado, que un grupo de jóvenes se había lanzado por primera vez a la aventura política y que su partido, 1810, proclamaba los valores de una revolución tecnocrática y levantaba estandartes de transparencia y de eficiencia, el diario recibió un aluvión de llamadas y mensajes electrónicos.
La reacción demostró dos hechos importantes. El primero, que hay una enorme avidez por las propuestas colectivas que signifiquen un cambio: la mayoría de las llamadas buscaba contactarse con el nuevo partido. El segundo, que es probable que 1810 no represente ese cambio: varios mensajes fueron denuncias contra Marcelo Bomrad (35 años), algunas de las cuales LA NACION confirmó, y, además, uno de los integrantes del partido ya renunció por razones ideológicas (sobre lo que se informa por separado).
Bomrad no es un recién llegado a la actividad política ni fue en el pasado un simple "simpatizante" de la organización universitaria UPAU, ligada al hoy casi extinto partido de Alvaro Alsogaray, como decía. El propio Bomrad lo admitió ayer ante LA NACION, con cierta reticencia.
Graduado del Liceo Naval Militar Almirante Brown en 1984, Bomrad militó desde muy joven en la Unión de Centro Democrático (Ucedé) y a mediados de los años ochenta llegó a ser presidente de la juventud del partido en el distrito de Vicente López y vicepresidente de la juventud de la Ucedé de la provincia de Buenos Aires.
Un compañero de militancia de aquellos años, Antonio Abid, dijo a LA NACION que Bomrad organizó visitas de jóvenes militantes al ex presidente de facto Roberto Viola cuando estaba preso por violaciones a los derechos humanos, y que en 1986 hizo un viaje a los campamentos de los contras, los grupos contrarrevolucionarios antisandinistas, en Nicaragua. Abid recuerda haber visto videos de propaganda de los contras en la casa de Bomrad.
"No sé qué decirte, pero te lo desmiento", dijo Bomrad, dubitativo, cuando LA NACION le preguntó por aquel viaje. ¿Fue a Nicaragua o no? "No", susurró. ¿Mostró videos de los contras en su casa? "No me acuerdo", dijo, pero admitió: "No teníamos simpatía con los sandinistas y queríamos que ese gobierno se cayera".
El grupo al que pertenecía Abid se distanció definitivamente del de Bomrad durante una discusión interna sobre las candidaturas para diputado nacional en 1989. El impulsaba a Federico Clérici; Bomrad se fue con Jorge Aguado, que resultó finalmente postulado y elegido.
Para entonces, Bomrad estudiaba ingeniería industrial en la Universidad de Buenos de Aires e integraba la UPAU, que manejaba el centro de estudiantes de la facultad. Tuvo activa participación en el centro, según varios testimonios.
"El cargo más alto al que llegué fue consejero directivo de la Facultad de Ingeniería por el claustro de alumnos, entre 1987 y 1989", dijo Bomrad.
Cargos públicos
En simultáneo, trabajó activamente en la campaña de Aguado para diputado y entre 1989 y 1993 fue empleado suyo en la Cámara de Diputados, según confirmó Aguado a LA NACION. ¿Qué hacía exactamente? "Era uno de mis colaboradores. Yo le encargaba cada tanto cuestiones generales", recordó.
"Trabajé con Aguado haciendo trabajos específicos, proyectos relacionados con ingeniería", dijo Bomrad.
También integró el equipo del liberal Francisco Durañona y Vedia durante su intervención en la provincia de Corrientes, a principios del gobierno nacional de Carlos Menem. "Me pidió que le hiciera un proyecto de educación para la intervención federal, pero no se llegó a concretar porque la intervención duró muy poco", dijo Bomrad.
Sobre el final del mandato de Aguado, Bomrad se recibió de ingeniero y entró a trabajar en la empresa YPF. En 1994, la empresa lo envió con beca completa a hacer un posgrado en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. A su regreso, siguió trabajando en YPF. Según testimonios de empleados de la empresa, era un favorito del presidente del directorio, Roberto Monti.
Bomrad terminó su carrera en YPF como gerente de marketing. Según su propia versión, renunció porque "consideraba que había cumplido un período". Según cuatro testimonios internos, incluidos los de dos ejecutivos, fue despedido poco después de que la española Repsol tomó el control de la compañía porque una auditoría interna demostró irregularidades en el manejo de fondos. En la empresa recuerdan que Bomrad llegaba a trabajar en un llamativo automóvil Porsche. YPF había cerrado un convenio con la empresa de autos alemana.
Entonces montó un portal de Internet, Go2Tango, que cerró luego del colapso del índice Nasdaq, y tuvo un breve paso por los laboratorios Novartis que, según las denuncias que llegaron a LA NACION, terminó de modo poco claro.
Ahora, técnicamente desempleado, Bomrad aspira a hacer de la política su modus vivendi.
"Me quiero dedicar a full a este tema, a armar esto", dijo. No pudo explicar cómo hará para vivir de 1810, ya que el planteo del partido es que se sostendrá únicamente con donaciones voluntarias de los adherentes.
El lo cree posible. "Cuando me involucro, me involucro a fondo", afirmó.
Primera baja
- Gastón Manes renunció a 1810 tras recibir críticas por la entrevista que, con otros miembros del partido, dio a LA NACION. Cercano a la UCR, fue acusado por conocidos de apoyar un "pensamiento de derecha", contó un amigo suyo. Planteó por carta su "absoluta falta de coincidencia con las propuestas" de 1810, algo que nunca sostuvo en la entrevista ni en la sesión fotográfica.
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