Cuáles son las sociedades offshore de Alan Faena
La radiografía de las firmas creadas por el desarrollador; sus explicaciones y las investigaciones en marcha
El empresario y desarrollador inmobiliario argentino Alan Faena fue director y CEO de media docena de compañías creadas en los paraísos fiscales de las Islas Caimán y de las Islas Vírgenes Británicas, y cuentas bancarias en Luxemburgo y la Isla de Man, vinculadas a diferentes proyectos hoteleros e inmobiliarios en el barrio de Puerto Madero.
Faena aparece en esas firmas offshore asociado a distintos inversores extranjeros como el multimillonario ruso Len Blavatnik; los norteamericanos Robert y Christopher Burch, del grupo RedBadge; Austin Hearst, directivo de la multinacional de medios que lleva su apellido; y el diseñador francés Philippe Starck, que se ocupó del aspecto estético de los proyectos.
El entramado de las sociedades offshore en las que aparece Faena es complejo y se extiende durante casi dos décadas, según surge de los documentos de Paradise Papers, una investigación global impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) a partir de una mega filtración recibida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Transferí las acciones de Cosmic Carrot para unificar las participaciones sociales en los inversores ya que yo no tuve ni tengo participación en el capital
Una de esas compañías fue Cosmic Carrot Group Limited (CCG), creada en las islas Caimán por el estudio Appleby en diciembre de 1999, y de la que Faena fue accionista. Se desempeñó como director y CEO en febrero del 2000, en representación de su firma Dulce de Lece Ltd, registrada en las Islas Vírgenes Británicas, otra jurisdicción donde impera el secreto.
Faena también compartió el directorio de Cosmic Carrot Group con Blavatnik, los hermanos Burch, de Red Badge Hotels Partners LLC; John Paul Bailey, en representación de WorlCap Resorts Ltd, otra de las firmas accionistas; y Starck, diseñador de hoteles y edificios en las principales ciudades del mundo, desde Los Angeles, Miami, Las Vegas hasta París, Londres y Madrid.
Desde que ingresó en el negocio inmobiliario Faena carga con una situación: explicar de dónde salieron los fondos para financiar sus proyectos en Puerto Madero. Anticipándose a las críticas y acusaciones acerca de lavado de dinero, el ex dueño de Via Vai decidió cortar con las especulaciones y presentó públicamente en Buenos Aires a los distintos inversores internacionales que, allá por 2006, financiaban sus proyectos, según un texto publicado por LA NACION, el 30 de julio de aquel año.
Uno de esos inversores tempranos, Blavatnik, debió lidiar incluso con denuncias judiciales en Estados Unidos por supuesto lavado de activos. Pero, según los informes de la prensa, logró superar todas aquellas acusaciones de antiguos socios o rivales de sus orígenes empresarios en Rusia.
En los documentos que integran los Paradise Papers, en tanto, también figura que Faena fue accionista de Cosmic Carrot, entre 1999 y 2003. El nombre de esa sociedad creada en las islas Caimán -Zanahoria Cósmica, en inglés- surgió de un encuentro suyo con Starck en Punta del Este, a comienzos de la década pasada.
Consultado para esta nota, Faena respondió primero que “ninguna de esas sociedades tuvo ni tiene actividad económica, ni fue ni es utilizada patrimonialmente para ningún proyecto, ya que se crearon para iniciativas que luego no prosperaron”.
Sin embargo, numerosas publicaciones periodísticas consignaron a principios de la década pasada que, a través de Cosmic Carrot, Faena y su socios desarrollaron distintos proyectos inmobiliarios en Puerto Madero. Entre ellos, el Faena Hotel + Universe, La Porteña Residence y el hotel y complejo de viviendas El Porteño Building. La inversión habría superado los U$S 170 millones.
Tras una nueva consulta específica, Faena explicó que cuando armaron Cosmic Carrot con Starck, constituyó Dulce de Lece Ltd para afianzar su participación accionaria, pero que “ninguna de ellas tenía, a ese momento, ni capital inicial ni activos”.
“Cuando ingresaron los inversores extranjeros que aportaron el 100% del capital de los emprendimientos, en cumplimiento de los acuerdos que me convertían en el desarrollador, director y cabeza del proyecto, transferí las acciones de Cosmic Carrot para unificar las participaciones sociales en los inversores ya que yo no tuve ni tengo participación en el capital”.
Faena también justificó por qué eligió un territorio offshore como las islas Caimán, donde impera el secreto y la casi nula carga fiscal, para concretar sus negocios. “Cuando hay socios de distintos países o inversiones en dos o más países es necesaria una tercera sociedad, un holding que se constituye en un tercer país y en muchos casos, se elige aquel que tenga el menor costo de funcionamiento de esa sociedad”, argumentó. “En todos los proyectos, tanto en Argentina como en los Estados Unidos, siempre se usaron y usan empresas locales -o subsidiarias debidamente registradas- que cumplen con la normativa vigente”.
En ese sentido, Faena inscribió en la Argentina la firma El Porteño Apartments Ltda Argentina como filial local de El Porteño Apartments Caymán. Esa sociedad, según confirmó Faena, controla sus activos en Argentina y su explotación.
Para junio del 2008, no obstante, El Porteño Properties y El Porteño Apartments fijaron su nueva sede en el estado de Delaware, Estados Unidos, mientras que El Porteño Apartments Ltda Argentina cambió su nombre a El Porteño Apartments LLC Sucursal Argentina, con domicilio en Juana Manso 1499, el mismo del Faena Group.
Alan Faena continuó entonces como representante legal de esta filial local, aunque se decidió que debía requerir la autorización previa del directorio de la casa matriz para negociar cualquier contrato superior a los U$S 500.000.
Por su parte, el diseñador Starck quedó inscripto como director de Cosmic Carrot Group (CCG), en representación de Ubik Francia SRA. Permaneció así desde 2001 y hasta diciembre de 2004, cuando renunció a partir de una disputa comercial con sus socios.
Ante la pregunta de colegas de Radio France, en el marco de la investigación liderada por ICIJ, Starck explicó que la elección de Caiman para constituir CCG fue esencialmente de RedBadge, el principal grupo inversor de estos emprendimientos, en tanto que afirmó haber declarado ante el fisco francés su participación en CCG y pagado los impuestos respectivos.
Las offshore “hermanas”
Los documentos que integran los “Paradise Papers” muestran además todo un esquema de firmas offshore vinculadas entre sí. Así, por ejemplo, Cosmic Carrot Group fue accionista de El Porteño Properties Ltd, otra de las empresas creada por Appleby en Caiman para la misma fecha, y también utilizadas para canalizar inversiones destinadas a estos proyectos inmobiliarios en Buenos Aires.
En esa firma El Porteño Properties Ltd, Faena también fue CEO y director desde febrero del 2000 hasta julio del 2007. De hecho, un poder general emitido por El Porteño Properties en favor de Faena para actuar como manager y llevar adelante estos proyectos, confirma el rol que tenía.
A su vez, en la composición accionaria de El Porteño Properties Ltd se repiten los nombres de Cosmic Carrot Group, designados en este caso como directores: Faena, el magnate ruso Blavatnik y los hermanos Burch. A ellos su sumó el empresario de medios, directivo de The Hearst Corporation y filántropo norteamericano Austin Hearst y su firma Chesnut Holding LLC.
En febrero de 2007, Cosmic Carrot y Red Badge Hotels Partners, de los hermanos Burch, le transfirieron sus acciones en El Porteño Properties a otro de sus socios, el ruso Blavatnik. Así, su empresa Argentina Properties LLC, creada en Delaware, quedó como su dueño principal.
Para la misma época -enero de 2000 a julio de 2007-, y en paralelo a sus roles como director y CEO de El Porteño Properties, Faena cumplió las mismas funciones en otras offshore hermanas, también creadas en las Caimán: El Porteño Apartments Ltd, El Porteño Hotels Ltd, y Dique Properties Ltd.
Todas esas offshore tuvieron en común que las registró el estudio Appleby, que fijaron el mismo domicilio en la isla Gran Caimán y que consignaron los mismos socios inversores norteamericanos, junto al millonario ruso Blavatnik, a los que Faena definió como “inversores de renombre internacional”, mientras que aclaró que no fue accionista en ellas y que no tuvieron “actividad”, excepto El Porteño Apartments y su filial argentina.
Pero el entramado societario va más lejos. Para principios del 2007, Argentina Properties LLC se quedó también a su vez con las acciones de El Porteño Apartments, El Porteño Hotels y Dique Properties. En la misma operación, también adquirió las firmas argentinas Diquecitos Land Company SRL y Vedanta SRL.
Sin embargo, a mediados de ese año, julio de 2007, Appleby dejó de ser el agente registrado de estas sociedades off shore y fue reemplazado por ATC Trustees Cayman.
El fin de sus servicios quedó reflejado en la base de datos de Appleby en dos facturas enviadas a las firmas El Porteño Apartments y El Porteño Hotels por U$S 2300, el 17 de septiembre del 2007, por el fee anual correspondiente al 2008. Esas facturas quedaron impagas y Appleby reenvió otros dos “statements”, en marzo del 2008, reclamando ese pago, más intereses: U$S 2470 dólares cada uno.
En los “Paradise Papers” también consta que El Porteño Hotels mantuvo una cuenta corriente en dólares abierta en la casa central del Commerzbank International en Luxemburgo y otra en la sucursal del Bank of Bermuda Ltd en la Isla of Man. Para noviembre de 2015, figuraban como cerradas.
El equipo argentino que trabajó Paradise Papers con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) fue integrado por Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom por el diario LA NACION. También por Mariel Fitz Patrick (América), Emilia Delfino (Perfil) y Sandra Crucianelli.
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