Críticas, sugestivos silencios y apoyos sorpresivos en Pro y la UCR ante la nominación de Lijo para la Corte
Macri ya sabía que el Presidente había optado por el juez de Comodoro Py, pero evitó pronunciarse; las críticas del núcleo duro de Bullrich y las distintas posturas en la UCR
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A Mauricio Macri, flamante titular de Pro, no le sorprendió que el presidente Javier Milei impulsara al juez federal Ariel Lijo –un magistrado que fue denunciado por su patrimonio y por su desempeño al frente de casos sensibles para el kirchnerismo– como uno de sus candidatos para desembarcar en la Corte Suprema de Justicia. El exmandatario ya sabía que Lijo era uno de los elegidos por el líder de La Libertad Avanza antes de que viajara a Bolonia, Italia, donde se encuentra dando clases en una universidad.
Consciente de que Milei ejecutó una jugada de alto voltaje político, Macri optó por un silencio prudencial respecto de la propuesta del Presidente. Quienes hablaron con él intuyen que no le subirá ni bajará el pulgar a la decisión de su nuevo aliado en el tablero político a la espera de que evolucione en el Senado el tratamiento del pliego de Lijo, que fue denunciado en los últimos años por referentes de Pro, como Pablo Tonelli, en el Consejo de la Magistratura.
Macri consensuó con sus escuderos en materia judicial no abrir juicios de valor sobre el juez Lijo, quien tiene lazos estrechos con varios dirigentes de Pro, como Horacio Rodríguez Larreta, y la UCR, como Daniel “El Tano” Angelici, el monje negro del macrismo y el sector del radicalismo que se encolumna detrás de Martín Lousteau. Mientras se prueba el traje para suceder a Patricia Bullrich en la presidencia del partido que fundó hace más de veinte años, Macri prioriza la construcción de un vínculo de confianza con Milei. No hay un plazo definido ni una mesa de articulación para avanzar en la integración de Pro y LLA.
Por eso, sus allegados niegan que le haya desaconsejado al Presidente que apostara por Lijo. “Son decisiones del Presidente y no se mete. Como no pidió tampoco sugiere ni veta”, apunta un interlocutor habitual del expresidente.
Sobre la nominación que hace @JMilei del Juez Federal Ariel Lijo para ocupar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 👇👇👇👇 pic.twitter.com/j38BdGW7Ek
— Maria Eugenia Talerico (@eugetale) March 20, 2024
En el mundillo de Pro conjeturan que Milei apuesta a dar un golpe de efecto y correr el foco de la agenda mediática de la cuestión económica, cuando se avecinan las semanas más difíciles por el impacto de la recesión y el Gobierno intenta contener la escalada de precios. Pero lo que más inquieta a los feligreses de Macri en el partido es la chance de que Milei haya apostado por Lijo después de una presunta negociación subterránea con el kirchnerismo.
Entre los estrategas judiciales de Macri sospechan desde hace un par de semanas que Lijo, uno de los jueces más influyentes de Comodoro Py, podría haber sido impulsado por Milei después de que los operadores libertarios sellaran un eventual acuerdo con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, Sergio Massa y, sobre todo, Cristina Kirchner.
Tras el anuncio del Presidente, figuras del kirchnerismo optaron por no expresarse sobre la postulación de Lijo. Ese repliegue hizo acrecentar las especulaciones en Pro en torno a la existencia de un posible pacto. “Vamos a ver cómo evoluciona eso. Lo más prudente es esperar. Ahora se abre un plazo de un mes en el Ministerio de Justicia para la presentación de impugnaciones”, dicen cerca de Macri.
Lijo tiene un buen vínculo con el macrismo, según describen fuentes cercanas al expresidente. Desde hace años tiene en sus manos un expediente que irrita a Macri: la causa por el Correo Argentino, en la que se denunció como perjudicial un intento de acuerdo del Estado con la empresa de la familia del expresidente. “Esa causa es un disparate y no involucra ni a Mauricio ni a sus familiares. No hay moneda de cambio”, apuntan fuentes del entorno del fundador de Pro.
Respecto de la apuesta de Milei por Manuel García-Mansilla, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral y especialista en derecho constitucional, las espadas judiciales de Macri se mostraron conformes. Tienen buenas referencias. No obstante, entre los colaboradores de Macri creen que, a partir de ahora, la suerte de Lijo y García-Mansilla estará más ligada a la construcción política que a las cuestiones personales. Es que, por más que confíe en la influencia de las “fuerzas del cielo”, Milei –y sobre todo, Victoria Villarruel– deberá ahora hacer una tarea artesanal para armar el colchón de apoyos en el Senado y conseguir los dos tercios de los votos para aprobar los pliegos.
Al igual que Macri, Bullrich, la ministra de Seguridad y referente de Pro, aún no se expresó sobre la decisión del Presidente de apalancar a Lijo para cubrir la vacante que ya se produjo por el retiro de la jueza Elena Highton de Nolasco. En su tropa esperan señales para alinearse. Ella hizo saber a un grupo de abogados de Pro que no saldrá a acusarlo, porque tuvo una buena respuesta de él como juez. Ha trabajado con él en causas ligadas a la villa 31, al caso Boudou o la causa por extorsiones contra piqueteros. “No lo sabíamos, pero a Patricia siempre le respondió como juez, pese a que sabemos de las denuncias contra el hermano [Alfredo] por el haras [La Generación]”, sintetizan. Un apoyo sorpresivo.
En el bloque que conduce Cristian Ritondo en Diputados hay opiniones diversas. Sin una postura unificada y ante la ausencia de gestos de Macri y Bullrich, la mayoría optó por el silencio. Eso sí, admiten que hubieran preferido que el Gobierno hubiera contemplado la posibilidad de postular a una mujer. Esa fue una promesa de Macri cuando estaba en la Casa Rosada. Quien sí mostró su rechazo a la propuesta de nombrar a Lijo como juez de la Corte fue el macrista Fernando Iglesias, un entusiasta seguidor de Bullrich y Milei. “Necesitamos transparencia y compromiso con la Justicia y las instituciones, y Lijo ha representado exactamente lo contrario durante años”, apuntó en su cuenta de X. En cambio, Laura Alonso, extitular de la OA, no se manifestó.
Por su parte, María Eugenia Talerico, excanditada a senadora de Bullrich e integrante del espacio de Ricardo López Murphy, grabó un mensaje con duros cuestionamientos a la decisión de la Casa Rosada. “La nominación de Lijo es la consagración del poder eterno que tiene en nuestro país la corrupción, la rosca y la casta”, remarcó la exvice de la Unidad de Información Financiera (UIF) durante el gobierno de Macri.
En el larretismo tiene una visión distinta. Es que Lijo tenía una relación con el exjefe porteño. Incluso en su equipo se especulaba durante la campaña con que el magistrado tendría un lugar importante en la Justicia en un eventual gobierno de Larreta. Hay vasos comunicantes entre ambos. Por caso, Genoveva Ferrero, pareja de Lijo, fue funcionaria de la Ciudad hasta diciembre e integra el anillo de confianza de Larreta. Fue su controller en el mundillo judicial porteño.
En la bancada de Pro en el Senado, que conduce Luis Juez, quedaron boquiabiertos cuando se enteraron a través de las redes sociales que la oficina del Presidente había publicado el comunicado con el nombre de Lijo para ocupar una de las vacantes en la Corte. “No cae bien a nadie, salvo a los que tienen intereses concretos. Es una señal horrible, muy mala. Es un operador complicado. Y a Mansilla lo ponen para equilibrar la balanza”, analizó una de las figuras del espacio.
Entre los senadores aseguran que la jugada los tomó por sorpresa, si bien el nombre del juez ya circulaba en los pasillos del poder. “Todavía no nos reunimos en el bloque. Lo estamos digiriendo”, comenta uno de los integrantes de la bancada. Mientras Milei revelaba qué impronta quiere darle a la Corte, Juez elevó una nota al titular de la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura, Héctor Recalde, para que sortee un instructor para los expedientes disciplinarios que involucran a Lijo y el juez Alejo Ramos Padilla. Ocurrió casi en simultáneo. Y Juez no sabía que Lijo sería uno de los elegidos.
La denuncia por mal desempeño contra Lijo fue impulsada por el diputado nacional de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, alfil de Elisa Carrió, quien vincula al magistrado con Julio De Vido. Los referentes de la CC, como ocurrió con el reclamo por el ajuste a las jubilaciones, se anticiparon a sus exsocios de Juntos por el Cambio y salieron a rechazar con duras críticas la elección de Lijo.
Pese a la maniobra que ejecutó en el Consejo, Juez, que se reunió hace pocos días con Milei, también camina con pies de plomo ante la sensibilidad del tema. No obstante, sus leales sugieren que está disgustado con la inclinación del Presidente por el juez de Comodoro Py. “Se necesitan magistrados de calidad, sobre todo en la Corte. Es de una torpeza absoluta. No le ha ido bien a la Justicia cuando hemos tenido operadores judiciales en el máximo nivel”, se lamenta un dirigente cercano al cordobés. En el entorno de Juez creen que Milei podría conseguir los votos para aprobar el pliego de Lijo en el campamento del kirchnerismo. Especulan que la chance de incomodar a Horacio Rosatti con la presencia de Lijo, aliado de Ricardo Lorenzetti, estimulará las adhesiones de los seguidores de la expresidenta. “¿Cómo llegó Lijo a la cabeza de Milei, que argumenta que va a pelear contra la casta? Guarda”, dicen en Pro. Sospechan de Lorenzetti.
Críticas y división en la UCR
En el radicalismo también se impone la cautela. Aún no hubo un pronunciamiento de los bloques, aunque ya se escuchan críticas a Lijo. De hecho, Roxana Reyes pidió tomar vista del expediente que se tramita en su contra en el Consejo de la Magistratura. “No pusieron uno más casta porque no se consigue”, despotrica un legislador de la UCR.
La mayoría de los altos mandos del centenario partido se muestran prudentes ante los micrófonos. Martín Lousteau, senador y titular del partido, consideró que Milei debería haber apostado por cubrir la vacante con una mujer. Puertas adentro se especula con que Angelici, íntimo amigo de Lijo, se pondrá al hombro la tarea de recolectar voluntades entre los trece senadores de la UCR. Ninguno responde a él, aunque tiene una sociedad política con Lousteau. Por lo pronto, Martín Ocampo, titular del radicalismo porteño y ladero de Angelici, ya le dio la bienvenida a Lijo: “Es un aporte que haya un penalista en la Corte Suprema”, sostuvo ante la consulta de LA NACION.
En el ala de la UCR que responde a Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés deslizan que el tema Lijo está abierto, pero aclaran que no hubo sondeos para consensuar un nombre. “No hay ningún acuerdo”, remarcan.
En sintonía con la postura de Lousteau y Evolución Radical, Rodrigo de Loredo, jefe de bloque en Diputados, propuso a Carrió para el máximo tribunal y Karina Banfi, vicetitular del bloque, consideró que “es el momento oportuno para que se equilibre la mayoría absoluta masculina tomando decisiones por la vida de los argentinos”. “Debe elegirse por una mujer con excelente mérito, capacidades y trayectoria entre las juristas argentinas que pueden ocupar el cargo alto desempeño”, aseguró Banfi a LA NACION.
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