Cristóbal López quedó libre y atenuaron la acusación en su contra
La Cámara Federal consideró arbitraria su detención; el empresario dijo que no estuvo preso, sino "secuestrado"; Carrió denunció un "acuerdo de impunidad"
Después de casi tres meses en prisión, Cristóbal López y su socio Fabián de Sousa , empresarios cercanos al kirchnerismo, fueron liberados ayer por orden de la Cámara Federal, en una resolución que puede beneficiarlos con la multimillonaria deuda que mantiene Oil Combustibles con la AFIP.
"No estuve preso, estuve secuestrado", denunció el empresario en una improvisada conferencia de prensa. Levantó la voz para sugerir presiones del Gobierno sobre los jueces y para defender su situación judicial. "Todo lo que huele a Cristina debe ir preso", insistió anoche frente a su casa en Puerto Madero.
La Cámara entendió -por dos votos contra uno- que tanto López como De Sousa debían ser liberados, ya que los movimientos societarios realizados dentro del Grupo Indalo mientras estaban inhibidos por la Justicia habían sido reportados oportunamente en tribunales. Los camaristas consideraron que la prisión era una medida de "alevosa arbitrariedad" y ordenaron la liberación inmediata, que se concretó horas después del fallo.
Los jueces también resolvieron (por mayoría) cambiar el delito que se les imputa a los empresarios, que están acusados por una deuda con la AFIP que supera los $10.000 millones por retenciones indebidas del impuesto a la transferencia de combustibles. Ordenaron que fueran investigados por delitos tributarios, lo que les abre una puerta a los empresarios para volver a reclamar el cambio de fuero al Penal Económico y, sobre todo, para ingresar a una moratoria con la AFIP. Eso haría extinguir la causa judicial, según pudo reconstruir LA NACION.
"Es un escándalo", dijeron desde la AFIP -todavía conducida por Alberto Abad- apenas se enteraron de la resolución judicial. Desde el organismo recaudador, que es querellante en la causa, quedaron descolocados por el cambio del delito y adelantaron que apelarán la medida.
Tras la liberación, la diputada Elisa Carrió, autora de la denuncia, dijo que hay "un pacto de impunidad" y lo vinculó indirectamente a la salida de Abad de la AFIP, quien se había opuesto a un acuerdo con el Grupo Indalo, y su reemplazo por Leandro Cuccioli.
Cristóbal López salió a paso tranquilo del penal de Ezeiza después de las cinco. Cargaba entre sus manos una caja con las pertenencias que acumuló durante los 86 días que permaneció detenido.
Los jueces Jorge Ballestero y Eduardo Farah (Leopoldo Bruglia votó en contra) consideraron que la decisión del juez Julián Ercolini, que ordenó en diciembre la detención de los empresarios, "desafía la razonabilidad".
Ballestero y Farah (que fue convocado para desempatar) sostuvieron que de ninguna manera podrían mantener en prisión a los empresarios para que el Estado se asegurara el cobro de la multimillonaria deuda. "El decomiso de los bienes, incluso de manera preventiva, es una cosa. El decomiso de la libertad es otra bien distinta", cuestionó Ballestero en su argumentación.
En cambio, Bruglia -el único que votó en contra de la excarcelación- aseguró que la libertad de los empresarios podía conspirar contra la investigación y, en especial, sobre la posibilidad de que el Estado recupere los más de 10.000 millones que el Grupo Indalo le debe.
Moratoria
La resolución judicial sacudió a la conducción de la AFIP. A días del desembarco de Leandro Cuccioli (que trabajó con el sucesor de Cristóbal López), desde el organismo tributario adelantaron que ya preparan la apelación del fallo para evitar el cambio en la calificación del delito.
De hecho, ya adelantaron que apelarán la decisión para evitar que puedan volver a pedir el pase al fuero Penal Económico. La deuda multimillonaria de Cristóbal López ya había pasado por ese fuero, pero la Cámara de Casación ordenó que sea investigado en Comodoro Py por tratarse de partícipes necesarios de una defraudación al Estado.
Pero los camaristas ordenaron ayer que López y De Sousa sean investigados por delitos tributarios, que implican penas más altas que la defraudación al Estado, pero que habilitarían el cambio de fuero, informaron fuentes judiciales.
Al tratarse de un delito económico, además, Oil Combustibles podría ingresar a la moratoria prevista en la ley de blanqueo, coincidieron las fuentes consultadas por LA NACION. La empresa del Grupo Indalo había realizado una inscripción en reserva (por el proceso penal en curso) para pagar la deuda con el fisco a través de un plan de con facilidades, como el pago en cuotas y otros beneficios.
"Lo evaluamos como una alternativa concreta", reconocieron a LA NACION cerca de Cristóbal López. El ingreso del Grupo Indalo a la moratoria anularía la causa judicial. La AFIP de Abad había bloqueado, además, el ingreso a esa moratoria al considerar a Oil Combustibles un agente defraudador, pero no un simple evasor, situación que también modifica el cambio de la calificación del delito que dictó la Cámara Federal.
La resolución también modificó la situación procesal del exjefe de la AFIP Ricardo Echegaray, que había sido procesado por defraudación al Estado, pero que ahora también está acusado por un delito tributario agravado como parte de la autoridad que debía controlar a los empresarios. Aunque la pena de este último delito tributario es más alta, el ingreso a la moratoria y el posterior cierre de la causa también podrían beneficiarlo.
La Justicia acusó a Echegaray de haberle otorgado planes de pago con facilidades a Oil Combustibles de manera "irregular, en forma consistente, sistemática y deliberada". Y agregó, además, que el titular de la AFIP durante el kirchnerismo convalidó los trámites "a sabiendas de que no correspondía hacerlo".
Oil Combustibles desvío $8000 millones (entre 2012 y 2015) correspondientes al impuesto al combustible para financiar la expansión del Grupo Indalo.
Con ese dinero compró distintos medios de comunicación, entre otras empresas.
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