Cristinistas vs. "Los 29": la difícil convivencia dentro del bloque oficialista del Senado
A casi tres meses de la foto que mostró a todo el PJ unido ante la inminente asunción de Alberto Fernández, la convivencia interna en el Frente de Todos en el Senado todavía muestra señales de que entre los kirchneristas puros y aquellos que son identificados como "pejotistas" existe una cuestión de piel.
Si bien la unidad está garantizada, lo cierto es que en el trato diario entre los senadores oficialistas cada tanto afloran las diferencias que separan a ambas tribus del peronismo.
Tanto es así que un legislador kirchnerista, en sus conversaciones más relajadas, menciona como "Los 29" a todos aquellos senadores que no integraron el núcleo duro que acompañó a Cristina Kirchner desde su llegada a la Cámara alta como representante por Buenos Aires, en 2017.
En ese paquete ingresan senadores incorporados en diciembre como parte de la política de ampliación de la coalición de Gobierno que impulsaron la vicepresidenta y su hijo Máximo Kirchner, como Adolfo Rodríguez Saá o el misionero Maurice Closs, tanto como los que acompañaron a Miguel Pichetto cuando decidió escindir a los kirchneristas de la por entonces principal bancada de oposición.
Este último grupo es el que es mirado con más desconfianza por los kirchneristas más radicalizados. No les perdonan que hayan votado, en agosto de 2018, la autorización para los allanamientos a las viviendas de la expresidenta que solicitó el juez federal Claudio Bonadio.
Un legislador kirchnerista menciona como "Los 29" a todos aquellos senadores que no integraron el núcleo duro que acompañó a Cristina Kirchner desde su llegada a la Cámara alta
"Olvidan que fue ése mismo bloque el que impidió el desafuero de Cristina Kirchner", recordó un senador que integró el Bloque Justicialista que lideró Pichetto y que presenció, en un encuentro con otros compañeros de bancada, el reproche por parte de un senador kirchnerista. "Lo dijo en broma, pero ya sabemos lo que dice la psicología sobre las bromas", agregó.
Un episodio similar, aunque sin un pretendido tono gracioso, ocurrió en diciembre último en ocasión del debate del proyecto de emergencia pública impulsada por el Gobierno de Alberto Fernández. Las versiones coinciden en que un senador kirchnerista de los recién llegados y con pasado como diputado le reprochó a sus compañeros que pertenecieron al extinto Bloque Justicialista haber votado la reforma previsional de Mauricio Macri de 2017. La única diferencia sobre el episodio es que algunos dicen que ocurrió en una reunión de bloque mientras que otros que lo ubican en un encuentro más privado y acotado en cuanto a la cantidad de presentes.
Más allá de estos episodios a puertas cerradas, las diferencias entre ambos sectores van quedando en evidencia en otros hechos, como la conformación y selección de presidentes de las comisiones parlamentarias.
Los kirchneristas han sido premiados por su lealtad con las más importantes. Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y Ana Almirón (Corrientes), ambas pertenecientes a La Cámpora, presiden las comisiones de Acuerdos y Legislación General. La mendocina, además, es vicepresidenta del bloque, El rionegrino Martín Doñate suena para encabezar Justicia y la santafecina María de los Angeles Sacnun quedó al frente de Asuntos Constitucionales.
En todas esas comisiones, la mayoría de los representantes del Frente de Todos son kirchneristas de probada lealtad, quedando apenas un lugar para los representantes del peronismo vinculado con los gobernadores.
Otra diferencia entre ambos sectores salió a la superficie a partir del polémico proyecto de ley que presentaron cinco senadoras ultrakirchneristas con la intención de regular la prisión preventiva y restringir la libertad de expresión de los medios
La única comisión importante que quedó en manos del sector no kirchnerista es la de Presupuesto y Hacienda, que preside Carlos Caserio (Córdoba). El cordobés fue quien quedó al frente del Bloque Justicialista tras la deserción de Pichetto a las filas de Cambiemos.
Otra diferencia notable entre ambos sectores salió a la superficie a partir del polémico proyecto de ley que presentaron cinco senadoras ultrakirchneristas con la intención de regular el instituto de la prisión preventiva y, de paso, restringir la libertad de expresión de los medios de comunicación.
La iniciativa provocó un fuerte remezón al interior de la bancada y la queja entre los senadores que responden a los gobernadores. "Es un proyecto fuera de contexto que lo único que hace es complicarle la vida a Alberto", se quejaba un senador norteño ante la consulta de LA NACION poco después de que la iniciativa tomara estado público.
Las aguas se calmaron luego de que la abogada y funcionaria del Senado Graciana Peñafort saliera a descalificarlo lo que, sumado a las declaraciones despegando a Cristina Kirchner que deslizaron sus voceros, alejó los fantasmas de una estrategia kirchnerista.
"Los puros son así", explicó un veterano legislador el comportamiento de las legisladoras, dejando en claro que, a pesar de la unidad, las diferencias en el peronismo, aunque soterradas, todavía persisten.
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