Cristina se hace cargo de la presidencia pero no pisará la Casa Rosada
La vicepresidenta Cristina Kirchner no pisará la Casa Rosada durante los cuatro días que, por el viaje de Alberto Fernández a Israel, quedará a cargo del Poder Ejecutivo. Sin agenda definida en el Senado, Cristina extenderá entre mañana y el sábado su temporada de perfil bajo, informaron a LA NACION sus colaboradores más cercanos.
Pese a que tiene un despacho asignado en Balcarce 50, la vicepresidenta pasó una sola vez por la Casa Rosada desde el 10 de diciembre. Fue precisamente la tarde en la que Fernández asumió como presidente y les tomó juramento a los ministros. Antes y después del acto que protagonizaron juntos de cara a la Plaza de Mayo, ella pasó por el despacho del ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, en la planta baja de la Casa Rosada, sin visitar su oficina, en el primer piso.
Lo de esta semana no será una excepción. Cristina ya avisó que no usará el despacho destinado al vicepresidente, ubicado cerca del Salón Eva Perón, con vista a la Plaza de Mayo. En la Casa Rosada todavía no decidieron qué destino le darán a esa oficina. La vicepresidenta quiere evitar que se haga especulaciones sobre el papel que desempeña en este gobierno.
Fernández y Cristina se reunieron el viernes a la tarde. La vicepresidenta elogió la decisión de que el Presidente hiciera su primer viaje internacional a Israel, para participar del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo, que se realizará en Jerusalén.
El trámite para que Cristina quede a cargo del Poder Ejecutivo quedó simplificado a partir de un decreto que se publicó este lunes en el Boletín Oficial. Se derogó una resolución conjunta de la Secretaría General de la Presidencia y del Ministerio de Justicia, de 2017, que le daba intervención a la Casa Militar. Ahora bastará con que Fernández y Cristina firmen un acta ante el escribano general de la Nación, pero ni siquiera deberán estar los presentes en el mismo acto.
Con el Gobierno en pleno proceso de llenado de casilleros de gestión, lo más probable es que Cristina debe firmar decretos de designación de funcionarios. En la Casa Rosada dicen que todo se desarrollará sin sobresaltos.
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