“Cristina presidenta”: un operativo clamor que dominó el acto de Ensenada, donde irrumpió la noticia de la renuncia de Martín Guzmán
Los cánticos de militantes y dirigentes reclamando el “regreso” de Cristina Kirchner coparon el acto en homenaje a Juan Domingo Perón
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ENSENADA.- “Presidenta, Cristina presidenta”. Cristina Kirchner terminó su discurso en el polideportivo municipal de Ensenada y escuchó dos grandes mensajes: el clamor de la militancia que la instala para 2023 y la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán. Todo en simultáneo.
La vicepresidenta había golpeado al ahora renunciado ministro de Economía en gran parte de su discurso. Tan entusiasmada estuvo en criticar la inflación “única en el mundo” y en destacar que la situación del país es muy grave, que habló al menos veinte minutos sin saber que el funcionario ya había dimitido.
Guzmán difundió su carta luego de que la vicepresidenta dijera que este problema es muy grave “en serio”, segundos después de que criticara a “la inflación desmedida, estructural y única en el mundo”.
En medio del discurso de la vicepresidenta, los más atrevidos comenzaron a mirar sus celulares más seguido que al escenario. Y el clima de lanzamiento de campaña hacia el 2023 fue dando lugar a un clima de sorpresa, pero sobre todo de victoria. Afuera, el operativo clamor se oyó cada vez más fuerte.
Al núcleo de dirigentes de La Cámpora y el Instituto Patria que suelen acompañar a Cristina Kirchner en los actos se sumaron figuras que a lo largo del gobierno del Frente de Todos solían posicionarse cerca del Presidente: el excanciller Felipe Solá, la diputada nacional Victoria Tolosa Paz -que peleó sin éxito por la intendencia de La Plata en 2019- y el ministro de Agricultura Julián Domínguez. “Hola Julián no te había visto”, se dirigió la vicepresidenta cuando comenzó su discurso al ministro, que también presenció el acto del Presidente este viernes en la CGT.
En la primera fila, al lado del gobernador bonaerense Axel Kicillof, se ubicó también la presidenta de madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que en la última semana lanzó críticas furiosas contra Alberto Fernández. La locutora del acto resaltó su presencia antes de que llegaran al acto Cristina Kirchner y los intendentes de Ensenada, Mario Secco, y de Berazategui, Juan José Mussi.
También estuvieron el ministro del Interior del gobierno nacional, Wado de Pedro; el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, y el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque.
Más atrás se vio a varios intendentes y exintendentes del Gran Buenos Aires que llegaron convocados por el anfitrión, Secco. Estuvieron presentes Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Espinoza (La Matanza), Martín Insaurralde (exintendente de Lomas de Zamora y jefe de Gabinete de Kicillof), Marisa Fassi (Cañuelas), Leonardo Nardini (exintendente de Malvinas Argentinas y actual ministro de Infraestructura) y Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros.
También varios sindicalistas como Roberto Baradel (Suteba), Oscar “Colo” De Isasi (ATE), Sergio Palazzo (La Bancaria), Hugo Yasky (CTA) y Mario Manrique, de Smata.
“Si el peronismo hoy gobierna es por decisión de Cristina”, dijo Secco, antes de que sonara con fuerza el canto de “Cristina presidenta”. Y exclamó: “¡Más respeto por esta mujer!”. En los alrededores del club, al que ingresaron más de 2000 personas, las banderas de agrupaciones políticas acompañaban la consigna. Después, Mussi avaló la idea de que “algo hay que cambiar” y que “Cristina en algún lado tiene que estar”.
Fuera del polideportivo, miles de militantes siguieron el acto transmitido en pantallas. Allí flameaban cientos de banderas de La Cámpora, de distintos municipios; de Kolina, del frente de Trabajadores de la Economía Social, del Frente de Organizaciones Sociales Peronistas, y de sindicatos y agrupaciones movilizadas por intendentes del Gran Buenos Aires.
La militancia cantaba: “Cristina, no podemos perder. Quiero que ganes de vuelta. Esta es la Cámpora con la JP bancando a la Presidenta. Vamos, Cristina, no podemos perder. Néstor nos mira con Perón desde el cielo. A la patria la vamos a liberar con todos los compañeros”.
Cuando terminó el acto, la vicepresidenta salió a saludar a la gente y dio un breve discurso. A esa altura, sin dudas ya sabía de la renuncia de Guzmán. Ante el fervor de la militancia que la vivaba, ella se mostró alegre y agradecida, y dijo: “Miren, se me mejoró la voz y todo”. Muchos lo leyeron como una referencia a la noticia que le acababan de contar. Sin embargo, ella nada dijo sobre la salida de Guzmán. Ni en Ensenada ni en las redes sociales, donde horas después siguió celebrando el acto.
“Hermoso acto en Ensenada junto a miles de compañeros y compañeras, homenajeando a Perón. El mejor homenaje que podemos hacerle es ver lo que hizo y tratar, todos los días, de acercar un poquito el bochín”, fue uno de sus tuits. Antes, también vía Twitter, había compartido fotos del encuentro y había subido su discurso completo.
“Para todos los cristinistas, es siempre la primera opción para todo”, dijo sobre Cristina Kirchner Carlos Bianco, hoy asesor de Kicillof. “Después, es una decisión política y personal de la vicepresidenta”, afirmó.
“La gente canta lo que canta, pero ella lo dijo claramente: es tiempo de mucha preocupación en materia económica. Cristina no necesita del canto de la hinchada para tener posicionamiento público, pero es un acto de amor”, sostuvo la senadora provincial Teresa García.
Al caer la noche en Ensenada flotaba en el aire el sonido de las trompetas y los tambores. Y en las paredes del barrio se repetía una inscripción: “Sin Cristina nada”.