Cristina lanzó críticas a la gestión macrista y llamó a conformar un "frente ciudadano"
Escenificó en los tribunales un relanzamiento político y afirmó que los jueces y el Gobierno buscan perseguirla judicialmente
Volvió, con el mismo tono y las mismas palabras con las que se fue, hace cuatro meses. Relanzada como líder de la oposición, Cristina Kirchner transformó su citación judicial en su regreso político y, con el respaldo de una multitud que la acompañó desde temprano, le contestó al único juez que hasta ahora la sentó a declarar en los tribunales. "Me pueden meter presa, pero no me van a hacer callar". Ya entonces no llovía y el sol comenzaba a hacerse espacio, tímidamente, en un cielo encapotado.
Rodeada de los suyos, los mismos que la acompañaron en el final de sus dos mandatos, Cristina Kirchner se despachó, sin mencionarlo, contra el juez Claudio Bonadio tras la tensa audiencia en la que ni se miraron, y cargó fuerte contra todo el Poder Judicial, al que acusó de estar en complicidad con el gobierno de Mauricio Macri para perseguirla judicialmente. Al Presidente le dedicó la mayor parte del discurso, no sólo para recordar su participación en las empresas offshore reveladas en los Panamá Papers, sino para cuestionar las políticas económicas aplicadas por su sucesor.
Cristina llamó "procesos moralizadores" las denuncias de corrupción contra su gestión y dijo que el macrismo las usaba para terminar "con las conquistas de quienes habían mejorado sus vidas".
Con ironía, sostuvo que el gobierno actual había llevado a la Argentina a las tapas de los diarios internacionales y recordó el antecedente judicial del Presidente y de su familia, sobreseído por la Corte durante el menemismo en una causa por contrabando. "Emblema y nave insignia de la patria contratista y los escándalos de corrupción", le dedicó al Grupo Macri. Fue, sin dudas, el discurso más duro de un dirigente opositor hacia el nuevo gobierno.
Como no podía faltar en su discurso, hizo comparaciones sobre el tratamiento mediático de las denuncias y casi como un eslogan lanzó: "Durante mi gobierno se la pasaron buscando la ruta del dinero K y buscándola se encontraron con la ruta del dinero M". La multitud cantaba y vivada cada una de sus frases. Y hasta el perro del macrismo, Balcarce, la ligó, sólo que lo llamó, erróneamente, el perro Belgrano.
Cristina habló durante 60 minutos desde un escenario montado en un camión que había aportado Víctor Santa María, del gremio de los encargados de edificios. Estaba ubicado frente a las puertas principales de los tribunales, sobre la avenida Comodoro Py. Allí la acompañó el núcleo duro kirchnerista. La ex presidenta subió al escenario junto a Raúl Zaffaroni, el ex ministro de la Corte que armó gran parte de la estrategia judicial de defensa, a pesar de que en lo formal el abogado que la representa en la causa por los contratos de dólar futuro es Carlos Beraldi. Zaffaroni la acompañó por las escalerillas y enseguida bajó para ubicarse con el resto de los dirigentes políticos que hicieron "el aguante". Estaban desde Aníbal Fernández, Guillermo Moreno, la plana mayor de La Cámpora, los ex ministros y los diputados del riñón más cristinista hasta parte del PJ tradicional, como Fernando Espinoza y Julián Domínguez.
El rumor más generalizado fue un "gracias, Bonadio", repetido hasta el cansancio por la mayoría de los dirigentes que se habían acercado bajo la intensa lluvia. Es que para el kirchnerismo, la citación judicial no hizo más que terminar por aglutinar a sectores internos que todavía se lamen las heridas por la derrota electoral.
La ex presidenta martilló una y otra vez sobre la política económica de Macri, el puntapié que eligió para lanzar la conformación de lo que bautizó como "un frente ciudadano" que le reclame al Gobierno mantener las conquistas sociales. Lo planteó como una agenda para la oposición en el Congreso, que debería contener también a los gremios.
Fue entonces cuando arrancó con una larga descripción del escenario económico. Habló de "cientos de miles de despidos en el sector público y muchos más en el sector privado", de "persecución ideológica" contra empleados estatales, de "industrias en crisis, comercios cerrados" y, por supuesto, del "tarifazo en los servicios (de los) que la gente no puede prescindir".
"Esto es lo que está pasando: un gobierno que no cuida a los argentinos", le achacó a Macri, y le recordó que ella había guardado un "respetuoso y democrático silencio precisamente por respeto a la voluntad popular".
El silencio lo rompió ayer después de aquel 9 de diciembre en el que dio en una Plaza de Mayo repleta su último discurso público.
Ayer repitió la escena, los gestos y las palabras. La ex presidenta nada dijo del resto de las investigaciones en su contra, pero antes de irse avisó: "No les tengo miedo. Voluntaria y explícitamente renuncié a tener fueros. No los necesito. Tengo los fueros del pueblo, los que me dio el pueblo en dos elecciones consecutivas".
Las frases más impactantes de la ex presidenta
- "Me pueden citar 20 veces. Me pueden meter presa, pero no van a hacer que deje de decir lo que pienso"
- "No se preocupen por mí. Ustedes saben que renuncié a tener fueros. No los necesito, tengo los fueros del pueblo"
- "Hay un gobierno que no cuida a los argentinos"
- "Los que estaban buscando la ruta del dinero K se encontraron con la ruta del dinero M"
- "Ir al supermercado se convirtió en una odisea"
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