Cristina Kirchner recusó al fiscal Diego Luciani y a uno de los jueces del caso Vialidad
El abogado de la vicepresidenta pidió que los dos señalados sean apartados de la causa; ninguno de ellos aceptará dejar el caso, alegan no ser amigos ni tener vínculo con el expresidente, pero admiten los partidos; Luciani pidió responder cuanto antes de forma oral
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Cristina Kirchner recusó este lunes al fiscal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu y pidió que los dos sean apartados del caso Vialidad, donde ella está siendo juzgada por asociación ilícita y fraude al Estado.
La vicepresidenta había adelantado ayer que lo haría. El fundamento es una nota de Página 12 que contó que Luciani y Giménez Uriburu son compañeros en un equipo de fútbol amateur (se llama Liverpool) y que los dos fueron a jugar a Los Abrojos, la quinta de Mauricio Macri. La publicación incluyó una foto de ambos que, sostiene Página 12, fue tomada en las canchas del expresidente.
Ni el juez ni el fiscal aceptarán la recusación. Fuentes cercanas a ambos dijeron a LA NACION que, si bien comparten equipo, ellos sostienen que no tienen una relación de amistad y que tampoco tienen vínculo con Macri. Ni Luciani ni Giménez Uriburu niegan haber ido a jugar a la quinta del expresidente, pero dicen que fue para participar de un torneo amateur donde había muchos otros equipos y que fue antes de que recibieran el caso Vialidad.
Todo hace juego con todo. Hoy, Página/12 prueba que la asociación ilícita es la de ellos. El Pte. del Tribunal y el Fiscal de la causa “Obra Pública” jugando al fútbol en la quinta de Mauricio Macri. El camarista Llorens juega en el “mismo equipo” pero ese día faltó al partido. pic.twitter.com/Bl1mLMKXUy
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) August 8, 2022
Carlos Beraldi, abogado de la vicepresidenta, presentó las recusaciones a primera hora del lunes, antes de que se reanudara el juicio oral y continuara el alegato del fiscal, que la semana pasada fue muy duro contra Cristina Kirchner. Luciani la acusó de haber sido la jefa de una asociación ilícita creada para extraer fondos del Estado Nacional, en su beneficio, “desde la cúpula del poder”.
En su presentación, Beraldi y Ary Rubén Llernovoy -que también firma el escrito como defensor de Cristina Kirchner- pidieron que además del apartamiento del juez y el fiscal, se anule todo lo hecho por ellos en esta causa. Citaron el artículo 55 del Código Procesal Penal, que sostiene que el juez -y lo mismo rige para el fiscal- “deberá inhibirse de entender en la causa” si “tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados”.
¿Es el fiscal un “interesado”? Según el artículo 56 del Código Procesal, no lo es. “A los fines del artículo anterior [el 55], se considerarán interesados el imputado, el ofendido o damnificado y el civilmente demandado”, dice el Código.
Si se interpretara este artículo con un criterio restrictivo (el criterio tradicional de la Corte Suprema), entonces ni acreditando la “amistad íntima” -que juez y fiscal negarán, según adelantaron fuentes judiciales a LA NACION- correspondería correr de la causa a Luciani o a Giménez Uriburu. Pero en los tribunales conviven dos criterios, explicó una fuente de la Cámara Federal de Casación especialista en derecho procesal. Están también quienes interpretan de forma amplia el temor de parcialidad como una causa de recusación, sin perjuicio de que no encuadre con precisión en ninguno de los supuestos del artículo 55.
La defensa de Cristina Kirchner citó en su escrito el fallo Llerena, de la Corte Suprema, que dice que “si de alguna manera puede presumirse por razones legítimas que el juez genere dudas acerca de su imparcialidad frente al tema a decidir, debe ser apartado de su tratamiento, para preservar la confianza de los ciudadanos y sobre todo del imputado en la administración de justicia, que constituye un pilar del sistema democrático”. Según Beraldi, existe un temor fundado de falta de imparcialidad del juez y lo mismo respecto de la objetividad del fiscal.
El Código Procesal establece que la decisión que tome el tribunal sobre las recusaciones (las resolverán los otros dos jueces, Andrés Basso y Jorge Gorini) no son recurribles. Beraldi adelantó en su escrito que impugnaba esta norma por “inconstitucional”. Si no le dan la razón, recurrirá a la Casación.
Como consecuencia de este planteo de la defensa, la audiencia de este lunes empezó minutos más tarde que lo habitual. Gorini informó que fue porque estaban analizando el escrito de Beraldi. Luciani pidió la palabra y solicitó contestar “de manera oral” las cuestiones planteadas por las defensas. “Ahora o cuando lo dispongan”, dijo. Alegó que una respuesta oral le daría mayor “transparencia” al proceso. Gorini le respondió que no había inconveniente para eso, pero que como otros dos defensores adelantaron que también presentarán recusaciones, el tribunal lo habilitaría a contestar una vez que estuvieran todos los planteos presentados.
El primero que adelantó que también recusará a Luciani y a Giménez Uriburu fue Maximiliano Rusconi, abogado de Julio De Vido, que dijo que además él sumará una recusación contra el otro fiscal, Sergio Mola.
Cómo sigue el trámite
El juez y el fiscal tendrán 24 horas para responder los planteos en su contra. Seguramente ese plazo empezará a correr una vez que se hayan presentado las nuevas recusaciones que otros defensores dijeron que entregarán al tribunal este martes. Giménez Uriburu contestará por escrito. Luciani, en forma oral. Todo indica que la audiencia del viernes estará dedicada -al menos en parte- a tramitar las recusaciones y escuchar al fiscal. Después, los jueces resolverán por escrito.
Según adelantaron a LA NACION fuentes cercanas al juez y el fiscal, el juez y el fiscal alegarán que no son amigos entre ellos y que no tienen relación personal ni social con Macri. Que asistieron a la quinta solo para participar de un buen torneo amateur. “Liverpool es un equipo que tiene 41 años, por el que pasaron muchísimos jugadores. Jugamos normalmente en Atalaya [otro campeonato de zona Norte] y discontinuadamente en el torneo de Los Abrojos, que es un torneo amateur de alto nivel, donde hay muchos equipos”, dijo un jugador de Liverpool a LA NACION.
Liverpool ya no juega en las instalaciones de Macri. El último torneo del que participó allí fue en 2019. En el caso de Giménez Uriburu, dejó de jugar en Los Abrojos en 2017 y, cuentan en su entorno, “nunca más pisó la quinta”. Tampoco Luciani volvió -relatan en Comodoro Py- desde que supo que intervendría en el caso Vialidad.
Los argumentos de Beraldi
El abogado de la vicepresidenta cuestionó a Luciani y a Giménez Uriburu por dos motivos: la relación entre ellos y haber ido a jugar al fútbol a la quinta de Macri. Sobre el vínculo entre juez y fiscal, Beraldi afirmó: “Esta relación personal, que se mantuvo en todo momento bajo reserva, debió haber sido formalmente comunicada a las defensas -y en rigor de verdad, a toda la sociedad- una vez que este proceso, de singular relevancia institucional y trascendencia mediática, quedó radicado ante este Tribunal”.
Para el abogado, el juez debió haberse excusado de intervenir en el juicio. “La grave omisión en que incurrió el juez Giménez Uriburu contó con el aval explícito del fiscal Luciani, extremo que denota una grave violación a los deberes de resguardo de la legalidad y de la objetividad que pesan sobre todos los integrantes del Ministerio Público Fiscal”, sostiene el escrito del abogado de la vicepresidenta.
“En pocas palabras y para que todos lo entiendan -agrega Beraldi-: impulsar una causa como fiscal para que la resuelva un juez amigo no es un comportamiento inocuo desde el punto de vista legal, máxime cuando se trata de un representante del Ministerio Público que tanto hincapié hace sobre la necesidad de resguardar la transparencia en el ejercicio de la cosa pública”.
“Cabe preguntarse: ¿qué hubiese sucedido si en el día de ayer se hubiesen dado a conocer fotografías en las cuales los miembros del Tribunal hubiesen aparecido jugando al fútbol con las personas que están siendo juzgadas en este proceso? Sin lugar a dudas, estaríamos en presencia no solo de un escándalo nacional, sino también ante la inmediata promoción de una causa penal en contra del juez que habría desarrollado tal conducta y la promoción de su juicio político”, afirma Beraldi.
El abogado destaca en su escrito que no jugaban al fútbol “en cualquier lugar” sino en la quinta de Macri. “¿El comportamiento de estos funcionarios judiciales se corresponde con el sentido común -tantas veces invocado por el fiscal Luciani en su reciente alegato- y con los principios que deben ser observados en un proceso judicial, máxime en un caso de tanta relevancia institucional? (...) ¿Acaso pensaron que nadie se iba a enterar de semejante situación? ¿Consideran que son parte de un estamento que no debe rendir cuenta de sus actos ante el resto de la ciudadanía? ¿Les parece razonable que el fiscal que acusa y el juez que debe juzgar a Cristina Fernández de Kirchner jueguen partidos de fútbol nada menos que en la quinta de Mauricio Macri, cuyo gobierno promovió esta misma causa y se constituyó como querellante y actor civil a través de la Oficina Anticorrupción, la Unidad de Información Financiera y la Dirección Nacional de Vialidad?”
Para Beraldi, ni Giménez Uriburu ni Luciani pueden seguir interviniendo en la causa y deben anularse “todos los actos procesales desarrollados por los nombrados magistrados”.
El humor de De Vido
De Vido y Rusconi fueron de los primeros en conectarse esta mañana al Zoom de la audiencia. Antes de que comenzara formalmente la jornada de juicio, el exministro de Planificación, de visible buen humor, le preguntó a Rusconi si lo había cargado a su socio -también abogado de De Vido- Gabriel Palmeiro, hincha de Independiente, por el partido que anoche ganó River. “¿Dónde está Palmeiro? ¿No lo habrás cargado?”, dijo De Vido. Discutieron, con todos los demás participantes del Zoom en silencio, sobre una jugada polémica. Según De Vido, hincha de Boca, debieron haberle cobrado falta al delantero de River, Miguel “El Colibrí” Borja. “No tenés ninguna objetividad. Qué bueno que vos no sos comentarista deportivo ni juez”, le dijo Rusconi. “Estoy más para fiscal”, le contestó De Vido. Y con una sonrisa que contrastaba con las caras serias de lunes a la mañana de acusados y defensores, cerró la charla: “El peronismo es alegría”. De Vido es uno de los 13 acusados de este juicio. Según Luciani, fue una pieza clave de la asociación ilícita que montaron Néstor y Cristina Kirchner.
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