Cristina desembarcó en el PJ y pidió una coalición “lo más ancha posible”
En uno de los gestos políticos más contundentes desde que se habla de la posibilidad real de que sea candidata a presidenta en octubre, Cristina Kirchner participó hoy de la reunión del consejo nacional del PJ, estructura a la que ignoró históricamente y de cuya vida interna y actividad no formaba parte desde hace años.
Frente a unos 30 integrantes de la mesa de conducción del partido, la expresidenta habló de la necesidad de "construir una coalición electoral y de gobierno lo más ancha posible con el Partido Justicialista como eje" y, una vez más, esquivó una definición sobre si será o no candidata. En cambio, reiteró que estará "donde más la necesiten".
La alusión directa al PJ está en línea con las menciones a Perón y a su último gobierno, incluido el Plan Gelbard, que había hecho la semana pasada en la Feria del Libro, con el agregado para nada menor de que esta vez habló del PJ en su propia sede y frente a sus autoridades, hoy alineadas con el kirchnerismo.
La distancia de Cristina respecto del PJ tuvo su manifestación más contundente en 2017, cuando desistió de usar el sello partidario, que quedó en manos de Florencio Randazzo, y creó su propio frente, Unidad Ciudadana, para competir en la elección en la que ganó la banca que hoy ocupa en el Senado.
Muy lejos de aquella ruptura, hoy, ante los integrantes del consejo del partido, dijo sentirse "profundamente peronista". Aquella división con Randazzo fue clave para su derrota frente al candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich.
En su exposición, que no fue interrumpida por preguntas ni comentarios, Cristina trazó además un panorama de la situación económica y dijo estar "muy preocupada", en particular, por la deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el FMI y cuyos vencimientos deberá afrontar el próximo gobierno.
También dijo estar intranquila por la "enorme cantidad de jueces" que la administración de Cambiemos está nombrando, cuando falta apenas medio año para el final del mandato de Macri. "Eso mismo nos cuestionaban a nosotros y nos tildaban de poco republicanos", se quejó.
Cuando terminó de hablar, se abrió un espacio para hacerle preguntas, pero nadie avanzó. La invitaron a quedarse para la reunión de la comisión política, pero dijo que tenía otro compromiso, agradeció, saludó y se fue. "Nos dijo que no va a ser la última vez que venga", contó el presidente del partido, José Luis Gioja, en la conferencia de prensa posterior.
En la reunión que siguió, ya sin Cristina, el tema saliente fue, claro, el armado del frente por el que abogó la expresidenta. Se acordó "tenerlo listo" a fines de mayo, es decir, unos días antes de que venza el plazo para anotar las alianzas en la Justicia Electoral, el 12 de junio. También se habló de posibles nombres, aunque no hubo definiciones. Frente Patriótico y Frente de Unidad Nacional quedaron entre los finalistas.
Además de un gesto claro de parte de Cristina, la invitación a participar de la reunión en la sede de Matheu 130, que empezó a tomar forma hace un mes, se convirtió en una escenificación de la ansiedad que por estas horas se vive en el kirchnerismo y en buena parte del peronismo respecto de su postulación. Todos necesitan saber si va a ser o no candidata para terminar de mover sus fichas y temen que, como ha hecho siempre, la expresidenta estire el misterio hasta el final.
Terminada la cita partidaria, Alberto Fernández dejó claro que uno de los destinatarios del mensaje de Cristina y de su pedido de "ensanchar" el espacio peronista fue Sergio Massa. "Es el opositor que más votos tiene", reiteró el exjefe de Gabinete. Además, cuando le preguntaron por el "regreso" de la expresidenta al PJ, lo describió como "un avance en función de seguir trabajando por la unidad" y aludió al cisma de 2017. "Todo el mundo quería verla a Cristina en el PJ después de las desavenencias del pasado y de que en la última elección el PJ fuera dividido", aseguró.
La posibilidad de que Cristina se sumara al encuentro de hoy circulaba desde el viernes pasado, después de su paso por la Feria del Libro. Solo se confirmó cuando, hoy por la tarde, los movimientos frente a la sede partidaria empezaron a salirse de lo usual. Minutos después de las 14, un grupo de unas 30 personas formaron un cordón de seguridad sui generis en la vereda de enfrente del edificio. Esperaban a alguien, evidentemente. La llegada de Oscar Parrilli pocos minutos después no dejó dudas: Cristina estaba en camino.
La senadora llegó pasadas las 15 y se fue una hora después. El auto que la trasladaba, un Chevrolet gris, entró y salió de la cochera del edificio en medio de una maraña de cámaras, cables, micrófonos, periodistas, curiosos y hasta ejemplares de Sinceramente en alto sostenidos por sus dueños, listos para un autógrafo. Ni el auto se detuvo ni Cristina bajó el vidrio.
De la reunión participaron, además de Gioja, Parrilli y Fernández, los gobernadores Gildo Insfrán (Formosa), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Lucía Corpacci (Catamarca). Faltó, con aviso, el puntano Alberto Rodríguez Saá, y también advirtió que no podría viajar por las inundaciones en su provincia el chaqueño Domingo Peppo.
También estuvieron Felipe Solá, Daniel Scioli y Agustín Rossi, los tres precandidatos a presidente que ya tiene Unidad Ciudadana (poco favorecidos en la foto grupal), y los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Leo Nardini (Malvinas Argentinas).
Por los gremios, dieron el presente Hugo Moyano, Omar Plaini y Víctor Santa María. Héctor Daer y Antonio Caló estaban excusados de antemano: a la misma hora la CGT tuvo la reunión de la que surgió la convocatoria a un nuevo paro nacional.ß
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