Cristina Kirchner llegó a España y busca un trofeo: la foto con el rey

PALMA DE MALLORCA, España.- Cristina Fernández de Kirchner tendrá hoy un encuentro soñado: almorzará a solas con el rey Juan Carlos de España, en el palacio Marivent, una fabulosa mansión que da las espaldas a un acantilado que cae a pique sobre el Mediterráneo y que es la residencia de verano de la pareja real.

Más allá de la agenda de la reunión -en la que podría llegar a hablarse de la facilitación del diálogo con Uruguay por la crisis de las papeleras-, uno de los temas que más atención han demandado para el embajador Carlos Bettini es el de las imágenes del encuentro, aspecto que se volvió poco menos que un dolor de cabeza.

Los organizadores aspiran a contar con un testimonio gráfico de la audiencia. Sobre todo porque la comitiva argentina quiere mostrar una foto del encuentro con el rey y con el impagable marco que ofrece la cálida intimidad en el retiro veraniego.

Según confiaron voceros españoles, Cristina Kirchner almorzará a solas con Juan Carlos, un escenario que ni siquiera Néstor Kirchner consiguió en sus viajes a España.

Sin embargo, por el momento, sobre el tema de las imágenes del encuentro, la comitiva argentina recibió una mala noticia: "En principio, no habrá foto de la audiencia", se indicó en la Casa del Rey. Y la explicación del caso fue que eso es lo que suele ocurrir cuando se trata de audiencias privadas del monarca. Los argentinos volvieron a la carga. "¿Ninguna foto?", a lo que fuentes diplomáticas españolas, consultadas por LA NACION, insistieron en la negativa.

Pero en ojos de la delegación senatorial el optimismo del "cómo no va a haber foto" crecía con las horas. Y, si bien el enigma sólo se resolverá hoy, había esperanza en favor de un cambio de criterio que llevara el pulgar hacia arriba.

Cristina Kirchner llegó ayer a Madrid y dio así inicio a su gira de cuatro días por España. Hoy por la noche, ya de regreso en Madrid, se reunirá con el centenario -en realidad tiene 101 años- escritor Francisco Ayala-García Duarte, premio Cervantes 1991.

La senadora y candidata llegó a Barajas pasadas las 14.30 y viajó hasta la residencia del embajador argentino en este país escoltada por motociclistas que interrumpieron la tranquila tarde de domingo, mucho más calma por la temporada de vacaciones de verano. La dejaron en las puertas de la mansión de tres plantas y evitó así hablar con los medios que la esperaban.

Al parecer sabía que la aguardaba una guardia periodística. Unos minutos antes, con la senadora viajando desde el aeropuerto de Barajas hasta el centro de la ciudad, un miembro de la embajada se acercó a los cronistas de LA NACION para preguntarles si eran "de medios locales o argentinos". Una vez obtenida la información comunicó las novedades por teléfono celular.

Secreto de Estado

El silencio también imperó en el resto de la comitiva oficial, que se aloja en el hotel Intercontinental. LA NACION intentó hablar con el canciller Jorge Taiana sin éxito.

El encuentro con el rey Juan Carlos está previsto para el mediodía, por lo que Cristina Kirchner deberá abandonar Madrid una hora y media antes. La falta de información oficial -el embajador Bettini maneja la agenda de la primera dama como un secreto de Estado- impidió saber si vendrá en avión de línea o en uno privado.

Tampoco se pudo saber si la cuestión Botnia será motivo de conversación durante las tres horas que durará la visita al palacio Marivent.

Sin embargo, fuentes de la Cancillería confiaron a LA NACION que la Argentina planteará un endurecimiento de su posición: volverán a reclamar la reubicación de la pastera -establecida en Fray Bentos, sobre la margen del río Uruguay frente a la costa argentina-, aunque la posición será fijada por el canciller Taiana ante su par español, Miguel Angel Moratinos.

Mientras tanto, el rey Juan Carlos sigue disfrutando de las mieles del verano mallorquín navegando las aguas del Mediterráneo a bordo de su nuevo velero de competición. Se llama Bribón, cuenta con el patrocinio de uno de los grupos económicos más importantes del país -La Caixa- y su construcción tuvo un costo de 800.000 euros.

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